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Greenpeace

18/01/2021 - 12:00 am

Comercios ante la prohibición de plásticos en CdMx

La  entrada en vigor de la prohibición de plásticos en la Ciudad de México (CDMX) el pasado primero de enero, nos lleva a reflexionar sobre cuáles son las alternativas que tienen comercios y restaurantes para cumplir la ley, al mismo tiempo en que garantizan la subsistencia de sus negocios en tiempos de pandemia. A la par surge el reto de asegurar que dichas alternativas sean realmente ecológicas para que la prohibición cumpla con su objetivo fundamental, es decir, el cuidado del medio ambiente.

Podemos contribuir al cumplimiento de esta ley apoyando a los negocios. Foto: Cuartoscuro.

Por Ornela Garelli*

La  entrada en vigor de la prohibición de plásticos en la Ciudad de México (CDMX) el pasado primero de enero, nos lleva a reflexionar sobre cuáles son las alternativas que tienen comercios y restaurantes para cumplir la ley, al mismo tiempo en que garantizan la subsistencia de sus negocios en tiempos de pandemia. A la par surge el reto de asegurar que dichas alternativas sean realmente ecológicas para que la prohibición cumpla con su objetivo fundamental, es decir, el cuidado del medio ambiente.

En diversos espacios hemos visto que la percepción extendida -entre ciudadanía en general, comerciantes y restauranteros- es que la prohibición implica sustituir los plásticos no permitidos por productos desechables de otros materiales. Pero ¿es realmente esto una alternativa ecológica? La respuesta es no.

Es muy importante aclarar que las prohibiciones de plásticos de un solo uso, en CDMX y en el resto del mundo, buscan un cambio cultural así como incentivar una transformación en las formas en que tradicionalmente se produce, se distribuye y se consume. Por esto, la idea no es prohibir los plásticos por prohibirlos, ni llevar a sustituirlos por desechables de otro tipo, lo central es acabar con la cultura del “usar y tirar”.

La contaminación por plásticos de un solo uso es un problema porque los plásticos contaminantes, además de tardar siglos en degradarse, están diseñados para usarse por una vez o un par de veces y después tirarse. Aquí está el meollo del asunto, productos diseñados para convertirse en residuos, residuos que están inundando el planeta y que por tanto se deben evitar. Si cambiamos los plásticos por otros desechables (sean del material que sean) no estamos atendiendo el problema ambiental, solo estamos trasladando la presión ambiental a otro sitio, es decir, de la contaminación por plásticos a otras problemáticas como la deforestación, el cambio climático o la generación de residuos de otros materiales.

En este sentido, el sustituir los plásticos desechables por productos biodegradables, compostables, de papel, cartón, o reciclables, son falsas soluciones que debemos evitar. Por ejemplo, los plásticos biodegradables para poder descomponerse requieren de condiciones especiales de calor y humedad que no se encuentran en la naturaleza, por lo que no van a desaparecer mágicamente. Al contrario, éstos también pueden fragmentarse en pedazos más pequeños, como los microplásticos, y entrar a la cadena alimenticia al ser consumidos por los animales marinos.[1] Mientras que los insumos de papel pueden contribuir a la deforestación.

Entonces, ¿Qué pueden hacer los comercios y restaurantes para seguir vendiendo sus productos, cumplir con la ley de prohibición y proteger nuestro Planeta?  La respuesta se encuentra en la Revolución del Reúso. En la transición hacia formas de distribución de los productos que estén basadas en la reutilización y el refill (recarga, relleno) o en la venta de productos libres de empaque. El cambio cultural implica que en lugar de plásticos y otros artículos de un solo uso, optemos por artículos hechos de materiales durables, resistentes, no tóxicos, diseñados para utilizarse por mucho tiempo y por muchas veces, y así evitar la generación de residuos. Cuando utilizas muchas veces un artículo, su huella ambiental disminuye.

A lo largo del mundo existen un sin número de ejemplos de iniciativas, incluidas aquellas en el sector de venta de alimentos y bebidas, que han innovado en el uso de sistemas de distribución basados en la reutilización. Aquí algunos ejemplos:

-Uso de envases retornables, particularmente en el sector de bebidas. Las empresas, cafés o restaurantes sirven las bebidas en botellas retornables (de plástico, vidrio u otro material pero diseñadas para reutilizarse), cobran un importe, el cliente se lleva su compra, y al retornar la botella recibe de regreso lo que pagó de importe. Así como en el caso de las caguamas, de algunas botellas de refresco o incluso de los garrafones de agua.

