México

Cascos de policía y altares a la Santa Muerte: Así recuperaron edificio de la CNDH

16/04/2022 - 11:02 am

Omar Harfuch, Secretario de Seguridad en la capital, justificó el desalojo de las activistas tras la denuncia pública de una mujer que difundió un vídeo en el que cuatro encapuchadas de la agrupación destrozan su vehículo con ella a bordo.

Ciudad de México, 16 de abril (SinEmbargo).– Luego de que elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CdMx) recuperaron las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico, se difundieron fotografías de las condiciones en las que se encontraba el inmueble.

El inmueble, que estuvo tomado durante más de año y medio por el grupo feminista Okupa, con familias de víctimas de feminicidio y desaparición, albergaba cascos de policía, semáforos rotos, dulces y un retrovisor de un auto y parte de un altar a la santa muerte.

Ayer, el Secretario de Seguridad de Ciudad de México, Omar García Harfuch, justificó el desalojo de las activistas tras la denuncia pública de una mujer que difundió un vídeo en el que cuatro encapuchadas de la agrupación destrozan su vehículo con ella a bordo.

Detención de las integrantes de Okupa. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

“Derivado de una denuncia por agresiones en la calle República de Cuba, la Fiscalía CDMX y SSC_CDMX (Secretaría de Seguridad Ciudadana) intervinieron y se recuperó un inmueble de donde salieron las agresoras con el fin de evitar que sea utilizado para realizar más acciones que ponen en riesgo a la ciudadanía”, tuiteó el secretario.

El periodista Carlos Jiménez compartió a través de sus redes sociales una serie de fotografías del interior del inmueble, donde también fueron encontrados diversos objetos como botellas de tequila, vodka, cerveza, un periódico, una gorra de policía, una lavadora y juguetes.

Además, Jiménez detalló que otros objetos hallados fueron bombas molotov y bolsas con una sustancia similar a la mariguana.

“En el lugar hallaron bolsas con mariguana, bombas molotov, semáforos, cascos y escudos de policía…”, compartió en otro tuit Jiménez.

 

A esto se suma que durante el cateo, una de las mujeres de Okupa amenazaba con lanzarse desde la parte alta del edificio aledaño a las instalaciones de la CNDH.

Le decían “nada más ten cuidado”, a lo que la mujer vestida de negro y encapuchada respondía “estoy resguardando mi vida. Es la violencia que yo repudio contra la que estoy luchando” y momentos después desiste de esta acción.

 

El objetivo de la ocupación, que causó revuelo nacional, era crear un espacio seguro donde mujeres que hubieran sufrido violencia pudieran acudir y recibir apoyo de todo tipo.

Pero la CNDH pidió el viernes a la Fiscalía de Ciudad de México investigar a la agrupación tras la denuncia del jueves de una mujer que circulaba en su auto cuando cuatro encapuchadas salieron del edificio para agredirla con tubos.

“Esta Comisión Nacional se encuentra preocupada por los sucesos que ocurren dentro del mismo lugar y sus inmediaciones, los que han documentado ya varias víctimas tanto públicamente como mediante denuncias y quejas”, advirtió el organismo autónomo.

LOS HECHOS DE LA DENUNCIA

Según la denuncia, la mujer se encontraba a bordo de su vehículo en dicha zona cuando fue detenida por un grupo de mujeres encapuchadas que le exigieron dinero a cambio de dejarla pasar, debido a que se negó, las personas cubiertas del rostro comenzaron a pintar el coche con aerosol y cuando la afectada intentó grabar la insultaron y golpearon el automóvil con tubos de metal. Ella logró salir del vehículo, pero le quitaron su celular y ya no lo pudo recuperar.

“Por suerte no salió lastimada, pero pudo haber sido mucho peor. Me duele mucho pensar en mi mamá sola dentro de su coche, asustada y vulnerable mientras 4 personas la atacan de esta manera. Me da mucha rabia e impotencia”, expuso en Twitter la usuaria @_nnux, Ana López Reyes, compositora y tecladista mexicana, quien se identificó como se identificó como la hija de la víctima.

