El Gobernador de Banxico, Agustín Carstens Carstens, ha dicho que enfrentar las políticas planeadas por Donald Trump es como “tratar de armar un rompecabezas sin tener todas las piezas”. A 47 días de que el magnate mobiliario asuma la Presidencia del principal socio comercial de México, el Gobierno de Enrique Peña Nieto solo ha llamado a la “unidad” y a esperar los resultados de las reformas estructurales que llegarán… hasta 2022. Analistas económicos criticaron que su administración carezca de un plan de acción con carácter de urgente para implementar una política económica que reduzca la alta dependencia al vecino del norte. El empresario Carlos Slim llamó a revisar la economía interna.
Ciudad de México, 4 de diciembre (SinEmbargo).– Tic, tac, tic tac. Donald Trump ha nombrado a gran parte de su gabinete, está en su gira “del agradecimiento” y ya retuvo mil 100 empleos de la empresa Carrier para Indiana quitándoselos a Nuevo León. Enrique Peña Nieto, en su mensaje de gobierno, promete enfrentarlo con “unidad” y con las reformas estructurales cuyos beneficios se verán hasta… 2022. El Gobierno federal no ha entendido el nivel de urgencia en el que está México y la necesidad de emitir un plan de acción urgente para dinamizar el mercado interno –que se ha descuidado durante 30 años– y con ello fortalecer el crecimiento económico frente al incierto futuro, afirmaron analistas.
“Los dos años que siguen implicarán retos considerables. Uno de ellos será establecer una relación constructiva con el nuevo gobierno de Estados Unidos, nuestro vecino geográfico y principal socio comercial. La respuesta fundamental a ese y a todos nuestros retos es y será la unidad […] Defenderé los derechos y la dignidad de los mexicanos donde quiera que residan o se encuentren”, dijo el mandatario en cadena nacional.
Jonathan Heath, analista económico, aseguró en entrevista que el hecho de que el gobierno solo esté atento y no haya hablado de ningún plan de acción “da el reflejo de que hay un vacío en el poder y eso está desincentivando la confianza empresarial y del consumidor. Lo único que hace es contribuir a la incertidumbre”.
Para Roberto Sánchez de la Vara, académico de la Universidad Iberoamericana, el mensaje fue neutro y no se expuso “un plan de choque o contingencia” para implementar una política económica y reducir la alta dependencia con Estados Unidos, ya que el 80 por ciento de las exportaciones, el 49 por ciento de las importaciones y el 60 por ciento de la inversión extranjera directa provienen del país que gobernará el político republicano.
Las reformas estructurales empezarán a dar resultados en la segunda mitad del segundo gobierno, destacó. Heath coincide en que la mayoría de los beneficios se verán a largo plazo.
La economía en el mediano y largo plazo se verá beneficiada, pero mientras, en el corto plazo, se requiere “un plan de choque” como los que se llevaron a cabo en los pactos de solidaridad en la época del Presidente Miguel de la Madrid y del Presidente Carlos Salinas, sugirió Sánchez de la Vara.
Por ejemplo, expuso, se podrían reducir impuestos a las empresas para incentivar la inversión y, sobre todo, tomar en cuenta los otros tratados que tiene México con 45 países. Si bien Estados Unidos es el más importante, se cuenta con un marco jurídico, de inversión y de comercio con países muy importantes como la Unión Europea, China, Colombia y Chile. “Hay que incrementar los flujos comerciales y de inversión con ellos”, propuso.
El viernes, el Presidente Peña Nieto aseguró que México seguirá apostando por el libre comercio por lo que buscará incrementar y fortalecer sus tratados comerciales en los cuatro puntos cardinales del mundo. Con los países de la Alianza del Pacífico (Perú, Chile y Colombia) ya se lleva a cabo la liberación arancelaria del 92 por ciento de los productos, y se impulsará con Brasil y Argentina ampliar las preferencias arancelarias.
Con la Unión Europea, añadió, se dialoga para actualizar el tratado de libre comercio, y con los socios en Asía el flujo será a través del TPP.
