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Rubén Martín

15/08/2021 - 12:04 am

El Zapotillo: triunfo de las resistencias

Sea lo que decidan, ya es una victoria el compromiso presidencial de que no se inundarán las tres comunidades en riesgo.

La nueva propuesta del Gobierno de la Cuarta Transformación cambia el destino final del agua que eventualmente sea almacenada en El Zapotillo. Foto: Presidencia.

Por donde quiera que se mire, la propuesta planteada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el megaproyecto hidráulico de El Zapotillo, es un triunfo y es fruto de la tenaz resistencia que emprendieron las comunidades que corrían el riesgo de verse inundadas: Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

Como se sabe, la presa El Zapotillo, en el municipio de Cañadas de Obregón en Jalisco, fue impuesta por el Gobierno federal desde el sexenio de Vicente Fox Quesada, con la complacencia de los gobiernos de Jalisco y de Guanajuato (los tres mandatarios eran panistas) y consistía en un reparto del agua almacenada en la represa que se destinaría mayoritariamente a la ciudad de León y al corredor agropecuario-automotriz de El Bajío guanajuatense mediante un acueducto.

Después de 16 años de intentos de imponer un proyecto, y después de varios años que la construcción de la presa por amparos que han ganado las comunidades y ejidatarios de Los Altos de Jalisco, el Presidente López Obrador viajó directamente el sábado 14 de agosto hasta la localidad de Temacapulín, Cañadas de Obregón, donde les planteó una alternativa para que se pudiera utilizar la presa con una cortina de 80 metros y no los 105 metros como fue diseñada originalmente en 2005 por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con el compromiso de que los tres pueblos, Temacapulín, Acasico y Palmarejo, no se inundarían.

Esta nueva propuesta del Gobierno de la Cuarta Transformación cambia el destino final del agua que eventualmente sea almacenada en El Zapotillo, pues deja fuera del reparto a León, Guanajuato; el embalse tendría capacidad para surtir unos 3.5 metros cúbicos de agua para localidades de Los Altos y zona metropolitana de Guadalajara.

López Obrador informó a los pobladores de las localidades afectadas que el próximo sábado 21 de agosto, el director de Conagua, Germán Martínez Santoyo, regresaría a Temacapulín para presentar la propuesta de modo más detallado y que en un mes el mismo Presidente regresaría a esa localidad a escuchar la respuesta de las comunidades.

Desde el sábado por la tarde, los pobladores discutían en asamblea la visita del Presidente y la propuesta que les dejó ahí mismo, en la plaza principal del pueblo. Pero sea lo que decidan, ya es una victoria el compromiso presidencial de que no se inundarán las tres comunidades en riesgo.

Las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo nunca fueron consultadas, ni preguntadas si querían ser reubicadas en nuevos centros de población y que cambiaran radicalmente sus medios de ganarse la vida para convertirlos de campesinos en pescadores o proveedores de servicios turísticos como se imaginaron desde el escritorio de la capital los burócratas que diseñaron este megaproyecto.

Al enterarse de este despropósito, de inundarlos y obligarlos a cambiar sus medios de vida, las comunidades emprendieron una lucha que ha incluido todos los medios pacíficos disponibles: peticiones a la autoridad, solicitudes de información, desplegados, comunicados y ruedas de prensa, carreras de atletismo, concurso de preparación de salsas de chile, consultas populares, marchas, manifestaciones, toma de la presa, plantones, y un amplio abanico de recursos jurídicos.

Gracias a esta combinación de denuncia pública, movilización social y defensa jurídica las comunidades organizadas en el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo lograron crear un movimiento social que primero organizó y cohesionó a las comunidades, llamó la atención de la sociedad civil de Guadalajara y del país y creo vínculos y resonancias con organizaciones y pueblos que padecen el mismo problema: la imposición de megaproyectos privados por parte de gobiernos y de empresas privadas a quienes les importa un comino la vida de los pueblos y el destino de las personas con tal de sacar adelante una obra costosa que además de dejarles grandes ganancias a las constructoras, por lo regular terminan privatizando el agua debido a las concesiones que el Estado entrega a particulares.

En el camino, la comunidad de Temacapulín fue anfitriona del Tercer Encuentro Internacional de Afectados por Represas y sus Aliados en octubre de 2010 y donde recibieron a activistas de diferentes partes del mundo que luchaban por una misma causa: defenderse de los megaproyectos hidráulicos que lo despojaba de sus territorios y de los medios para la reproducción de su vida.

En el camino, las comunidades que han resistido a El Zapotillo también se encontraron con la imposición, el engaño, la mentira y las manipulaciones de parte de la clase política de todos los colores. El entonces Gobernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, les dijo en 2010 que si la mayoría de la población rechazaba la presa, ésta no se construiría. La comunidad organizó una consulta popular en enero de 2011 y más de 98 por ciento de los pobladores dijeron no a la construcción de la presa. A pesar de ello, el Gobernador de Jalisco siguió con las obras complementarias a la presa como la construcción del Nuevo Centro de Población de Talicoyunque a donde se quería obligar a reubicar a los habitantes de Temacapulín.

Llegó en 2013 un Gobernador priista, Aristóteles Sandoval Díaz, y les dijo que se opondría a la presa, pero cambió de opinión y avanzó en el proyecto. Y en 2018, llegó bajo las siglas de Movimiento Ciudadano el actual Gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, y también dijo que se oponía a El Zapotillo. Pero al igual que los anteriores políticos, se echó para atrás y desde hace más de un año pedía al Gobierno federal que se reactivara el proyecto de la mano del Gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, y bajo una intensa presión de empresarios de ambos estados.

Pero las comunidades siguieron resistiendo. De modo que la decisión anunciada este sábado 14 de agosto en la plaza principal de Temacapulín es fruto de la lucha de las comunidades, es una victoria para la tenaz resistencia que han mantenido a lo largo ya de 16 años. En tiempos del capitalismo donde impera la acumulación por despojo, y donde lo habitual es la imposición de megaproyectos contra los pueblos, la victoria de una resistencia a estos megaproyectos del Estado y el capital es una luz de esperanza para otras luchas que defienden el territorio, el agua y la vida.

Rubén Martín
Periodista desde 1991. Fundador del diario Siglo 21 de Guadalajara y colaborador de media docena de diarios locales y nacionales. Su columna Antipolítica se publica en el diario El Informador. Conduce el programa Cosa Pública 2.0 en Radio Universidad de Guadalajara. Es doctor en Ciencias Sociales. Twitter: @rmartinmar Correo: [email protected]

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