El exceso de fotos acaba con la memoria; usar cámaras como archiveros afecta la capacidad de recordar: estudio

27/05/2014 - 12:30 am
Tomar fotografías constantemente afecta la capacidad de recordar ciertos momentos. Foto: EFE
Tomar fotografías constantemente afecta la capacidad de recordar ciertos momentos. Foto: EFE

Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– Tomar registro de todo lo que ocurre en el día a día pasó de ser hace en una actividad propia de obsesivos compulsivos y amantes de la nostalgia, a una práctica habitual gracias a los gadgets de los últimos años que permiten grabar voz, imágenes y –sobre todo– tomar fotografías, conformando así una bitácora que cuenta el paso de nuestras vidas en álbumes fotográficos virtuales, archivos de audio y video, y en redes sociales en donde nuestros pensamientos son escritos constantemente. Sin embargo, de acuerdo con algunos estudios, este hábito de fotografiar todo puede ser contraproducente para la memoria.

Así lo afirma una investigación llevada a cabo en Nueva Zelanda afirma que tomar fotos en vez de conservar las cosas en la memoria hace que estas se desvanezcan, por la simple razón de que en vez de memorizar los eventos se almacenan imágenes que en muchos casos ni siquiera se vuelven a mirar, y el problema aumenta mientras mayor sea la cantidad de fotografías que se toman.

Maryanne Garry, profesora de Psicología de la Universidad Victoria en Wellington, estudia sobra la forma en la que las fotografías tomadas cambian los recuerdos de la niñez. Según ella, los padres que suelen tomar miles de fotos de sus niños en realidad les prestan menos atención. De esta manera, al enfocarse en el hecho de tomar las fotos, estos se olvidan de fijarse en lo que pasa en el momento que quieren retratar.

El verdadero problema llega luego, en el momento en que miles de fotos se quedan almacenadas. Este exceso de imágenes, lejos de dar pie a una recapitulación hace que muchos ni siquiera vuelvan a verlas porque “es demasiado complicado etiquetarlas y organizarlas”, dijo la investigadora a la organización de medios National Public Radio (NPR).

Por otra parte, este fenómeno afecta también a otros. Así, por ejemplo, cuando los padres ceden a los dispositivos electrónicos el papel de “archiveros de los recuerdos de sus hijos”, también ceden su papael como “personas claves que ayudan a sus hijos a aprender cómo hablar de su experiencia”, agregó Garry, quien además indica que por esta razón los niños olvidan en un instante lo que les ha pasado.

Con la llegadade los smartphones son muchos los que se valen de las características de estos gadgets para tomar registro de todo lo que ocurre. Foto: EFE
Con la llegadade los smartphones son muchos los que se valen de las características de estos gadgets para tomar registro de todo lo que ocurre. Foto: EFE

Otros investigadores se han visto interesados por este problema. Tal es el caso de la psicóloga Linda Henkel de la Universidad de Fairfield, quien se dedica a estudiar la manera en la que afectan las imágenes a la memoria, llevándola a descubrir algo que ella misma llama “efecto desvalorizante de tomar fotos”.

La especialista, cuyo padre era fotógrafo, llevó a cabo una serie de experimentos que consistieron en reunir a 28 estudiantes para una gira al Bellarmine Museum of Art de la universidad. Así los estudiantes fueron obligados a detenerse delante de 30 objetos, de los cuales les fueron asignados al azar 15 para observar y el resto para que los fotografiaran.

Al día siguiente, se les aplicó a los voluntarios pruebas de memoria acerca de su recorrido. Henkel encontró que los estudiantes eran menos propensos a recordar los que fotografiaron en comparación con los objetos que sólo observaron. Ella llamó a esto “efecto de deterioro al tomar fotos” y explicó que la gente podría utilizar cámaras como una especie de muleta para la memoria, al contar con la tecnología que les permite poder recordar sus experiencias.

“La gente a menudo saca sus cámaras para capturar un momento casi sin pensar, hasta el punto en que se están perdiendo lo que está pasando justo en frente de ellos” agregó la especialista, dijo a LiveScience.

El efecto desvalorizante de tomar fotos se debe a que, al hacerlo, inconscientemente se delega a los dispositivos la función de memoria externa, esperando que estos guarden los detalles por uno, dijo la psicóloga. No obstante, la solución no es dejar de tomar fotos, sino hacer a un lado la cámara de vez en cuando y simplemente observar.

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