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Jorge Ramírez Hernández

21/03/2022 - 12:02 am

Participación ciudadana organizada, palanca de desarrollo y apoyo de un buen Gobierno

Por cuestiones de veda electoral no puedo hablar de los resultados concretos, pero sí puedo decir que en una ciudad en la que no hay agua en sus acuíferos y desde los 70’s estamos en veda hídrica, tenemos 30 años de extraer la misma cantidad de agua anual, aunque ha tenido un crecimiento en la población de 600 mil habitantes en los 90’s a 1.8 millones que viven hoy. 

Un trabajador del Servicio de Agua y Alcantarillado de Cuernavaca intenta controlar el agua que sale de una tubería.
“Por cuestiones de veda electoral no puedo hablar de los resultados concretos, pero sí puedo decir que en una ciudad en la que no hay agua en sus acuíferos y desde los 70’s estamos en veda hídrica, tenemos 30 años de extraer la misma cantidad de agua anual, aunque ha tenido un crecimiento en la población de 600 mil habitantes en los 90’s a 1.8 millones que viven hoy”. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

Miope es aquel gobernante que ve en la participación ciudadana un freno para su gestión, en lugar de una palanca para el desarrollo de su comunidad.

Sin duda, cuando eres autoritario y lo que quieres es imponer tu visión y estrategia de corto plazo, con políticas enfocadas en beneficios personales o de grupo por encima del bien común, es muy incómodo que venga alguien fuera de tu control y te haga propuestas, te señale las áreas de oportunidad en las políticas públicas o, incluso, sea parte de dicha gestión de estado, delegada en los Organismo Autónomos.

Pero cuando el líder es inteligente y lo usa como palanca de apoyo, los resultados siempre son evidentes para el desarrollo de la comunidad e, incluso, se convierte en un motor para la gestión de cualquier Gobierno. Yo podría hacer un símil de este apoyo social para una gestión pública como el viento que, al generar oposición, impulsa a que un papalote vuele más alto.

En México en términos prácticos lo hemos visto en los resultados democráticos, a partir de que las elecciones desde hace más de 30 años son organizadas por los ciudadanos a través del IFE/INE. En este tiempo el electorado mexicano ha premiado o castigado el buen o mal Gobierno y hemos tenido tres grandes cambios de partido en el poder en lo federal y miles de alternancias en lo local, sin mayores problemas en términos de gobernanza y paz social. Por eso #YoConfíoEnElINE y #YoDefiendoAlINE.

Lo hemos visto en la estabilidad económica y monetaria que se refleja en una inflación más o menos controlada y un tipo de cambio congruente con la realidad del valor de nuestra moneda, avalada por la autonomía del Banco de México, también impulsado por la sociedad.

Con toda proporción guardada, cito otro ejemplo que he vivido en persona, pero que refleja de manera muy clara la participación social, donde los gobiernos en turno lo han aprovechado de forma inteligente con resultados altamente benéficos para la ciudadanía.

El pasado 28 de febrero, un grupos de ciudadanos, culminamos nuestra gestión como miembros del Consejo del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), un organismo paramunicipal autónomo que tiene gobierno corporativo, al cual se suman representantes de cámaras, organismos de diferentes sectores de la sociedad, ciudadanos sin cargo público, que visionan la estrategia de largo plazo, revisan la gestión del día a día del sistema, y buscan garantizar la transparencia, rendición de cuentas y la no corrupción.

Por otro lado, cuenta con un equipo profesional de funcionarios públicos muy potente que son especialistas en lo que hacen, con antigüedad promedio de casi 12 años, y que tienen gran vocación de servicio y compromiso con sus labores diarias.

Este modelo ciudadano ha trabajado en conjunto con gobiernos de diferentes partidos que ceden, siempre vigilantes, la gestión y el control en este tema concreto, respetan y aprovechan el trabajo de este binomio de estrategia-operación y con ello se alcanzan excelentes resultados para la ciudad; sin duda muy importantes en términos de impacto social.

Por cuestiones de veda electoral no puedo hablar de los resultados concretos, pero sí puedo decir que en una ciudad en la que no hay agua en sus acuíferos y desde los 70’s estamos en veda hídrica, tenemos 30 años de extraer la misma cantidad de agua anual, aunque ha tenido un crecimiento en la población de 600 mil habitantes en los 90’s a 1.8 millones que viven hoy.

Eso porque todos los usuarios tenemos una toma con medidor y las tarifas benefician a quien menos agua usa: todo aquel que consume menos de 18 m3 de agua al mes paga menos de los que cuesta llevarle el agua, menos de $200 pesos de agua al mes. Pero cuando usas mucha te cuesta mucho y por eso todos la cuidamos, pues una fuga por más pequeña que sea tiene impacto directo en el recibo del mes; y eso ha llevado a que tengamos un gasto promedio en Leon de agua por habitante de 136 litros por persona al mes, la media nacional es alrededor de 290lt/Hab/mes, o sea, menos de la mitad de lo que usa cualquier persona de otra ciudad del país. En León todos cuidamos mucho el agua porque nos cuesta cara. Gran mérito como sociedad leonesa.

También hay que decir que durante muchos años se ha trabajado en la eficiencia física, y este trabajo histórico le ha permitido a Sapal llegar a un 70 por ciento; la media nacional anda poquito arriba del 50 por ciento.

Eso ha sido un estímulo para el crecimiento y desarrollo de la ciudad, en consecuencia, sigue habiendo oportunidades de empleo. Los leoneses que vivimos en las zonas regulares de la ciudad no nos preocupamos al abrir la llave, ya que sale el agua en la misma cantidad que hace 30 años, pero sí nos ocupamos en cerrarla oportunamente y aprovecharla con gran conciencia de lo que ello implica.

Sapal tiene finanzas sanas. Ni está endeudado, ni necesita recursos federales, estatales o municipales para operar, pues tenemos más de 470 mil clientes que pagan su agua mes a mes de manera puntual. Otra vez gran mérito de los leoneses.

Muchos organismos de agua potable son utilizados por los gobiernos en turno como un instrumento para establecer politiquería partidista, buscando resultados populistas de corto plazo, y casi todos hoy tienen graves problemas de operación y el propio municipio o el estado les tienen que meter recursos para el funcionamiento del día a día.

En Sapal, como hay participación ciudadana que busca soluciones en el largo plazo y no acciones de corto plazo para ganar las elecciones, se toman decisiones técnicas y no político-partidistas.

Seguro que más de un Alcalde ha tenido la tentación de mal utilizar el sistema, pero hasta el momento, al estar tan bien establecido el modelo de gobernanza, se tiene un blindaje social que permite que se trabaje como lo he descrito, y que el agua no sea una preocupación para la gran mayoría de los leoneses.

Al final, este es otro ejemplo de que la participación ciudadana es rentable y una palanca de desarrollo de nuestra sociedad. La fórmula es simple: a mayor partición ciudadana organizada y coordinada con un Gobierno receptivo que privilegia el bien común por encima del propio o de grupo, siempre habrá mayor desarrollo e inclusión. #OpiniónCoparmex.

Jorge Ramírez Hernández
Jorge Ramírez Hernández es ingeniero electricista por el Instituto Tecnológico de Monterrey y maestro en admnistración de empresas por la misma institución. Desde 1995 fue invitado al Consejo del Centro Patronal de León. Es Vicepresidente Nacional de Estado de Derecho y Democracia de la Coparmex

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