Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo/ElSur).– Los padres de los 43 normalistas desaparecidos hace casi siete meses anunciaron que mañana domingo se manifestarán de nuevo por la presentación de sus hijos. Además anunciaron que el primero de mayo realizarán una marcha conjunta con los jornaleros de San Quintín que partirá del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México.
En conferencia de prensa en el municipio de Chilpancingo, rechazaron que Rogelio Ortega se haya reunido con ellos y les haya dado apoyo a su demanda por la presentación de sus hijos, como lo ha declarado éste en entrevistas recientes, y afirman que a él sólo lo conocen por fotografías.
Para los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, es indistinto para su movilización que se ratifique o no a Rogelio Ortega como Gobernador del estado.
A unas horas de que se cumplan siete meses de los hechos de Iguala, los padres reiteraron su demanda por la presentación de sus hijos, por el castigo a los responsables de ello y la destitución del Presidente Enrique Peña Nieto. Asimismo, condenaron la criminalización del Gobierno federal contra los luchadores sociales que participan en su movimiento.
Anunciaron que este domingo 26 en la Ciudad de México se manifestarán de nuevo por la presentación de sus hijos.
Los representantes de los padres de los estudiantes desaparecidos señalaron que no debe haber ninguna lucha aislada en el país, por lo que convocaron a una acción nacional en solidaridad con los jornaleros de San Quintin, Baja California.
En la conferencia reiteraron que mientras no aparezcan sus hijos su postura será de rechazo a que se realicen las elecciones en el estado.
Mañana se cumplirán siete meses de los hechos violentos en Iguala la noche del 26 de septiembre, cuando un grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa fue atacado por policías corruptos por órdenes del entonces Alcalde, José Luis Abarca Velázquez.
Desde entonces, 43 jóvenes permanecen desaparecidos. Según la versión oficial, fueron entregados a un grupo de narcotraficantes, asesinados e incinerados en un basurero, algo que los padres no piensan dar por válido sin pruebas contundentes.
Además, esa noche murieron seis personas, incluidos tres estudiantes, también está el caso de Aldo, quien recibió un tiro en la cabeza que lo dejó en el limbo entre la vida y la muerte, un coma del que los médicos no saben si saldrá.
