Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo).– El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló un informe este jueves que involucra a agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) en fiestas con prostitutas pagadas por cárteles de Colombia.
“Un policía local supuestamente arregló” fiestas sexuales “con prostitutas financiadas por los cárteles de la droga locales para estos agentes de la DEA en sus cuartos arrendados por el gobierno, en un período de varios años”, dice el informe.
Estas revelaciones forman parte de una investigación que sigue el Departamento del Estado ante denuncias anónimas sobre excesos de miembros de la DEA, del FBI y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos.
De acuerdo con la información reproducida en la prensa norteamericana, mientras los agentes de la DEA participaban en estas “fiestas de sexo” elementos de la policía colombiana les cuidaban sus armas y sus objetos personales.
El reporte indica que diez miembros de la DEA admitieron haber participado en estas “fiestas”. De ellos algunos fueron suspendidos por periodos de entre dos a 10 días. El informe abarca el período 2009-2012, aunque algunos de los incidentes ocurrieron mucho antes de eso.
“A pesar de que algunos de los agentes de la DEA que participaron en estas fiestas lo negó, la información en el expediente del caso sugiere que habrían tenido conocimiento de que las prostitutas eran pagadas con recursos del cártel”, dice el documento.
La investigación refiere que los agentes involucrados no solo no reportaron sus conductas inapropiadas, sino que las fiestas las hicieron por lo menos durante tres años, entre 2005 y 2008. La oficina de responsabilidad profesional de la DEA solo se enteró de la situación hasta 2010, por una queja anónima.
“Además de las prostitutas que solicitaron, tres agentes especiales de la DEA en particular recibieron dinero, regalos caros y armas de los miembros del cartel de drogas”, menciona el informe del Departamento de Estado divulgado por la prensa de EU.
El reporte dice que con la “conducta sexual de alto riesgo” de los agentes existió la posibilidad “de que el equipo y la información de la DEA pudieron haber estado en peligro”.