-Uso de recipientes reutilizables para entregar comida para llevar. Restaurantes locales o puestos de comida de menor tamaño podrían implementar un sistema de entrega con tuppers o contenedores reutilizables con clientes regulares o cercanos. El negocio puede entregar los alimentos y bebidas en recipientes y termos reutilizables,  recogerlos caminando o en bicicleta, y lavarlos con agua y jabón en el mismo restaurante o local. Esto puede hacerse por ejemplo en zonas de oficinas, donde hay muchos clientes regulares y concentrados en sitios cercanos.

-Dar incentivos a los clientes para que lleven sus propios contenedores y envases reutilizables para alimentos y bebidas. Ejemplos de estos incentivos puede ser ofrecer descuentos, dar algunos extras, acceder a una promoción, etc. “Trae tu tupper y te regalamos un ingrediente extra en tu ensalada”.[2]

¿Son los reutilizables seguros en un contexto de pandemia? Sí, lo son. Si seguimos las recomendaciones de las autoridades sanitarias de lavar con agua y jabón constantemente todos los objetos y superficies, podemos garantizar que los reutilizables cuiden nuestra salud y evitemos contagios. Además, los plásticos de un solo uso por sí solos no garantizan higiene ni evitan contagios de Covid-19, ya que estudios indican que el SARS-COV-2 puede permanecer contagioso en superficies plásticas de 5 a 6 días,[3] o incluso hasta 28 días en billetes plastificados y otros materiales.[4] La clave está en lavar y desinfectar, y si debemos lavar y desinfectar ¿qué sentido tiene hacerlo en desechables? Mejor usemos opciones reutilizables que no generan residuos.

Las empresas y restaurantes pueden establecer objetivos de reducción de plásticos y de adopción de alternativas reutilizables en el corto, mediano y largo plazo.Todo esto a partir de sus propias capacidades, recursos y del tipo de negocio de que se trate. Para ello, las organizaciones o cámaras del sector podrían avanzar en el establecimiento de lineamientos que ayuden a sus agremiados en esta transición, a partir de buenas prácticas desarrolladas en otros lugares. [5]

Como ciudadanía, como consumidores y consumidoras, podemos contribuir al cumplimiento de esta ley apoyando a los negocios que ofrezcan alternativas sustentables, así éstos tendrán más incentivos para unirse a la revolución del reúso. Adicionalmente, tratemos siempre de no pedir desechables y llevemos nuestros propios contenedores, bolsas y envases reutilizables. Nada nos cuesta, evitemos la generación de residuos y contribuyamos a proteger nuestro Planeta.[6]

 

* Ornela Garelli es especialista en Consumo responsable y cambio climático en Greenpeace México

[1] Para conocer más sobre estas falsas soluciones véase el informe de Greenpeace,“Tirando el futuro: las empresas ofrecen falsas soluciones a la contaminación por plásticoshttps://www.greenpeace.org/mexico/publicacion/3356/tirando-el-futuro-las-empresas-ofrecen-falsas-soluciones-a-la-contaminacion-por-plasticos/.

[2] Para más información véase Greenpeace, La solución para comercios y restaurantes es volver a los reutilizables https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9444/la-solucion-para-comercios-y-restaurantes-es-volver-a-los-reutilizables/

[3] Para más información véase Greenpeace, Alerta Greenpeace sobre oportunismo de fabricantes de plástico https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/8609/alerta-greenpeace-mexico-sobre-oportunismo-de-fabricantes-de-plasticos/

[4] El Mundo, El virus de la COVID-19 puede sobrevivir 28 días a 20 grados https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2020/10/12/5f83f1b8fc6c83c71b8b45de.html

[5] Para más ejemplos de sistemas basados en la reutilización véase el informe de Greenpeace “Los reutilizables son posibles”  https://www.greenpeace.org/mexico/publicacion/8838/los-reutilizables-son-posibles/

[6] Visita nuestro blog donde podrás encontrar más alternativas reutilizables para evitar los plásticos prohibidos. Greenpeace, 2021: CDMX libre de plásticos https://www.greenpeace.org/mexico/blog/9419/2021-cdmx-libre-de-plasticos/#:~:text=La%20Ciudad%20de%20M%C3%A9xico%20recibe,Popotes

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