ESTA NOCHE: El Papa llega a la Nunciatura tras primer día de actividades; mañana irá a Ecatepec

13/02/2016 - 10:33 am

Según el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, un millón de personas se dieron cita adentro y afuera de la Basílica para escuchar la misa.

El Papa Francisco oficia su primera misa en México y en la Basílica de Guadalupe. Foto: Captura de pantalla
El Papa Francisco oficia su primera misa en México y en la Basílica de Guadalupe. Foto: Captura de pantalla

– Última actualización 20:15 horas

Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– El Papa Francisco llegó a la Nunciatura Apostólica tras haber oficiado su primer misa en México y en la Basílica de Guadalupe, con lo que concluyó su primer día de actividades oficiales en nuestro país.

Ahí pasará su segunda noche y el domingo asistirá al evento que se tiene programado en el municipio de Ecatepec, Estado de México, a las 11:30 a.m.

Pasados unos minutos  de haber arribado al recinto, el Papa salió de nueva cuenta a encontrarse con los fieles que permanecían afuera. Con ellos oró y les pidió que se retiraran a descansar.

Según el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, un millón de personas se dieron cita para ver al Papa a lo largo de su recorrido y en los eventos.

Alrededor de las 17:00 horas, el jefe de Estado del Vaticano llegó a la Basílica de Guadalupe entre miles de feligreses que lo esperaban en la explanada y que siguieron la misa mediante pantallas, mientras que en el interior del templo otros 5 mil fieles la presenciaron.

El Pontífice realizó un recorrido por el exterior de la Basílica en el papamóvil para poder bendecir y saludar a todos los fieles.

Con las manos en alto, globos, banderas y un gran ambiente festivo, los fieles parecían esperar a una estrella de rock. En un sector de las gradas coreaban cada letra del nombre del Pontífice para cerrar con un contundente “¡Francisco!” que retumbaba en el interior del santuario.

A bordo del papamóvil, el Sumo Pontífice llega a la explanada de la Basílica. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
A bordo del papamóvil, el Sumo Pontífice llega a la explanada de la Basílica. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
El Papa arriba a la basílica de Guadalupe. Foto: Captura de pantalla
El Papa arriba a la Basílica de Guadalupe. Foto: Especial
Miles de fieles esperaban la llegada del Papa a la Basílica de Guadalupe. Foto: Valentina López, SinEmbargo
Una de los miles de fieles esperaban la llegada del Papa a la Basílica de Guadalupe. Foto: Valentina López, SinEmbargo
Así lucía el recinto guadalupano. Foto: Vía Twitter @ConElPapa
Así lucía el recinto guadalupano. Foto: Vía Twitter @ConElPapa

En la homilía Francisco recordó a “los excluidos”, a “los descartados” y a las personas que han visto perder un familiar por la violencia criminal. Pronunció  palabras de consuelo y esperanza a las víctimas de la violencia y el dolor, al afirmar que “las lágrimas de los que sufren no son estériles” .

“Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarle criminalmente a sus hijos”, afirmó.

Posteriormente, se encerró en solitario durante 20 minutos en el llamado “camarín” de la Basílica, la pequeña sala abovedada donde se conserva la imagen de la virgen de Guadalupe plasmada en el manto de San Juan Diego.

El Papa oró frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Foto: @PJuanRuizJLC
El Papa oró frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe. Foto: @PJuanRuizJLC

FRANCISCO ES RECIBIDO OFICIALMENTE

Horas antes, el jefe del Estado Vaticano visitó el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, donde criticó que los privilegios de unos pocos han creado un terreno “fértil para la corrupción, el narcotráfico, la violencia”, entre otros problemas sociales, y exigió a los obispos tener una actitud activa ante los mismos.

Pasadas las nueve de la mañana, Francisco llegó al Palacio Nacional para la ceremonia oficial de recepción en medio de gritos de entusiasmo de miles de mexicanos que lo aguardaban.

Fue recibido por el Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera.

El Papa Francisco es recibido en el Palacio Nacional por el Presidente Enrique Peña Nieto. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
El Papa Francisco es recibido en el Palacio Nacional por el Presidente Enrique Peña Nieto. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

El Presidente resaltó la coincidencia de puntos de vista al asegurar que “las causas del Papa son también las causas de México” y destacó que el hecho de recibir a un pontífice por primera vez en el Palacio Nacional es “reflejo de la buena relación entre México y la Santa Sede”.

En su discurso, Jorge Bergoglio sostuvo que el “futuro esperanzador se forja en un presente de hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común, este ‘bien común’ que en este siglo XXI no goza de buen mercado”.

Ahí también señaló que “cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.

Tras el acto, el Sumo Pontífice se dirigió a la Catedral para una reunión con los obispos, rezó durante unos minutos en la Catedral Metropolitana después de saludar al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien le entregó las llaves de la Ciudad de México y una declaratoria de Huésped Honorífico.

Antes y después de esos minutos de recogimiento, Francisco saludó fraternalmente a la gente que se le acercaba y a las autoridades locales y religiosas que se congregaban en el lugar.

El máximo representante de la Iglesia católica pidió a los obispos de México asumir un papel más activo frente a la amenaza que representa el narcotráfico y acercarse más a los mexicanos para ayudarlos a enfrentar problemas como la violencia.

“Les ruego no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la iglesia”, dijo.

Poco después de hacer un llamado a los mexicanos a evitar actitudes que pueden conducirlos hacia el narcotráfico y la corrupción, el Papa subrayó que los pastores no pueden asumir sólo “condenas enérgicas” frente a la gravedad del fenómeno.

También pidió a los religiosos que acompañen a los millones de migrantes que “hoy viven en la diáspora o en tránsito, peregrinando hacia el norte en búsqueda de nuevas oportunidades”.

Y urgió a los obispos mantener la unidad.

“Si tienen que pelearse, peléense, si tienen que decirse cosas, se las dicen, pero como hombres, en la cara […]. Pero mantengan la unidad del cuerpo episcopal”, señaló en el único momento que improvisó en su discurso.

A la 1 de la tarde, el Santo padre se trasladó a la Nunciatura en un sencillo vehículo Fiat cerrado y no en papamóvil.

A lo largo del recorrido había fieles que esperaban para ver pasar la comitiva, pero no se apreciaron grandes aglomeraciones de gente en ningún momento, ni siquiera en el Zócalo de la capital, donde las medidas de seguridad para acceder eran muy fuertes.

– Con información de AP y EFE

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