El Servicio Secreto permitió a la multitud cruzar desde el parque Lafayette la avenida Pensilvania para acceder al enrejado de la casa presidencial.

El grupo entonó al menos dos veces el himno nacional, ondeó las banderas de Estados Unidos y coreó el apellido del presidente Barack Obama invitándolo al festejo.

Tras el fallo de la Suprema Corte la semana pasada que autorizó los matrimonios entre personas de igual sexo, Obama dijo que le habría gustado celebrar fuera de la Casa Blanca iluminada con los colores del arco iris, pero reveló que su equipo de seguridad se opuso.

Los manifestantes llegaron de los bares cercanos para ver el partido celebrado en Vancouver, Canadá y corearon la clásica porra “USA, USA” y piezas como “America the Beautiful” y “Somos los campeones”.

“Nuestras damas realmente probaron que fueron el mejor equipo en esta Copa Mundial y lo hicieron de una manera extraordinaria”, opinó Matt Bennet, de 25 años y originario de la ciudad de Oklahoma.

Bennet calificó de “impresionante” al equipo femenil, que dominó desde el principio el juego pese a que se esperaba un partido más reñido.

“Fue un partido increíble, el hecho de que obtuvimos tres goles en los primero minutos fue espectacular, estoy realmente orgullosa de que las mujeres estadunidenses salieron adelante”, apuntó Rose Williams, una residente capitalina.

William destacó que fue significativo que la veterana Amby Wambach lograra el campeonato porque será su último año con la selección estadunidense.