Navarrete afianza durante 27 días a Ángel Aguirre… y ahora, parece, ya le pidió que se vaya

23/10/2014 - 2:30 pm
El primer acto de Carlos Navarrete Ruiz como presidente nacional del PRD fue apoyar al Gobernador Ángel Aguirre Rivero. Foto: Cuartoscuro.
El primer acto de Carlos Navarrete Ruiz como presidente nacional del PRD fue apoyar al Gobernador Ángel Aguirre Rivero. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 23 de octubre (SinEmbargo).– La dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) acordó con el Gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, que presente al Congreso local su petición de licencia, a 27 días de la desaparición de los 43 normalistas y un día después de que la indignación movilizara a miles de ciudadanos en México y en el extranjero.

De acuerdo con distintas fuentes, Carlos Navarrete y otros miembros de la corriente conocida como “Los Chuchos” se dieron por vencidos y acordaron dejar de sostener políticamente a Aguirre, después de las intensas movilizaciones.

La petición del Sol Azteca a Aguirre se da a un día de la marcha de miles de personas en México y el mundo, que sumaron sus voces para exigir al Estado la aparición con vida de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre.

Pero durante 27 días, “Los Chuchos” intentaron mantenerlo en su cargo.

Carlos Navarrete Ruiz convocó, unas horas después de que fuera nombrado dirigente nacional del PRD, a una reunión de su Comité Ejecutivo Nacional en Chilpancingo. Fue el 9 de octubre. Ahí, el líder perredista se sentó junto a Aguirre Rivero y expresó su apoyo al Gobernador.

Muchos advirtieron que Navarrete se compraba, en ese acto calificado como “arrebatado” su primera derrota política como dirigente nacional.

Ahora, en un giro, la cúpula de PRD pidió al mandatario guerrerense separarse de su cargo, sostienen fuentes.

Aguirre Rivero manifestó en varias ocasiones que si su renuncia ayudaba a las investigaciones sobre el ataque a normalistas en Iguala, dejaría el cargo. En tanto, el pasado 19 de octubre la mayoría del Pleno del Consejo Nacional del PRD, compuesta mayoritariamente por la corriente conocida como “Los Chuchos”, votó en contra de solicitarle licencia y reconocer culpabilidad política del Gobernador Aguirre Rivero en los hechos de Iguala.

Carlos Navarrete Ruiz, presidente nacional de la fuerza política, informó en su momento que los 291 consejeros nacionales que asistieron a la plenaria, 272 votaron a favor de su resolutivo, que no incluía la necesidad de pedir licencia inmediata al Gobernador de Guerrero y tampoco el reconocimiento de su culpabilidad política, como lo propuso la Coalición de Izquierda y fundadores del partido como Pablo Gómez Álvarez.

El 6 de octubre, Ángel Aguirre mencionó por primera ocasión: “Si mi renuncia ayuda a resolver el problema no tengo ningún inconveniente en irme, es un asunto de responsabilidad y obviamente yo tengo que asumir plenamente lo que a mi me corresponde”, dijo en entrevista radiofónica.

Horas después, en conferencia de prensa, el mandatario estatal reiteró sus declaraciones. Y aseguró: “no me voy a ir ni como asesino ni como delincuente”.

Tras sus declaraciones de ese día, comenzaron a correr varios rumores sobre su dimisión. Pero el mandatario dejó en claro, a través de su cuenta de Twitter, que no iba. “Aquí está Aguirre, y Aguirre no se raja. El diálogo está abierto para todos”, afirmó el Gobernador.

Tres días después, nuevamente el Gobernador hizo mención sobre su salida del gobierno de Guerrero. Sin embargo, en esta ocasión arremetió contra las voces que pedían su salida. “Yo no me voy a ir por los opinotecnócratas, quienes desconocen nuestra realidad […] que sean los guerrerenses que determinen si Aguirre se va o se queda”, manifestó Aguirre Rivero.

En esa ocasión, además se dijo dispuestos a que el Instituto Nacional Electoral (INE) organice una consulta invocando el Artículo 35 constitucional para determinar si permanecía en la gubernatura de Guerrero.

Pero el INE respondió y dijo que no tenía la facultad para realizar este tipo de consulta.

La semana pasada, las voces que pedían su salida del gobierno de Guerrero, subieron de tono. El 12 de octubre, el líder del albergue Hermanos en el Camino, el padre Alejandro Solalinde Guerra, solicitó la renuncia del Gobernador Aguirre Rivero, ya que, dijo, el horror que hoy se vive en ese estado es producto de años en los que su gobierno ha dejado que la delincuencia organizada cometa atrocidades. “La última de ellas ha dejado ríos enteros de dolor e indignación en todo el mundo: la masacre y desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa”.

A través de una petición colgada en la página Change.org y dirigida al Diputado panista José Guillermo Anaya Llamas, presidente de la Comisión Especial para dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los hechos ocurridos a los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Solalinde acusó que el gobierno de Ángel Aguirre ha sido, en el mejor de los casos, “inepto e ineficiente; en el peor, cómplice y criminal”.

El Partido Acción Nacional (PAN) solicitó al Senado que declarara la desaparición de poderes en Guerrero, argumentado que el asesinato y desaparición de los normalistas en Iguala se pudo evitar

Posteriormente, el PAN y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pidieron la renuncia de Ángel Aguirre Rivero, por ser responsable del “grave estado de ingobernabilidad” en que se encuentra sumido el estado de Guerrero.

A nombre de los senadores priistas, el vicepresidente del Senado, Arturo Zamora Jiménez, indicó que se pide la renuncia del Gobernador Aguirre por el desdén que ha tenido a la Constitución y a las leyes, por las cuales ha sumido a su entidad en una crisis de derechos humanos.

“Reprobamos profundamente las omisiones irresponsables en que ha caído el Poder Ejecutivo del Estado de Guerrero y sostenemos que no hay posibilidad alguna de que avancemos en la solución mientras éste permanezca en el cargo”, afirmó el priista.

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