Tras la salida del Ejército mexicano, hace un par de semanas, de la zona serrana de Badiguarato en Sinaloa, la violencia y la inseguridad causadas por la disputa de territorios entre grupos del crimen organizado ha ido a la alza. En algunas comunidades del área se han registrado enfrentamientos entre integrantes del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, incluso se ha reportado la quema de casas y la suspensión indefinida de clases. Asimismo, habitantes de al menos seis poblados se han visto forzados a abandonar sus hogares, por lo que algunos, ya son tierra de nadie.

Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- En la ciudad de Badiguarato, Sinaloa, la violencia y la inseguridad se han recrudecido luego de que hace aproximadamente quince días el Ejército mexicano abandonara el municipio, dejando así en situación de vulnerabilidad a al menos seis comunidades. Hoy, las autoridades ubicaron a una persona asesinada a balazos en el poblado de La Majada de Arriba, quien estaba sobre la carretera estatal que comunica al municipio.

Debido a las pugnas entre grupos rivales del crimen organizado, durante esta semana se ha registrado la presencia de hombres armados en dicha localidad, quienes supuestamente liderados por Aurelio Guzmán Loera, hermano de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, procedieron a tomar la zona anteriormente controlada por el cártel de los Beltrán Leyva.

Según el semanario local RíoDoce, el Alcalde de Badiguarato, Mario Alfonso Valenzuela, aseguró que tras la irrupción del comando en esas localidades, la mayoría de los habitantes dejaron sus casas, siendo que de las 150 familias que ahí vivían, ahora nada más quedan cerca de 20.

Durante la noche del 16 de septiembre, en uno de esos poblados el grupo armado incendió dos viviendas y un vehículo. Al parecer, los criminales buscaban a unas personas, aunque no los encontraron, refirió el Procurador General de Justicia del Estado, Marco Antonio Higuera Gómez.

Esta situación se vivió en junio pasado en los poblados de Arroyo Seco, Huixiopa, La Tuna y La Palma, donde a raíz de la violencia, los pobladores también se vieron obligados al éxodo.

De acuerdo con autoridades civiles y militares, la ola de violencia de hace tres meses respondió a una disputa entre Fausto Isidro Meza Flores, líder de los Beltrán Leyva y Aureliano Guzmán Loera, luego de que este último matara a uno de los miembros del cártel contrario.

Ante el último ascenso de violencia, Genaro García Casto, Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, indicó que las fuerzas locales no cuentan con el número necesario de efectivos para enfrentar la situación, por lo que aseguró que no podrán permanecer por mucho tiempo en la zona serrana.

Asimismo, medios nacionales mencionan que en las comunidades anteriormente mencionadas se volvieron por segunda semana consecutiva a causa del creciente conflicto en la zona.

En ese sentido, Gomer Monárrez González, Secretario de Educación Pública y de Cultura de la entidad, señaló que cerca de 200 estudiantes, además del cuerpo de docentes de nivel básico, abandonaron las aulas debido a la inseguridad.

El funcionario explicó que ya ha notificado acerca de la situación a Gerardo Vargas Landeros, Secretario General del Gobierno de Sinaloa, con la finalidad de que convoque al Gabinete de Seguridad Estatal, de modo que tanto elementos del Ejército mexicano como de la Policía Estatal actúen en conjunto para patrullar las regiones afectadas.

Huixiopa es la localidad, refiere RíoDoce, de la que partieron los comandos que durante el mes pasado asediaron el municipio de La Tuna, lugar en donde la madre de “El Chapo” Guzmán, Consuelo Loera, tenía una casa. Como resultado de la intromisión del grupo armado en la localidad, al menos dos pobladores perdieron la vida.

Asimismo, el medio menciona que pese a que después de que se desatara la ola de violencia los conflictos son el pan de cada día, sin embargo “los sicarios aparentemente no están atacando a los civiles”, o que de acuerdo con los sicarios, tampoco es una guerra en contra del gobierno, ya que sólo se trata de una disputa entre bandos criminales.

Un total de siete personas fueron encontradas sin vida en diferentes sectores de Culiacán, con evidencia de muerte violenta, y se sumó otra hallada en Mocorito -además de aquella reportada en la carretera de acceso a Badiraguato- para completar una jornada que sacudió la zona centro del estado.

Aunque la mayoría de los asesinatos fueron perpetrados con armas de fuego, los cuerpos también tenían huellas de golpes o de armas blancas.

Los sucesos ocurrieron en medio de la operación de los llamados grupos especiales, como los nombró el Gobernador Mario López Valdez, luego de que estallara la violencia en las ciudades de Mazatlán y Culiacán desde hace unas semanas.

Desde la madrugada de ayer elementos policiacos localizaron los cuerpos de dos personas en las cercanías de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa en el Desarrollo Tres Ríos, con visibles huellas de tortura y lesiones provocadas por armas de fuego.

Horas después policías de la Secretaría de Seguridad Publica y Tránsito Municipal localizaron a otra persona en las cercanías del basurón del Piggy Back, a la salida de la ciudad, quien también presentaba varias heridas de bala en diferentes partes del cuerpo.

Más tarde policías investigadores informaron que alrededor de las 09:30 horas automovilistas reportaron otro cuerpo sin vida, que presuntamente fue asesinado a golpes, cerca de la carretera 12 en el campo Victoria, en la sindicatura de Costa Rica; este hecho probablemente tenga relación con un secuestro registrado un día antes.

Mientras el personal de la Procuraduría General de Justicia del estado se hallaba las inmediaciones del campo Victoria, fue notificado del descubrimiento de otro cuerpo en la Colonia Agustina Ramírez, mismo que registraba golpes y lesiones con navajas.

El último hecho violento del día se registró al encontrar un cuerpo en avanzado estado de descomposición y con impactos de bala, cerca de la Limita de Itaje.

Asimismo, otro cuerpo fue hallado fuera de Culiacán, en la comunidad de la Guamuchilera 2, de Pericos, municipio de Mocorito; ahí encontraron el cuerpo de una persona en estado de descomposición.

La mayoría de los cuerpos fueron llevados al anfiteatro de la capital en donde se les realizan los exámenes de ley.