La cura para el desamor; científicos encuentran un analgésico natural contra el rechazo social

16/10/2013 - 1:30 am
Foto: Cuartoscuro
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Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).– La ciencia detrás de las relaciones sentimentales es compleja. Sin embargo, a la par de las reacciones químicas que acompañan al enamoramiento se encuentra, en contraparte, otra serie de impulsos desagradables que acompañan a los rompimientos. No obstante, en lo referente a este último y doloroso apartado, los científicos descubrieron ciertos mecanismos que el organismo activa para paliar el desamor.

De acuerdo un nuevo estudio estadounidense realizado por científicos de la Universidad de Michigan, el cerebro humano produce opioides para aliviar las emociones negativas que suelen invadir a la mayoría de las personas al ser rechazadas sentimentalmente. De esta manera, los investigadores encontraron un sistema analgésico natural del cerebro mediante el cual responde al rechazo social y no sólo al daño físico, publicó la revista Molecular Psychiatry.

“Es la primera investigación del cerebro humano que demuestra que el sistema de producción de opioides se activa en caso de rechazo social. Sabíamos que el cerebro de los animales produce opioides en caso de estrés social y aislamiento, pero no sabíamos dónde sucedía en el cerebro de los humanos”, dijo David Hsu, autor del estudio.

En el estudio participaron 18 personas, a quienes los investigadores les mostraron cientos de imágenes de personas del otro sexo y les pidieron que eligieran a aquellas que consideraran que les cayera mejor. Después de esto, los especialistas examinaron a los participantes mediante una tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), y en el tiempo de examen los participantes les informaron que las personas que habían elegido les habían rechazado.

Foto: Cuartoscuro
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De manera curiosa, aunque los voluntarios tenían el conocimiento de que el rechazo era inventado, no pudieron evitar verse afectados. La realidad era que las personas que les habían gustado no los habían visto y, naturalmente, el rechazo que los científicos les comunicaban no existía como tal. Sin embargo, a pesar de saber esto, los participantes sintieron emociones negativas y el tomógrafo registró emisiones de opioides en el cerebro.

Antes del estudio los científicos examinaron la estabilidad emocional de los participantes. La investigación permitió concluir que el cerebro de la gente más estable produce más opioides, en concreto sus amígdalas, la región encargada del proceso de las reacciones emocionales. No obstante, los investigadores descubrieron que los opioides también se producen en el caso contrario, es decir, cuando la gente sabe que el interés por otra persona es recíproco.

De igual manera, de acuerdo con los hallazgos de los especialistas universitarios, las personas del estudio que obtuvieron una calificación alta en un rasgo de la personalidad llamada resiliencia, conocida también como la capacidad de adaptarse a los cambios ambientales, tuvieron la mayor cantidad de activación de este analgésico natural.

“Las personas que tuvieron un puntaje alto en el rasgo de resistencia en un cuestionario de personalidad tendían a ser capaces de liberación más opiáceos durante el rechazo social, sobre todo en la amígdala”, dijo Hsu. “Esto sugiere que la liberación de opioides en esta estructura, durante el rechazo social, puede ser para protección o para adaptación”, agregó.

Por otra parte, los científicos opinan que este hallazgo podría emplearse en estudios sobre depresiones. Es posible que el cerebro de la gente que sufre depresión o fobias sociales produzca menos opioides. Así mismo, es probable que estas personas se recuperen de peor manera de la experiencia social negativa y al mismo tiempo sean menos capaces de disfrutar la experiencia positiva, afirman.

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