Los retos que enfrenta México son muchos, pero el mayor de ellos sin duda es la educación, porque de ésta depende nuestro futuro como Nación. Tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo o dejando de hacer en nuestro sistema educativo para generar oportunidades y formar a los nuevos talentos que necesita el México del siglo XXI.
En la Confederación Patronal de la República Mexicana nos ocupa la calidad de la educación desde la perspectiva de nuestra esencia humanista. Para nosotros, el ser humano es principio y fin de toda la vida política, social y económica
Hoy, como lo hemos hecho dese hace 85 años, trabajamos para impulsar la educación de calidad para todos los mexicanos, porque este es el pilar que nos permitirá generar oportunidades de desarrollo para los jóvenes y para todos los ciudadanos, especialmente en las regiones con mayor rezago social.
En el nivel medio superior, los jóvenes enfrentan dos grandes problemas: la deserción escolar y la falta de oportunidades de empleo. De los 36 millones de jóvenes que hay hoy en México, una cuarta parte no estudia ni trabaja. Pero además, muchos de los que si estudian, dejan la escuela por distintos motivos: según cifras de la Secretaría de Educación Pública, el 14 por ciento la abandona antes de concluir su formación. ¿Cómo evitar que los alumnos abandonen la escuela y cómo podemos asegurar que al egresar de ésta tengan los conocimientos que les posibiliten emplearse o generar empleo?
Para contribuir a resolver esas dificultades, los empresarios de la COPARMEX estamos trabajando desde hace varios años en el impulso del Modelo Mexicano de Formación Dual, que fue creado en Alemania hace más de tres décadas y se basa en la premisa de que la formación académica y la experiencia profesional van de la mano.
Conocimos a fondo la formación dual el año pasado, en una misión a Alemania encabezada por COPARMEX, en la que empresarios, académicos y funcionarios de la Secretaría de Educación Pública pudimos conocer de primera mano este modelo, que brinda al estudiante la oportunidad de aplicar sus conocimientos directamente en las empresas, y recibir una remuneración.
Este año logramos un gran avance, con un programa piloto en el que participaron 12 Centros Empresariales de COPARMEX en once entidades del país y permitió abrir más de mil espacios educativos de este Modelo, con la participación de 155 empresas.
El pasado mes de agosto firmamos un convenio con la Secretaría de Educación Pública, para afianzar nuestro trabajo en conjunto con el sector estatal, y avanzar en la implementación del Modelo de Formación Dual en todo el país. Para 2015 tenemos la meta de alcanzar una cobertura nacional: queremos incluir a más organizaciones empresariales y fortalecer la vinculación de instituciones de educación profesional técnica y las empresas.
Con el Modelo Mexicano de Formación Dual todos ganan: genera valor a las empresas, y permite una formación más integral para los alumnos, lo que les ofrece la posibilidad de de acceder a mejores empleos en el futuro, con salarios más competitivos, contribuyendo así al bienestar de sus familias.
Adicionalmente, debemos comenzar a pensar en modelos de desarrollo regional basados en el concepto de triple hélice: colaboración entre política pública, empresa y academia, para generar condiciones de crecimiento integral para cada región. Con énfasis en la investigación aplicada y la innovación en las empresas, permitiéndoles así incrementar el valor agregado que generan para la propia sociedad en la que se desenvuelven.
Con este nuevo modelo de desarrollo será posible promover la creación y fortalecimiento de clusters en sectores orientados al mercado interno, como la agrobiotecnología, las tecnologías de la información, el sector farmacéutico, los servicios de investigación y en especial el sector energético y de telecomunicaciones, para aprovechar el impulso de las reformas.
Particularmente, debemos concentrarnos en impulsar a nuestras micro, pequeñas y medianas empresas. Es en estas empresas donde se genera el mayor porcentaje de los empleos del país: el reto es hacerlas más fuertes, competitivas y productivas, para que puedan ofrecer mejores salarios y, así, contribuir al desarrollo de los mexicanos. Estamos convencidos de que éste puede ser uno de los instrumentos que nos permitan resolver los grandes problemas de pobreza, desigualdad y falta de oportunidades que enfrentamos en México.
Juan Pablo Castañón,
Presidente nacional de COPARMEX
@jpcastanon
