Steven Spielberg, el ex “rey Midas”

10/11/2018 - 12:00 am

Todo lo bueno de Hollywood está concentrado en la figura omnímoda de Steven Spielberg. Todo lo malo, también. En el lado oscuro de la báscula donde brilla el peso específico del productor y director más poderoso de la llamada Meca del Cine, hacen fuerza los creyentes en las teorías conspirativas. Para ellos, el célebre hacedor de éxitos descomunales como Tiburón, E.T., el extraterrestre y La lista de Schlinder, entre otras, sería el portador del virus con que la cultura estadounidense ha logrado conquistar el mundo, llenando el estómago de los espectadores con muchas palomitas y sus cerebros con infinitas cantidades de células madre donde el bueno siempre es el gringo y el malo es el otro, el distinto. Él, entre los muchos honores recibidos por su larga y fructífera carrera cinematográfica, por caso la Orden del Imperio Británico, vive con mucho orgullo sus estigmas hollywoodenses. “Hollywood tiene una reputación terrible, pero no se lo merece, Hollywood tiene mucha lealtad. En Hollywood hay muchas personas que creen en los valores, pero sólo leemos acerca de las malas noticias de ahí”, declaró.

La balanza, no obstante, se inclina fuerte hacia el lado aquel donde el cineasta de 71 años, judío fervoroso y magnánimo, se levanta como un tótem donde podría dibujarse el contorno de gran parte de la cultura contemporánea. Al fin al cabo, es Spielberg el mago que condensó las fantasías del público en filmes icónicos como Indiana Jones (ahora está haciendo una continuación) y En busca del arca perdida.

Es él el tipo acendrado en los mitos de su país de origen, interesado por la historia del mundo, capaz de analizar la Segunda Guerra Mundial con la lente trágica del Holocausto o de atravesarla navegando el océano, peleando a cuerpo descubierto en Pacific, la serie que produjo para HBO junto a su amigo Tom Hanks. Band of brothers, la otra serie, y Salvar al Soldado Ryan, la película, son los otros proyectos “bélicos” que unieron al famoso actor de Forrest Gump con el no menos reconocido director de Jurasic Park. Ambos decidieron contar “la totalidad” de la Segunda Guerra Mundial, probablemente porque ambos son así: hombres que no se miden a la hora de encarar empresas imposibles.

El cantautor brasileño Zeca Baleiro, uno de los más populares de la música contemporánea de aquel país, ha dedicado lo que él llama un “tecno shashado” a Steven Spielberg. Aficionado a los juegos de palabras, el artista habla de un amigo llamado “Juracy” que lo invita a pasear por un parque y, así, el Jurassic Park de Hollywood se convierte en el Parque da Juracy, de San Pablo. Ambos inspiran miedo, sobre todo porque no existen.

Levantaron la voz casi hasta los gritos los estudiosos de la prehistoria cuando se dieron cuenta de que los dinosaurios de la legendaria película de 1993 protagonizada por Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum, definitivamente nada tenían que ver con las auténticas criaturas que vivieron 200 millones de años antes que los hombres. Ya era tarde. Cuando una persona piensa en un dinosaurio, piensa en uno de esos bichos verdes que Steven creó con la ayuda de Michael Crichton en el guión y, por supuesto, con la música de fondo de John Williams, sin cuyos sonidos no es posible entender el universo-Spielberg.

En el programa español El Hormiguero, uno de los más vistos de la señal de aquel país Antena 3, el actor inglés Jamie Bell, recordado por su extraordinario protagónico en Billy Elliott, jugó a adivinar las melodías de Williams que un equipo del show entonaba desde el fondo del agua. Acertó con todas. Fue aquella música la que sonó en sus audífonos cuando salió de una reunión donde Steven le ofreció ser Tintín en la pantalla grande. Lloraba (lo cual es lógico: no todos los días te reúnes con SS) y tarareaba las melodías de John Williams, recordando cuando a los 8 años fue a ver por primera vez Jurassic Park “y me cambió la vida”, según declaró. “Creo que todos alguna vez han tenido esa experiencia con alguna película de Steven Spielberg: te cambia la vida porque te hace sentir cosas increíbles”, afirmó Bell, uno de los jóvenes más centrados, divertidos y sencillos del mundo del entretenimiento.

A Steven Spielberg le llevó casi 30 años cumplir el propósito de juventud consistente en reflejar en la pantalla grande Las Aventuras de Tintín. Como dijera un crítico español: Hergé (apodo del belga George Remi), el célebre creador del personaje que aún hoy mantiene en vilo a muchos aficionados a los cómic, y el todopoderoso hombre de Hollywood estaban destinados a encontrarse. Antes de morir, en 1983, Hergé, conmovido por las similitudes que encontraba entre Indiana Jones y Tintín, le levantó el pulgar a Spielberg para que llevara al cine su personaje entrañable.

Se trata de Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio, una película de animación hecha con actores reales. O un filme de personajes reales llevados a su fase caricaturesca. Pionero como siempre ha sido en las tecnologías, la técnica del nuevo filme de Steven, producido, oh sorpresa, por el genial neocelandés Peter Jackson (¿remember El señor de los anillos?), es magistral, tal como pudo verse en el pasado octubre, cuando se estrenó en Bruselas, la tierra natal del dibujante.

En 2012 hizo Lincoln, con el genial actor Daniel Day Lewis (quien obtuvo el Oscar por este papel) , algunas películas de Disney hasta llegar, en 2017, a The Post, un filme pequeño que apenas costó 50 millones de dólares, con Mery Streep como personaje central. El periodismo otra vez en la mira y detrás de ella una gran mujer que no había sido reconocida en su momento.

En 2018 Spielberg ha vuelto a la ciencia ficción con Ready Player One, una película con buenas críticas (la aceptación del director), pero de la que probablemente esperábamos más.

Ahora está en conversaciones con Leonardo Di Caprio, con el que trabajará en la biografía del Presidente Ulysses S. Grant (1869-1877. Durante su mandato apoyó la causa negra e intentó acabar con el Ku Klux Klan), en una película producida con Lionsgate.

Estará basada en el libro de Ron Chernow, Grant y todo se prepara mientras el actor y el director logran tiempo para estar juntos y filmar.

Spielberg hace Indiana Jones y West Side Story. DiCaprio protagoniza Once Upon A Time In Hollywood, a las órdenes de Quentin Tarantino.

En estos días, todos dicen que el venerado J.J.Abrams es el nuevo “rey Midas” de Hollywood y que ha desbancado a Steven Spielberg. No importa. Él seguirá creyendo en la Meca del Cine y en seguir haciendo películas.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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