Una de cada cuatro empresas en México es espiada; el sector automotriz, uno de los más sensibles

15/07/2013 - 12:03 am

Ciudad de México, 15 de julio (SinEmbargo).- El espionaje no sólo se da a nivel de gobiernos; las empresas también son un blanco fácil para las espías y robo de información, principalmente por parte de empleados inconformes con las políticas internas o que están resentidos con sus superiores, advierte el Director del Departamento de Estudios Internacionales de Tec de Monterrey Campus Santa Fe, Juan Carlos Rivera.

De acuerdo con el Informe Global Sobre Fraude 2012-2013 de la consultora Kroll – elaborado en colaboración con The Economist Intelligence Unit–, 26% de las empresas mexicanas fueron afectadas por robo de información, empatando con los Estados Unidos y Rusia en el segundo lugar más alto a nivel global.

El robo de información se mantiene como uno de los más extendidos fraudes que enfrentan las compañías, tanto en México como a nivel global. Sin embargo, solo 22% de las empresas cree que son alta o moderadamente vulnerables ante este fraude, lo que parece indicar una falta de atención adecuada ante este crimen.

“Aunque en México no se han dado grandes escándalos de espionaje industrial, sí existe una cantidad importante de información que circula en las trasnacionales”, señala el investigador, quien advierte que uno de los sectores más sensibles a esta práctica es el automotriz, ya que cada vez es más amplia la presencia de estas empresas en el país.

Otros sectores con mayor propensión a este delito son el financiero, de alimentos, publicidad y despachos de abogados.

Según el Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, este delito representa pérdidas de 35% de las utilidades empresariales. El 55.7% de los casos de espionaje en el país tiene objetivos económicos, 25.4% se ligan a homicidios y en 9.1% de los casos son para dañar o causar temor, aunque 2.6% se realizan con motivaciones sexuales y el 0.8% para repeler acciones de la autoridad, establece el informe.

Juan Carlos Rivera citó el caso de la industria farmacéutica y el riesgo que representa que alguien robe los secretos de una de las grandes trasnacionales, pues puede ser usado para la fabricación de algún tipo de arma bacteriológica.

La mayoría d elos casos de espionaje tienen un objetivo económico. Foto: Cuartoscuro
La mayoría de los casos de espionaje tienen un objetivo económico. Foto: Cuartoscuro

LAS CAMIONETAS DE SANTA FE

En México, la práctica aún no está muy arraigada y hasta cierto punto es fácil de detectar, por ejemplo, en la zona de corporativos de Santa Fe, en la Ciudad de México, es común ver estacionadas camionetas cerradas tipo van o de algún otro modelo, muchas veces se ve a personas que suben y bajan paquetes o correspondencia, en ocasiones, dentro de estos vehículos puede haber todo un equipo de espionaje que registra lo que sucede en alguna de las empresas cercanas.

Los “espías”, generalmente, buscan robar dos cosas: las listas de clientes y documentos que incluyan proyectos estratégicos.

Una forma de espionaje industrial que se ha hecho común en México es la llamada “el hombre de en medio” que opera principalmente en cibercafés, centros de negocios de los hoteles y oficinas de convenciones.

Este famoso hombre se infiltra en la redes y roba la información de cualquiera que se conecte a Internet en estos sitios. Por si eso fuera poco, existen al menos 120 satélites militares que diariamente pueden interceptar las telecomunicaciones en el país.

En México, estos casos son tan comunes que incluso grandes empresas como Bachoco implementaron desde 1998 medidas para proteger sus fórmulas y proyectos. Otro ejemplo de protección de información estratégica es Coca Cola, su fórmula es el secreto más caro y más deseado, pero la empresa lo tiene tan bien guardada que nadie ha podido conseguirla.

Un millar de compañías Fortune, han llegado a la conclusión de anualmente, el espionaje industrial ocasiona en el mundo pérdidas cercanas a los 45 mil millones de dólares, tan sólo en Estados Unidos se pierden al menos 30 mil millones de dólares anuales por robo de información corporativa.

Nueve de cada 10 empresas estadounidenses sufrieron el ataque de un virus informático de espionaje, pese al uso de programas de seguridad. Los ataques provocan una media de daños de 24 mil dólares por  empresa.

¿CUÁNTO CUESTA TU INFORMACIÓN?

La consultora en tecnología Joint Future Systems cifró entre 100 mil y 200 mil dólares la cantidad que debe desembolsar una empresa para implementar algún sistema de protección de su información.

“Las empresas mexicanas ¿son vulnerables?, sí, porque la mayoría no consideran que son sujetas de este tipo de riesgos, cualquier empresa que esté utilizando métodos informáticos, una computadora, enfrenta este tipo de riesgos.

“Hace falta una legislación y una educación de los daños económicos que puede generar. Tan sólo una página de una red social puede servir para infiltrarse en una empresa y acceder a las cifras”, advirtió el investigador del Tec de Monterrey.

Un ejemplo que todos recuerdan es cuando en mayo de 2003, un empleado de la empresa Vanguardia en Informática, extrajo del Instituto Federal Electoral el padrón de votantes con los datos de 58 millones de mexicanos que posteriormente vendió a la empresa estadounidense Choice Point por 250 mil dólares.

Todos los secretos tienen precio, un diagnóstico de la empresa de seguridad Cipher Trust estima que un hacker puede recibir entre 350 y mil dólares, en algunos casos mucho más, sólo por lograr intervenir la red de alguna empresa.

 

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