“Espero que el gobierno mexicano tenga un plan de acción –que hasta ahorita no se ha notado ni lo hemos escuchado de una manera concreta– para ver cómo revertir la falta de inversión proveniente de Estados Unidos hacia una inversión extranjera proveniente de otros países, pero sobre todo de las grandes empresas que están en México y que pueden llegar a crear un número sustancial de empleos para las nuevas generaciones”, aseguró en entrevista el experto en economía internacional y finanzas.
“Yo no escuché del Presidente un programa A,B,C,D,E como lo deben ya estar pensando en el gobierno porque el tiempo pasa. Ya estamos en diciembre, vienen las fiestas de año nuevo y luego toma posesión Donald Trump, quien está trabajando a marchas aceleradas. Ya nombró casi al 80 por ciento de su gabinete muy acorde ideológicamente a él y gente muy exitosa en los negocios en Estados Unidos”, comparó.
“Yo no escuché del Presidente un plan concreto. La unidad sí, estamos de acuerdo, pero qué política económica va a seguir si a eso se aumenta la renuncia del Gobernador del Banco de México, que si bien estará algunos meses más al frente, es una pieza clave para la política monetaria. Cada vez se acortan más las posibilidades de una salida inmediata de una posible etapa de crisis a partir del 20 de enero cuando tomará posesión”, remató el académico.
El otro reto del país, cuyo riesgo se ve reflejado en el peso, es que el banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal, continúe elevando sus tasas de interés, lo cual provocaría una fuga de capitales en México y eso reduciría las reservas en dólares.
EL CONSUMO…
Analistas consultados por el Banco de México (Banxico), considerando la debilidad de la economía mundial y la incertidumbre cambiaria, estiman cada mes un menor crecimiento nacional. Para este año será de un 2.08 por ciento y de un 1.72 por ciento el próximo año.
“Lo que se puede incentivar para favorecer a la economía, que depende menos de la parte externa, es el consumo, el cual ha tenido un dinamismo desde 2015 gracias a la expansión de crédito, una inflación hasta el momento baja y las remesas que aumentaron su valor a raíz del alza del dólar. Sin embargo, ya hay riesgos a la baja incluso desde antes de que ganara Donald Trump. Entonces el tema es que se están conjuntando estos elementos”, dijo en entrevista Mariana Ramírez, analista de Bx+.
Para la economista, con la incertidumbre que existe sobre cuáles van a ser las políticas implementadas por Trump, “es poco prudente emitir algún tipo de medidas. Habría que esperar a lo que realmente logre hacer, sobre todo en materia del Tratado de Libre Comercio, para tomar mejores decisiones”.
Banxico alzó la tasa de interés a 5.25 por ciento, con el objetivo de garantizar rendimiento a los invrsionistas para que no retiraran sus activos en pesos y eso golpeara a la moneda. Pero “lamentablemente no ha tenido el efecto deseado por elementos que van surgiendo en los mercados internacionales a diario. Si intentan hacer algo, no tiene los beneficios esperados”, dijo Ramírez.
“El Gobierno debe tratar de disminuir la incertidumbre lo cual, en estos momentos parece muy difícil con todas las incógnitas que hay. La otra sería no tener una política monetaria restrictiva que no subiera las tasas de interés, sin embargo el Banxico se vio en la necesidad de hacerlo, lo cual inhibe la inversión y flujo de crédito”, añadió el economista Jonathan Heath.
El mismo Carstens Carstens ilustró la encrucijada en la que están: entender las políticas de la próxima administración de Estados Unidos es como “tratar de armar un rompecabezas sin tener todas las piezas”.
Respecto a la inflación (precios de bienes), los especialistas consultados por Banxico calculan que 2016 terminará con una tasa de 3.41 por ciento y ya de 4.01 por ciento durante el próximo año.
Eso pone en riesgo el ritmo de consumo interno, clave para el crecimiento.
El Gobernador de Banxico, Agustín Carstens Carstens, reconoció en entrevista telefónica que se puede “ver un poquito más de inflación”, pero confía en que la puedan mantener “claramente por debajo” del límite superior del intervalo del 4 por ciento.
