Moreno Valle: el as bajo la manga de Elba Esther

18/07/2011 - 11:44 am

Rafael Moreno Valle Rosas está hecho a imagen y semejanza de Elba Esther Gordillo. Son públicos sus antecedentes legislativos en las filas del PRI y su ascenso al poder cobijado por el PAN, con la simpatía del PRD. También es del dominio público su vínculo y afecto con Felipe Calderón y ahora se comienza a saber de la “protección” que ciertos medios de comunicación brindan a su imagen y a sus acciones de gobierno.

Su condición de aliancista contó además con el arrastre decidido del Partido Nueva Alianza, a diferencia de Sinaloa y Oaxaca, donde el PAN y el PRD lograron triunfos en 2010. La suma de intereses y la promesa de castigar la corrupción vencieron al priísmo asentado en la entidad, fortalecido en los sexenios de Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres.

 

Al asumir funciones atrajo la atención de críticos y ciudadanos con el anuncio de que sancionaría a políticos relacionados con irregularidades en la administración de su antecesor. Como estrategia de comunicación se empeñó en divulgar que desterraría de la entidad las prácticas priístas de gobernar y a los funcionarios y empresarios involucrados. Sin afán descarado de venganza política se hizo popular la frase de que “no habría persecución, pero tampoco encubrimiento”. Sin embargo, con el paso de los meses y por “extrañas” razones, estas pesquisas se desactivaron.

A últimas fechas, Andrés Manuel López Obrador colocó al mandatario en la mira de sus críticas. De visita por Puebla aseguró que Moreno Valle era un “aprendiz de dictadorzuelo” y que los poblanos se habían salvado del “góber precioso” pero ahora tenían que padecer con el “góber mafioso”. A su estilo, lamentó el regreso de las prácticas del PRI.

 

Felipe Calderón tendrá la oportunidad de decir lo contrario. En sus repetidas visitas –entre las que se cuenta la de hoy, martes 19 de julio, donde anunciará en tierras poblanas el inicio de la organización de los festejos del 150 aniversario de la Batalla del 5 de Mayo– ha destacado el poder político que caracteriza a Moreno Valle, con las fuerzas que detrás lo empujan.

Las contradicciones
El economista y politólogo, formado en el extranjero y en las filas del PRI, prometió en su discurso de toma de protesta inversiones que detonarían la infraestructura en diversos municipios. Estaba en sus planes desde el pasado 1 de febrero la construcción del “Centro Integral de Gobierno y Atención Ciudadana” en uno de los predios que conforman la Reserva Territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóatl, polémica por la fallida instalación del parque de esparcimiento Valle Fantástico y por el manejo de recursos por empresarios cercanos a Marín Torres con fines inmobiliarios.

 

En las palabras existía el rompimiento, pero dentro de los asistentes a la toma de posesión predominaban las contradicciones. En la reinauguración del Centro Expositor Los Fuertes de Loreto (enrarecida por una retrasada y costosa redomelación que pasó de 30 a 500 millones de pesos en la administración saliente), estuvo presente la líder magisterial Elba Esther Gordillo Morales además de la entonces dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, pese al desaire en el evento a los diputados federales priístas Julieta Marín, Alberto Jiménez Merino y Alberto González, y la derrota de su candidato partidista Javier López Zavala.

En primeras filas también atestiguaron Marcelo Ebrard Casaubón, Jorge Kawaghi Macari, el ex gobernador Melquiades Morales Flores y los panistas César Nava Vázquez y Humberto Aguilar Coronado. El secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, y la coordinadora de los diputados albiazules, Josefina Vázquez Mota, acompañaron más tarde al mandatario en Casa Puebla.

A todas luces, Moreno Valle deslumbró por su fuerza de convocatoria, sin igual a las realizadas por sus similiares aliancistas en Sinaloa y Oaxaca. Tras meses de acciones mediáticas, como la toma del Valle Fantástico y la recuperación del edificio que albergaba al Heraldo de Puebla, dijo antes corresponsales extranjeros de visita en Washington que no existen elementos suficientes para acusar penalmente a su antecesor, aunque reiteró: “No habrá cacería de brujas, pero tampoco impunidad”. Y así pasan los días…
Durante el primer mes de gobierno, el empresario Ricardo Henaine Mezher, accionista del equipo de futbol Puebla, dueño del periódico El Heraldo de Puebla y administrador del aeropuerto Aquiles Serdán (identificado como prestanombres de Mario Marín Torres), denunció ante la PGR al mandatario por abuso de autoridad, amenazas y tráfico de influencias, esto en respuesta al desalojo de los terrenos donde se mal construyó Valle Fantástico.

En el periodo del priísta Melquiades Morales Flores (1999-2005), el empresario Henaine Mezher recibió en donación este predio de la reserva territorial Atlixcáyotl-Quetzalcóatl, el cual fue recuperado en los primeros días de gobierno del actual mandatario, luego de que fue detectado un comportamiento anómalo en la venta de terrenos, al 50% de su valor real.

Moreno Valle ha dicho que investigará a fondo la concesión del aeropuerto otorgada al empresario Ricardo Henaine Mezher. En tanto, también sumó a las pesquisas a la Secretaría de Gobierno y a la Procuraduría General de Justicia de la entidad para que aclaren la autorización de libertad para 30 delincuentes en los últimos días del sexenio de Marín Torres.

Entre los pendientes se encuentran las irregularidades por la construcción del Centro Expositor y de Convenciones de Puebla. El recinto, anunciado como uno de los magnos proyectos en el sexenio anterior ni siquiera tenía energía eléctrica. El 3 de mayo, el Poder Judicial dictó auto de formal prisión a Jorge Toledo Mosqueira, representante legal de la empresa Unión Presforzadora SA de CV y Asociados, agrupación acusada de fraude genérico por incumplir con dicha construcción.

 

Al cierre del primer semestre del año, el mandatario poblano dice estar en un proceso “más profundo de revisión” para conocer qué funcionarios de la anterior administración pueden estar sujetos a responsabilidades ante eventuales actos ilegales. Falta ver qué tan lejos quiere llegar, o qué tan lejos lo dejan llegar.

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