Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).- Sin duda, la humanidad vive en una época en la que sus esperanzas están depositadas en gran medida en los avances tecnológicos y se ve en estas innovaciones la llave para solucionar un sinfín de problemas que aquejan al planeta entero. Sin embargo, a la par de los simpatizantes, también hay una gran cantidad de detractores que ven con desconfianza esta tendencia.
Durante el último semestre las declaraciones de Elon Musk, conocido principalmente por ser el cofundador de la empresa de comercio electrónico PayPal, así como de SpaceX y Tesla Motors se han caracterizado por un pesimismo apocalíptico que contrastan con su emprendimiento en el campo tecnológico.
Quizás su afirmación más drástica al respecto fue aquella en la que afirmó que “con la inteligencia artificial estamos convocando al demonio”, la cual pronunció durante una charla en el MIT Aeronautics and Astronautics Department’s 2014 Centennial Symposium, a principios de este mes.
Sin embargo, ahora el magnate decidió ponerle fecha a sus estimaciones y afirmó que dentro de cinco años la inteligencia artificial será peligrosa. “El riesgo de que ocurra algo realmente peligroso está en el plazo de cinco años, como mucho, 10”, escribió Musk. Sin embargo, el comentario fue eliminado minutos después de la publicación del comentario, sin razón aparente.
De acuerdo con el sitio Business Insider, el multimillonario publicó el comentario en el sitio Edge.org, en el que avisó que el desarrollo de la inteligencia artificial podría llevar a la aparición de robots capaces de decidir de manera autónoma si tiene sentido o no matar a las personas.
Anteriormente Musk ha declarado no ser el único que piensa que la humanidad debería estar preocupada. “Las empresas líderes en inteligencia artificial han dado grandes pasos para garantizar la seguridad. Reconocen el peligro, pero creen que pueden dar forma y controlar las ‘superinteligencias’ digitales y prevenir que las malas se escapen a Internet. Eso está por verse…”
Sin embargo, la preocupación del multimillonario inventor contrasta con el perfil que sus empresas comienzan a tomar y, además de su empresa de cohetes espaciales comerciales o su marca de coches eléctricos de alta gama, Musk se encuentra trabajando en otro proyecto ambicioso.
De acuerdo con The Wall Street Journal, quiere colmar el espacio inmediato a la Tierra de satélites, al lanzar una flota de 700 de estos con la misión de llevar internet a todos los lugares del mundo.
Nacido en 1971, Musk es un físico y emprendedor sudafricano que sintetiza en su persona el concepto de emprendedor tecnológico. Así, aunque para muchos sólo sea el cofundador de PayPal, SpaceX y Tesla Motors, también es conocido por haber creado el primer automóvil eléctrico viable para producción en la era moderna (Tesla Roadster), por SolarCity (proveedor que suministra electricidad renovable a los automóviles de Tesla), por diseñar un sucesor privado del Transbordador Espacial (el F9/Dragon).
Pero Musk no se conforma con esto y, además la comunicación satelital y de lograr que sus compañías escalen al éxito en menos de 15 años, afirma que el futuro de la humanidad se encuentra en el espacio, particularmente en Marte e inicia con su colonización.
Haciéndole honor a sus pensamientos catastróficos, Musk dijo en una entrevista a la revista aeon que su idea de colonizar Marte no tiene la simple intención de lograr avances tecnológicos. De esta manera, para el empresario lo más relevante es garantizar la supervivencia de la humanidad.
“¡A la mierda la Tierra! […] ¡A quién le importa la Tierra?”, dice para quien la colonización de Marte es un seguro contra la extinción. “Es curioso –dice– No todo el mundo ama a la humanidad…. Algunas personas parecen pensar que los seres humanos son una plaga en la superficie de la Tierra. Dicen cosas como, ‘La naturaleza es tan maravillosa. Las cosas son siempre mejores en el campo donde no hay gente alrededor”. Dan a entender que la humanidad y la civilización son menos buenas que su ausencia”.
Para alguien como Musk, tan preocupado por el futuro tecnológico y cuyos pronósticos rayan en la paranoia, la visión de una vida fuera de la Tierra suena incluso a esperanza. “Creo que tenemos el deber de mantener la luz de la conciencia para asegurarse de que continúe en el futuro”.
Queda claro que a pesar de lo catastrófico que pueda parecer el porvenir para este excéntrico visionario, hay un dejo de optimismo, no importa que esta esperanza se encuentre en el Planeta Rojo.