LAS ARMAS DEL GOBIERNO
Faltan 49 días para que Donald Trump tome la Presidencia de Estados Unidos. En este escenario, el arma del Gobierno, insiste, son las 13 reformas estructurales, entre ellas la Educativa, la de Telecomunicaciones, la Energética y la de Transparencia y Corrupción, que van generando inversión.
“Algunas de esas reformas han comenzado a dar sus frutos que ahora se perciben pequeños, pero que se acrecentarán con el tiempo. Generarán las oportunidades que merecen nuestros hijos y los hijos de ellos”, declaró Peña Nieto en su mensaje de anoche.
Sin embargo, ayer el dueño de América Móvil, Carlos Slim Helú, dijo en un foro de Bloomberg que hay “muchos rezagos” en el mercado interno.
Para crecer un 5 por ciento, afirmó, el país “debe invertir 250 mil millones de dólares” sobre todo en inversión nacional porque la extranjera “nunca ha sido significativa” respecto a la total al representar solo entre 20 y 15 por ciento.
Entre enero y junio de 2016 México registró 14 mil 385 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), principalmente de Estados Unidos y en el sector manufacturero y de servicios financieros.
Hoy el director de ProMéxico, Francisco González, aseguró que hay un grupo de 300 empresas extranjeras que están interesadas en invertir en México para el siguiente año.
Desde la crisis de la deuda externa, dijo Slim, el Producto Interno Bruto –actualmente alrededor del 2 por ciento– ha crecido en una “cantidad insuficiente”, por lo cual se genera la migración en búsqueda de un empleo o mejor ingreso.
Ante ello, “es prioridad revisar” la economía interna, la cual no se ha atendido en 30 años, enfatizó el hombre más rico del país.
La analista del grupo financiero Bx+ destacó, sobre la Reforma Energética, que la licitación que se celebrará el lunes se trata de proyectos en yacimientos de aguas profundas que llevan tiempo, pero no significa que no vayan a verse beneficios a largo plazo.
Las inversiones en aguas someras –licitadas en 2015 y este año– ya pueden empezar a materializar sus efectos en el corto plazo, destacó.
“Ha habido mala suerte en el sentido en que cuando el gobierno empieza a tener la opción de ejecutar las reformas, como la energética, nos encontramos ante un panorama en el sector energético internacional bastante complejo que llevó a que el panorama de inversiones no fuera tan positivo. sin embargo, hay algunas de las primeras rondas que en el corto plazo podrían empezar a generar más producción”, expuso Ramírez.
Ayer, Alberto de la Fuente, director general de Shell México, destacó que deben haber más recursos en las aguas profundas del Golfo de México, por lo que las siguientes rondas serán interesantes.
A tres años de la Reforma Energética, van tres rondas de subastas en las que se ha firmado contrato con 38 empresas (26 mexicanas). “Tenemos grandes empresas como Sierra Oil dispuestas a invertir”, dijo el también presidente de Amexhi.
La Reforma en Telecomunicaciones, por su parte, ha generado “bastantes beneficios”: atrae mucha inversión de la total, y la competencia generada ha beneficiado a las tarifas, destacó la analista de Bx+, Mariana Ramírez.
LOS OTROS ESCUDOS
Además de la implementación a cuenta gotas de las reformas estructurales, la administración de Enrique Peña Nieto ha impulsado políticas públicas y proyectos de infraestructura para impulsar el motor de la economía.
Una bala del gobierno contra el entorno complejo son nuevas políticas públicas como la Cruzada Contra el Hambre, ProAGRO productivo, el apoyo a 2.3 millones de emprendedores con el INADEM y 5.5 millones de pensiones para adultos mayores, así como la creación de la Secretaría de Cultura.
Otro escudo contra los vientos fuertes que vendrán del norte ha sido la construcción de grandes obras de infraestructura como el Tren Interurbano México-Toluca, el teleférico en Ecatepec, el tren eléctrico de Guadalajara, la línea tres del metro de Monterrey y el Nuevo Aeropuerto Nacional de la Ciudad de México.
No obstante, el grupo financiero Bx+ ha visto “una tendencia descendente” en la producción industrial y obras públicas que no ha favorecido al crecimiento económico.
