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Héctor L. Frisbie

10/10/2023 - 12:02 am

Abuso de sustancias: responsabilidad y gratificación

El abuso de sustancias es un problema muy complejo que debe verse desde varias perspectivas. En lo relativo a los pacientes no debe verse como un crimen si no como un padecimiento.

En los Estados Unidos de Norteamérica las estadísticas que revisan el abuso de sustancias psicotrópicas, legales e ilegales inicia las mediciones a partir de los 12 años (NCDAS 2023). Desde hace mas de 4 décadas la cultura de la “Gratificación inmediata” la cual justifica todo aquello que satisface la curiosidad, el placer y el consumo sin pensar las posibles repercusiones o consecuencias, empezó a reflejar un impacto alarmante en el abuso de sustancias.

Desde hace por lo menos 20 años se ha recomendado que el abuso de sustancias sea visto como un problema de salud pública. (Volkov 2017) Aún se continua viendo a los consumidores desde el enfoque criminal del la producción, tráfico y venta de sustancias. Y es de crucial importancia señalar que muy poco se ha hecho para desterrar la avidez por el uso de sustancias a edad tempranas en los Estados Unidos.

Sabemos que un cerebro que consume una sustancia psicotrópica antes de los 21 años tiene un riesgo de alrededor de 60 a 70 por ciento de generar bioquímicas neuronales de dependencia y adicción las cuales acompañan a esa persona por el resto de su vida. Aún cuando hay factores hereditarios identificados, asociados al uso y abuso de sustancias, son principalmente los factores ambientales, las conductas observadas, aprendidas y normalizadas en una sociedad las que se asocian con el mayor consumo de sustancias.

Es frecuente en los Estados Unidos al realizar la recopilación de datos para la historia clínica y preguntar acerca del consumo de drogas obtener la respuesta “lo normal”.

Una proporción importante de la población en los Estados Unidos de alrededor el 50% a 60%, es decir, unos160 millones de personas, considera el abuso de sustancias como una parte de su formación, del desarrollo y de la integración a las actividades sociales y culturales. Las estadísticas analizan el consumo de sustancias desde tres perspectivas. (1) Consumo en algún momento de la vida; (2) consumo en el último año y (3) consumo en el último mes.

La sustancia psicotrópica mas usada por personas de 12 años o mayores sigue siendo el alcohol; 138 millones de personas consumen alcohol regularmente y 28.3 millones padecen trastorno de uso del alcohol, lo que antes se llamaba Alcoholismo. Darle “probaditas” de alcohol o normalizar su consumo en menores de 21 años, abre la puerta para que ese cerebro genere dependencia al alcohol al crear vías bioquímicas que requerirán de esa sustancia para no generar abstinencia. (Nath et al. 2022)

En los Estados Unidos en las décadas de los 80 y 90 cuando los laboratorios Purdue Pharma inundaron el mercado con opioides de efecto inmediato y de acción prolongada con la complacencia de la FDA, el CDC, revistas de prestigio y colegios médicos. Los sobornos y loa corrupción que hicieron esto posible incluye autoridades y órganos reguladores. Está bien documentado e incluso hay un gran numero de libros, películas y series de televisión que dan fechas, nombres, lugares y cifras al respecto.

Estos laboratorios lograron crear la falacia del “quinto signo vital” haciendo obligatorio tratar el dolor de manera agresiva. Los seguros médicos gubernamentales y privados evaluaban el desempeño de profesionales de la salud, instituciones y hospitales con base en las encuestas de opinión de pacientes ante la pregunta “¿Su dolor fue controlado satisfactoriamente? ¿Que nivel de dolor tiene? (Quilan et al 2022). Los pagos por servicios médicos y hospitalarios se castigaban si el dolor no era controlado al 100% lo cual sabemos desde el punto de vista médico, no es posible lograr. De ese modo se forzó a profesionales de la salud e instituciones a usar muy altas dosis de opioides principalmente, para controlar el dolor incluida la población pediátrica. Esto alcanzó a la prestación de servicios dentales. Se condicionó a una gran cantidad de cerebros menores de edad, a ser consumidores vitalicios de opioides. (Lembke, 2016)

Muchas de estas personas son quienes ahora vemos buscando drogas ilícitas en las calles para atenuar los efectos de una dependencia creada desde los servicios médicos y dentales. Y son estas personas quienes han engrosado las estadísticas de muertes asociadas a sobredosis.

El abuso de sustancias es un problema muy complejo que debe verse desde varias perspectivas. En lo relativo a los pacientes no debe verse como un crimen si no como un padecimiento. No es posible que una sociedad vea como “lo normal el consumo de sustancias psicotrópicas asociadas a un problema de salud pública. Esto ha creado una sombra de abusos, crímenes y muerte a partir de una espiral de corrupción.

Es absurdo e injusto que se quiera culpar a otras naciones como las causantes de esta crisis y no querer, ni poder, contener a una población de mas de 100 millones de personas ávida de consumir sustancias y justificarlo por ser la cultura de la libertad y la “Gratificación  inmediata”. Esto esta asociado y es la causa de pérdida del bienestar de las personas y genera una red criminal que incluye a instituciones gubernamentales y órganos  reguladores.


Referencias

Lembke, A. (2016). Drug Dealer, MD: How doctors were duped, patients got hooked, and why it’s so hard to stop. JhU press.

Nath, A., Choudhari, S. G., Dakhode, S. U., Rannaware, A., Gaidhane, A. M., Dakhode, S., & Gaidhane, A. (2022). Substance abuse amongst adolescents: an issue of public health significance. Cureus, 14(11).

National Center for Drug Abuse Statistics (NCDAS) 2023. Drug Abuse Statistics. https://drugabusestatistics.org

Quinlan, J., Levy, N., Lobo, D. N., & Macintyre, P. E. (2022). No place for routine use of modified-release opioids in postoperative pain management. British Journal of Anaesthesia.

Volkow, N. D., Poznyak, V., Saxena, S., Gerra, G., & UNODC-WHO Informal International Scientific Network (2017). Drug use disorders: impact of a public health rather than a criminal justice approach. World psychiatry : official journal of the World Psychiatric Association (WPA), 16(2), 213–214. https://doi.org/10.1002/wps.20428

Héctor L. Frisbie
Nació en la Ciudad de México en 1965. Se graduó como Médico Cirujano en 1989 en la Ciudad de México. De la especialidad de Ginecología y Obstetricia en 1996 en la Ciudad de México. Fellow del Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia. Se graduó en Alta Dirección en Instituciones de Salud Publica en el IPADE. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Centro Médico Dalinde en la Ciudad de Mexico. Director General del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato. Es candidato al Doctorado en Salud Pública por la Universidad Walden en Minneapolis Minnesota. Desde 2010 practica medicina en EU. Participa regularmente en entrevistas de salud en las cadenas UNIVISION y TELEMUNDO. Tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud asociado a un noticiero y se transmite cada semana en la República Mexicana.

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