¿Y para el próximo terremoto… estás preparado?

19/09/2015 - 12:05 am

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Foto: Shutterstock
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Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).- Buena parte de las tragedias provocadas por sismos tienen un común denominador, la falta de prevención y de saber los pasos a seguir en el momento que ocurren los temblores.

Aunque expertos indican que un sismo como el de 1985 podría ocurrir una vez cada 100 años, datos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refieren que cada año se registran más de 100 sismos con magnitudes de 4.5 grados en la escala de Richter.

SinEmbargo habló con el consultor en temas de seguridad, Luis Assardo, para ahondar sobre qué aspectos deben tener en cuenta los mexicanos para estar prevenidos y minimizar los riesgos de un próximo temblor en casa y el trabajo.

RECURSOS E INFRAESTRUCTURA

Más allá del sismo lo que termina por ser un potencial peligro para las personas son los objetos. Estos caen y producen accidentes, por lo que el consultado recomienda que la prevención inicie por poner atención en la forma en que están colocadas las cosas en los ámbitos que generalmente frecuentamos.

“Si es en mi casa, que los muebles estén asegurados, no poner cosas que se pueden caer fácilmente, o libreras que podrían venirse hacia abajo. Lo más seguro es asegurarlas a la pared. Igual las lámparas, y todo lo que está en el techo”, indica Assardo.

Otro aspecto de vital importancia es el conocimiento de la infraestructura. Ya sea el lugar donde la persona se encuentra frecuentemente, una casa o en un rascacielos. Tan sólo el Gobierno de la Ciudad de México cuenta con 526 edificios, muchos de los cuales son de oficinas administrativas.

Si bien durante el sismo no es prudente tomar las escaleras, sí es de vital importancia conocer las de emergencia que pueda poseer una instalación, ya sean internas o externas, para salir en cuanto se calme el temblor y evitar así exponerse a las réplicas.

“Si no se prevé ya cuando se necesita en el momento del sismo es difícil, porque si uno no conoce la estructura de la edificación, ya con fracturas del piso o en las gradas, pues ya es muchísimo más complicado salir”, dice el experto.

“Eventualmente, uno tiene que llegar y preguntarse si a mí me tocará salir ahorita, ¿está libre la salida del edificio?, ¿está obstaculizada?, ¿está bajo llave? Muchas veces por seguridad de que no vaya a entrar ningún ladrón se cierran estas puertas, pero hay que asegurarse de que estén libres, al menos para que yo pueda acceder a un cuarto o quinto nivel”, agrega.

Es en los niveles mencionados que un autoescala (camión de los bomberos con escaleras) es capaz aún de llegar y rescatar a una persona. Aunque el resto de accesos estén bloqueados.

Es importante que además las personas mantengan un botiquín de primeros auxilios el cual puedan tener a la mano. Éste debe incluir lo básico para atender una lesión o cortadura.

Algunos elementos elemental son tijeras, pinzas, gasas, vendas, alcohol, desinfectante, guantes esterilizados, termómetro, curitas y algodón.

Foto: Shutterstock
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Ya armados se pueden conseguir en más de mil 500 pesos, pero si la persona compra por su cuenta las cosas se puede reducir el costo hasta la cuarta parte.

Otra idea con la que las personas se pueden armar es con mochilas con productos suficientes para 72 horas. “Un tiempo considerable en el que uno podría tener cierta autonomía, tener agua embotellada, alimentos que yo pueda conservar que no necesiten refrigeración, todo este tipo de cosas, que son muy sencillas y uno puede ir implementando”.

PLAN DE EMERGENCIA

Igual de trascendental para salvar una vida puede ser contar con un plan de emergencia. El cual consiste en esencia en saber qué hacer en caso de sismo.

“Si yo tengo en mi familia, o gente a mi cargo, hay que preguntarse si las personas saben qué hacer en caso de sismo, quién tiene algún problema médico, y tener localizadas las áreas de riesgo, así como lugares y números de emergencia”.

A nivel familiar es importante establecer un punto de referencia en el cual las personas van a poder localizarse luego del sismo, y designar responsabilidades a cada persona para cuando ocurra el temblor. “Puede ser tan sencillo como juntarse una vez al año y hablarlo”.

A nivel de grupos más grandes los simulacros debieran ser parte de los planes de emergencia.

“Muchas veces los simulacros son un ejercicio mal utilizado. Lo ideal es que haya obstáculos, y que haya gente que te pueda guiar, pero generalmente lo que se hace es que suena una sirena y todo el mundo sale caminando, como si un sismo fuera en condiciones normales”.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) motiva a la población a elaborar un plan familiar de protección civil, con el que la población pueda estar familiarizada.

“Tristemente, yo considero que el 1 por ciento de las familias se ha preocupado por tener un plan familiar. No tomamos conciencia, los simulacros que se deben a ser por ley en el trabajo, las escuelas, lo tomamos a juego. Es muy poca la gente que reconoce los puntos que debe tener en cuenta puestos en un plan”, agregó Javier Heredia, miembro del equipo de radiocomunicación de la Cruz Roja Mexicana en el Distrito Federal.

DURANTE EL SISMO

Imagen: Sistema Nacional de Protección Civil
Imagen: Sistema Nacional de Protección Civil

Durante el sismo las personas deben ante todo permanecer en calma y no afectar a los demás. Algunos consejos útiles pueden ser:
• En caso de estar lejos de una salida, resguardarse debajo de una superficie como podría ser una mesa de la caída de vitrinas, muebles o estantes.

• Evitar los elevadores y las escaleras mientras haya movimientos telúricos.

• Una vez terminado el temblor salir del inmueble, y hacerlo en orden, sin afectar el paso de las demás personas.

Assardo desmintió que la técnica “el triángulo de la vida”, en el que las personas se ponen al lado de un mueble procurando quedar en el vértice de lo que sería un triángulo, sea segura.

“Ninguna dependencia oficial avala el triángulo de la vida. Porque el problema principal durante los sismos, no es que te vaya a caer o no el techo, sino, en caso de sismos el tema es no lesionarse. El problema es protegerse de objetos que puedan salir impulsados, y cuando el triángulo de la vida recomienda estar a la par de los muebles, te deja expuesto a la caída de muebles, lámparas, mobiliario”.

“Lo que hay que hacer por eso es protegerse. Por eso es que se habla, en el caso de un centro escolar que los niños se pongan debajo de los pupitres e inmediatamente se pongan un suéter o algo sobre la cabeza por la caída de vidrios, porque tal vez el sismo no te va hacer absolutamente nada, pero un pedazo de vidrio sí”, dice el experto.

Otras recomendaciones que la gente debe tener en cuenta al finalizar el percance son:

• No usar el inmueble que se acaba de desalojar durante un tiempo prudencial, en especial si está dañado.

• No prender cerillos en caso de fuga de gas y reportarlas de forma inmediata.

• No beber nada contenido en recipientes abiertos.

El consultor recordó que tanto las familias, como las empresas o dependencias deben incorporar estas recomendaciones con el fin de evitar pérdidas humanas.

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