“Helena, una historia contada con ‘h’, esa letra muda como lo son un sinfín de mujeres que silencian sus penas y hacen suyas culpas que no les corresponden. Una novela tan tierna como dura en la que la ilusión pelea con la realidad para finalizar de forma insospechada”, ha dicho Ildefonso Falcones, el escritor español.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).- La ópera prima de Paulina Vieitez es Helena, la novela donde una mujer se fuga para obtener un doctorado.
Para ello debe viajar a Madrid a cursar el último semestre en la Universidad Complutense. A pesar de la resistencia familiar, está decidida a lograrlo. Durante la travesía, los objetos más preciados que posee caerán en manos de un extraño. Poco se imagina que ese contratiempo será el inicio de un viaje no sólo a otro país, sino a lo más íntimo y auténtico de su ser y sus anhelos.
Tal vez el pasado que lleva a cuestas la confronte; quizás el futuro se le brinde prometedor… hasta que el tiempo alcance es la mirada de la escritora, sabiendo que tarde o temprano la mujer ha de tener que dejar sus cosas y sus objetos para vivir una vida que se merece.
“Helena: Estaba a punto de documentar su baúl para mi vuelo a Madrid, cuando sufrí un infarto. Comprendo su desconfianza y le pido disculpas por no haberme reportado antes. Hasta hoy me han bajado de terapia media a una habitación, después de haber estado en cuidados intensivos. Si acaso desconfía, le puedo facilitar los datos del hospital y mi número de habitación, así como mi nombre completo para verificar lo que le cuento. Hace bien, sin embargo, en no fiarse de desconocidos, más aún cuando éstos padecen del corazón. Espero me comprenda. Por cierto, usted para mí ya no es una extraña. Marc”, es uno de los tantos correos que labrarán el nuevo perfil de la mujer.
Paulina Vieitez Es comunicóloga de profesión con especialidad en periodismo. Brinda asesoría en proyectos especiales de comunicación para destacadas empresas y ha sido editora de libros y revistas empresariales.
Para Sanborns creó el Festival Gourmet y el programa de lealtad y fomento a la lectura: Círculo Sanborns, con más de un millón de socios en todo el país. Ha conducido alrededor de 600 “Charlas con Café”, conversaciones con autores nacionales e internacionales.
En su programa de radio Descubriéndote entrevistó a más de 100 personalidades de diversos ámbitos. Fue nombrada Súper Mamá Selecciones 2015, no sólo por ser la orgullosa madre de Antonio y María, sino por ser creadora de Quiérete, su fundación que promueve la preservación de la dignidad y autoestima de las personas con cáncer.
En sus escasos ratos libres escribe ficciones poéticas bajo el seudónimo Clío.
–Helena es la historia de una mujer que huye…
–Totalmente. Es un escape, una pausa que ella quisiera hacer para distanciarse de este mundo que la agobia. Con una mala relación con el marido que se llama Lucio, con los hijos adolescentes ya crecidos, que no la necesitan tanto, con una madurez que le permite colocarse en otro lugar, con la pérdida de sus padres, ella ya huérfana, habiendo pasado por una enfermedad y una necesidad de definir qué va a pasar por su vida. Darte cuenta a costa de qué, qué precio has tenido que pagar para mantener tu vínculo familiar. Ella ha logrado bien el tema de sus hijos, tiene un pasado intelectual interesante, al final ha logrado bien su matrimonio a pesar de ser dos caracteres contrastantes y de pronto permite una serie de cosas que no están bien. Ser profesional y haber dejado de trabajar, algo que la ha distanciado de un mundo que le gusta. No puede ser además autosuficiente.
–Hablando con Pierre Lemaitre me había dicho que él publicó (a los 55 años) muy joven su primera novela. Me quedé pensando en cómo la edad muchas veces es lo que nos vende la publicidad
–Exacto. Puedes publicar una novela, pero también puedes reinventarte. Helena, que es una mujer que tiene 45, a los 50 puede comenzar a vivir hasta 40 años con un hombre que la haga feliz. Eso no es poco. Qué fuerte. Ya tiene hijos con 19 años. No estoy pensando que todo el mundo tenga que hacer una ruptura, al contrario, con el capital que cuentas en tu madurez, puedes replantearte muchas cosas de tu vida. Una juventud que bulle, que vive el deseo, las ganas, con esa capacidad puedes reinventarte la vida y decidir hacia dónde vas a ir.
–¿Qué posibilidad le diste a Helena la enfermedad?
–Te sacude todo. ¿Verdad, Moni? Yo no soy Helena, acabo de leer un ensayo de Pamuk en un libro que se llama El novelista ingenuo y el sentimental, que dice sí y no cuando le preguntan si él es el protagonista. A mí me pasó todo el tiempo. Sí y no. Hace siete años y medio tuve cáncer y sí quise que a Helena le pasara lo mismo. A ver cómo reaccionaba a su enfermedad. Sí, es un momento en el que dicen que estás a punto de perder la vida, qué vas a hacer con la nueva sensibilidad. Hay un reencuentro con tu cuerpo, la percepción de una nueva fortaleza y cómo sales después del proceso. Es como un soltar, desarrollas una nueva sensibilidad y ya no quieres perder el tiempo, no te vas a desgastar con cosas tortuosas, violentas, quieres personas buenas, situaciones buenas. Yo hice una Fundación a raíz de eso, que se llama Quiérete.
–En Helena tiene que haber un gran conflicto, ¿verdad?
–No, claro, nada de la novela feliz. Helena siempre quiso ser la mejor en todo, la mejor hija, mejor madre, mejor esposa, y entonces en este afán de perfección se ve anulada ella. Su relación con la comida a propósito de la madre, el daño que le hizo su madre, la relación violenta con Lucio, cómo concede en un matrimonio que se transforma a partir de la violencia y ella va cargando con todo eso. Está metida en el baúl y sus libretas que se llaman Pecados y placeres, hasta que se da cuenta de agarrarse de la posibilidad de la beca, para poder escapar. Se da cuenta de que afuera está la vida, un tutor que la reta, un Doctorado que tiene su complejidad, un universo en el que puede adornar a su gusto, nuestro universo se vuelve muy público y no nos vamos dando cuenta.
–¿Tú escribes siempre?
–Escribo siempre, esta es mi primera novela. Comencé a trabajar desde los 14 años, porque mi padre murió a los 50 años, cuando yo era muy joven. Hubo todo un replanteamiento de vida. Ayudé a mi madre y a mi hermana, me cambió desde temprano mi percepción de la vida. Hace 13 años que asesoro a Sanborn’s, creando un Festival Gourmet y hace seis años que creé Círculo Sanborn’s para leer y escribir, surgieron las charlas con café, unas 700 aproximadamente.
–¿Qué es Quiérete?
–Bueno, es una Fundación que lleva más 7 años, trabajamos con el Instituto Nacional de Cancerología, haciendo unas salas de belleza donde regalamos pelucas, juegos de maquillaje, para que se separen de la enfermedad y descubran su potencial.
