7 hábitos que creías benéficos para tu salud y no lo son tanto

25/09/2014 - 12:00 am
Foto: Shutterstock
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Ciudad de México, 25 de septiembre (SinEmbargo).- En el afán por mantener una buena salud, mucha gente se deja llevar por viejas ideas difundidas de boca en boca o por estudiosos que a través del tiempo se han contradicho en sus versiones sobre lo que resulta positivo, cuando la verdad es que varias de estas creencias no suelen ser favorables para todas las personas ni en todas las circunstancias.

 1.- Beber más de dos litros de agua diarios

Pese a que el agua pura es uno de los elementos más importantes para mantener una buena salud, y los médicos recomiendan ingerir unos dos litros diarios para mantenerte bien hidratado, hay algunas personas que llevan tales recomendaciones al extremo, llegando a consumir hasta 10 litros al día, lo cual desencadena la potomanía.

Esto se da también bajo la idea errónea de que el agua adelgaza, o bien como una técnica para sentirse saciado y así no ingerir alimentos que sí aumentarían nuestra ingesta calórica.

La potomanía podría causar una Hiponatremia, que es cuando la cantidad de sodio en la sangre es más baja de lo normal, lo que a su vez desencadenaría un daño al corazón, los riñones y un edema pulmonar.

2.- Limpiarse los oídos con cotonetes

El cerumen, conocido comúnmente como cerilla, no es suciedad sino que cumple una función antiséptica para proteger al oído de gérmenes del exterior, por lo que retirarlo es perjudicial para la salud auditiva.

La situación empeora cuando se utilizan cotonetes o hisopos para limpiarlo, pues esto lo empuja hacia adentro y genera un tapón en el conducto auditivo que causará molestias y tendrá que ser retirado con herramientas especiales de un médico.

3.- Ejercitarte antes del desayuno

Si bien diversos expertos han mencionado a lo largo del tiempo que el momento más efectivo para bajar de peso ejercitándote es la mañana antes de ingerir alimentos, es cierto que en parte esto se debe a la disminución de insulina.

Esto significa que lo que se pierde es masa magra, es decir, aquella que carece de grasa, no en realidad los excesos de ésta, además de que podría derivar en fatiga, debilidad y hasta un desmayo.

4.- Dormir 8 horas diarias

Una creencia muy extendida es la que dicta que todas las personas deben de dormir ocho horas diarias para poder descansar bien y no sufrir de somnolencia al día siguiente, aunque lo cierto es que las necesidades varían de persona a persona.

Por un lado, expertos del Grupo Hospitalario Quirón, de España, dijeron a la agencia EFE que un adulto requiere dormir en promedio de seis horas y media a nueve, y que descansar menos o más horas de lo que cada quien necesita merma en el organismo provocando falta de concentración y bajo rendimiento.

En un estudio de expertos de la Universida CEU Cardenal Herrera realizaron en este año un estudio en el que determinaron que dormir más de ocho y menos de seis horas incrementa el riesgo de deterioro cognitivo en la edad adulta.

5.- “Comer por dos” durante el embarazo

Una frase que abre muchas puertas para los excesos en el embarazo es cuando la madre piensa “debo de comer por dos”, lo cual más que beneficiar al bebé puede resultar contraproducente para ambos.

De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, lo más recomendable para las mujeres promedio es aumentar  entre 11 y 15 kilos durante toda la gestación, aunque si ya se tiene sobrepeso es mejor subir máximo 9 kilogramos.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad español recomienda que el incremento calórico sea de 200 a 300 calorías diarias, sobre todo en el segundo y tercer trimestre de embarazo.

Además, recientemente, un grupo de científicos de las universidades de Edimburgo y Aberdeen en Reino Unido llegaron a la conclusión que los kilos que aumentan las mujeres durante el embarazo, o la obesidad que padecen al momento del parto, son determinantes para su salud en los próximos años, pues incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y puede causar una muerte prematura y en el niño aumentar el riesgo de asma.

6.- Evitar el sol a toda costa

Debido a que la vitamina D es necesaria para que el cuerpo absorba el calcio y fósforo necesarios para que los huesos de formen de manera correcta y muy pocos alimentos la contienen, es necesario tomar la luz del sol para que el mismo organismo la produzca.

Por ello, no es recomendable huirle todo el tiempo, pero tampoco lo es exponerse por largo rato, con el fin de evitar las quemaduras.

7.- Consumir vitamina C en exceso

De acuerdo con la agencia EFE, tomar cantidades adicionales de esta vitamina, presente sobre todo en los cítricos, no ayuda a poterciar el sistema inmune y así combatir las enfermedades que aparecen generalmente en tiempos de frío.

Y aunque el cuerpo necesita tal nutriente para atacar los virus de manera correcta, el exceso no trae un beneficio extra.

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