Masonería: ¿hay alguien ahí?

17/07/2013 - 12:00 am

La masonería desde siempre ha despertado interés, curiosidad, morbo e intriga. A su alrededor se han tejido mitos y leyendas algunas justificadas; otras, más bien producto de las mentes apasionadas e ignorantes de sus eternos enemigos medievales que cobijados por el fanatismo, la ambición y la hipocresía, buscan desacreditarla a toda costa.

Herejes, ateos, brujos, practicantes de ritos satánicos y, recientemente, comunistas, socialistas, sionistas, conspiradores, poder detrás del trono, iluminatis, etc., son algunos de los calificativo que le son prodigados a sus miembros.

Lejos de eso, la masonería es una institución ética, filosófica e iniciática que pretende inculcar una vida de virtudes humanas, de compromiso social, de filantropía, rectitud y otros atributos que exaltan los valores y principios universales que nos hacen seres humanos.

Como en toda organización humana, en la masonería no es raro encontrar a miembros que representan justamente lo contrario. Pero la lista de masones que históricamente han contribuido al desarrollo humano es larga e interesante.

Fueron o son masones: Abraham Lincoln, Alejandro Dumas, Alexander Pope, Andrés Bello, Ludwig Van Beethoven, Bernardo O’Higgins, Charles Lindberg, Albert Pike, José Martí, Isaac Newton, George Washington, Giussepe Garibaldi, Mahatma Ghandi, Salvador Allende, Louis Armstong, Martin Luther King, Napoleón Bonaparte, Nelson Mandela, Rubén Darío, Simón Bolívar, Wolfgang Amadeus Mozart, Voltaire, Walt Disney, Sigmund Freud, Oscar Wilde, Enrico Fermi, Alexander Fleming, Robert Baden-Powell, Carlos Marx, y, posiblemente, Carlos Darwin y Antonio Machado, entre muchos otros.

En México, componen la lista: Ignacio Aldama, Miguel Alemán Valdés, Ignacio Allende, Ignacio Manuel Altamirano, Mariano Arista, Ponciano Arriaga, José María Bocanegra, Nicolás Bravo, Anastasio Bustamante, Lázaro Cárdenas del Río, Venustiano Carranza, María Chávez Alonso, Luis Donaldo Colosio, Ignacio Comonfort, Santos Degollado, Félix Díaz, Porfirio Díaz, Arquímides Caballero, Plutarco Elías Calles, Mariano Escobedo, Juan R. Escudero, Enrique Flores Magón, Jesús Flores Magón, Ricardo Flores Magón, Hermenegildo Galeana, Manuel Gómez Pedraza, Vicente Guerrero, León Guzmán, Valentín Gómez Farías, Miguel Hidalgo y Costilla, Agustín de Iturbide, Carlos Jonguitud Barrios, Benito Juárez García, Miguel Lerdo de Tejada, Sebastián Lerdo de Tejada, Adolfo López Mateos, López Rayón, Antonio López de Santa Anna, Francisco I. Madero, Manuel López Cotilla, Ignacio Mariscal, Maximiliano I de México, Justo Mendoza, Mario Moreno, Francisco J. Múgica, Amado Nervo, Álvaro Obregón, Melchor Ocampo, Pascual Ortiz Rubio, Francisco O. Arce, Joaquín Pardavé, José María Pino Suárez, Emilio Portes Gil, Francisco Primo de Verdad, Andrés Quintana Roo, Ignacio Ramírez, Abelardo L. Rodríguez, Servando Teresa de Mier, Claudio N. Tirado, Guadalupe Victoria e Ignacio Zaragoza, entre una larga lista.

Más allá de lo que hicieron o dejaron de hacer estos personajes, es lamentable que los masones actuales eviten o teman vivir su momento histórico. Pareciera que se recargan en el antecedente heroico de sus predecesores y a partir de ello, pretendieran sostener sus principios y valores.  Porque, ¿dónde están los masones ahora que el pueblo de México y la propia humanidad se encuentran en crisis?

Pablo Alarcón Cháires
Nació en Morelia, Mich. Estudió biología y cursó una maestría en Manejo de Recuros Naturales en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Actualmente labora en el Laboratorio de Etnoecología de la UNAM y participa en el programa de docencia de la ENES-Morelia. Ha realizado contribuciones periodísticas en La Jornada, La Jornada Michoacán y otros diarios de circulación estatal.
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