La Fiscalía afirmó que después de los hechos, la agraviada se retiró del lugar y se presentó a la Fiscalía de Investigación Territorial en Benito Juárez, adscrita a la Coordinación General de Investigación Territorial, para presentar una denuncia; ahí se abrió la carpeta de investigación mientras que el personal multidisciplinario de la Dirección General de Atención a Víctimas, de la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género, le dio la asistencia correspondiente.

Videos difundidos en redes sociales mostraron el momento exacto en el que la mujer fue agredida. Ana López detalló que su madre estaba cerca de Okupa Cuba –antigua sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) tomada como protesta por mujeres manifestantes desde septiembre de 2020–, cuando comenzaron los ataques.

De acuerdo con su versión, la mujer agraviada intentó bajarse del coche mientras una persona con el rostro cubierto le decía que se fuera y le impedía abrir la puerta. Cuando consiguió bajar de la unidad, lo hizo con las manos en alto y repitiendo “soy maestra de la Universidad Metropolitana”, y la persona que la agredía respondió: “Aquí la gente ya sabe lo qué es, ya sabe la dinámica. Como maestra no tienes conciencia ni de género. Aquí no estás en tu calle ni en tu colonia rica. Te estamos pidiendo que te vayas ya. Nadie te va a hacer caso”.

Ana López informó que su madre no sufrió lesiones físicas y cuestionó este tipo de movimientos, asegurando que entendía “la rabia, entiendo querer pintar los nombres de las víctimas por toda la ciudad. Pero, ¿esto?, ¿cerrar calles y atacar de esta manera a una mujer porque no te da dinero?”, por lo que exhortó a reflexionar y pidió que esta situación no fuera usada para desprestigiar el movimiento feminista.

El inmueble estuvo tomado durante más de año y medio por el grupo feminista Okupa. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

“¿A dónde estamos yendo con esto? Creo que es momento de pausar y reflexionar. No puedo entender cómo esto va de la mano con pedir justicia para las mujeres. Simplemente no entiendo. Me parece muy grave que estemos llegando a esto. No quiero que esto se use para desprestigiar el movimiento. Yo me considero feminista. Son esas ramas radicales, violentas, transfóbicas muchas veces, que me desilusionan cada vez más. Siento que es fácil perderse dentro de todo eso”, puntualizó la productora.

En redes sociales, las integrantes de Okupa Cuba aseveraron que las acusaciones en su contra no tienen argumentos porque la profesora les habría aventado el coche y casi atropellaba a dos menores de edad que viven en esa calle.

“Sí, ya sabemos que siempre somos las culeras. Que ahora estamos en la hoguera porque una señora nos acusa de haberle roto los vidrios de su coche sin mencionar que fue una respuesta de autodefensa por aventarnos el coche mientras estábamos boteando y que por legitimar su dinámica de poder casi atropella a dos infancias que viven en esta calle y a una compañera del bloque que se atravesó para evitar que les alcanzara”, afirmaron.

Posteriormente aseguraron que dos vecinas le habrían arrebatado el celular a la denunciante. “¿Por qué no dice que el barrio completo la quería linchar por esa acción y no solo nosotras respondimos a sus agresiones y que su celular se lo arrebataron dos vecinas? Es bien fácil y bien lamentable que ahora todo el mundo utilice el papel de víctima para evadir responsabilidades y evitar cuestionamientos”, expusieron.

En su momento, la movilización de Okupa desató una onda de protestas que se replicó en al menos 26 de las 32 entidades del país, donde las mujeres adoptaron como herramienta la toma de instalaciones públicas para exigir justicia.

El objetivo de la ocupación, que causó revuelo nacional, era crear un espacio seguro donde mujeres que hubieran sufrido violencia pudieran acudir y recibir apoyo de todo tipo. Foto: Graciela López, Cuartoscuro
Okupa desató una onda de protestas que se replicó en al menos 26 de las 32 entidades del país. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

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