Un misterio el paradero de sicario liberado tras 23 años de cárcel

27/08/2014 - 1:00 pm

Bogotá, 27 Ago (Notimex).- El paradero del jefe de sicarios del otrora poderoso cartel de Medellín, John Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, quien recobró el martes la libertad tras 23 años en prisión, era hoy un misterio.
El temido pistolero al servicio del narcotráfico por más de una década, teme por su vida, luego de abandonar la cárcel, por lo que pidió en días pasados protección al Estado colombiano para evitar ser asesinado por sus enemigos.

“Popeye”, quien fue la mano derecha del extinto jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar, fue trasladado la noche del martes desde la cárcel de Cómbita, en el centro del país, hasta Bogotá, donde recibió custodia policial.

Velásquez Vásquez pidió a la Defensoría del Pueblo de Colombia que protegiera su derecho a la vida, tras de lo cual ese organismo se puso en contacto con las autoridades competentes para brindarle la protección necesaria.

El cartel de Medellín libró en los años 80 una guerra sin cuartel contra el Estado colombiano, para evitar la extradición de sus hombres a Estados Unidos, la cual dejó unos cinco mil muertos, entre civiles, jueces, políticos y policías.

El ex jefe del aparato militar de la organización narcotraficante, dijo meses antes que su “cabeza tiene precio” y que lo quieren matar por todo lo que contó sobre los socios de la mafia en Colombia, cuando estuvo preso.

El defensor del Pueblo del andino departamento de Boyacá, William García, declaró este miércoles que “Popeye”, fue entregado anoche a un Centro de Atención Inmediata de la Policía (CAI) en Bogotá, luego de un operativo rápido y discreto.

“La Defensoría hizo el acompañamiento hasta Bogotá; lo trajeron a un CAI donde lo recibieron algunas personas que lo estaban esperando”, dijo este miércoles el funcionario colombiano a la Radio Cadena Nacional (RCN).

Desde entonces el paradero de Velásquez Vásquez, a quien se le atribuyen numerosos crímenes y secuestros, entre ellos los de varios políticos, periodistas y jueces, es un misterio, para preservar su integridad, dijo un portavoz policial.

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