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Hilda García

26/11/2013 - 12:01 am

Y la digitalización para qué…

“México no puede quedarse atrás y menos rezagados”, expresó el presidente Enrique Peña Nieto durante la presentación de la Estrategia Digital Nacional.  Y es cierto.  México, que ha ido perdiendo terreno en América Latina en cuanto a competitividad, productividad y en materia de tecnología necesita de dar el brinco para mantenerse entre una de las […]

“México no puede quedarse atrás y menos rezagados”, expresó el presidente Enrique Peña Nieto durante la presentación de la Estrategia Digital Nacional.  Y es cierto.  México, que ha ido perdiendo terreno en América Latina en cuanto a competitividad, productividad y en materia de tecnología necesita de dar el brinco para mantenerse entre una de las mejores economías de la región.

Sin embargo, pareciera que en este año de ajustes y de reformas en la administración de Peña Nieto falta el contexto que permita realmente aplicar la estrategia y, por lo tanto, lograr los objetivos planteados, de lo contrario, quedaría como un gasto inútil, como emprendimientos sin lógica.

Este lunes se anunció por parte de la Presidencia de la República, la estrategia digital Nacional para México. Según su directora, Alejandra Lagunes, “el objetivo de la Estrategia Digital Nacional es pasar del quinto al primer lugar entre los países de América Latina y avanzar entre los países de la OCDE en materia de digitalización”.

A fin de lograr esta estrategia, se consideran cinco pilares o habilitadores que son: conectividad, inclusión digital, interoperabilidad, marco jurídico y datos abiertos.

Y como avances en la primera fase se habla de una ventanilla única en Internet que unificará los sitios gubernamentales y digitalizará unos 7 mil trámites, la entrega de dispositivos portátiles a estudiantes de quinto y sexto de primaria y las bases normativas para el intercambio de información de los sistemas de salud.

Llevamos más de una década escuchando Internet es el futuro, cuando en realidad Internet ya es el pasado. Sobre todo cuando vemos ahora la manera como operan las aplicaciones en celulares dejando de lado la manera como operan las computadoras.

No critico que haya un plan digital. Al contrario, me parece que nos estábamos quedando muy alejados de la tecnología.  Somos de los países que mayor consumo hacen de redes sociales a través de las páginas de Youtube, Facebook y Twitter.  Así que ¿por qué no lo hicimos antes? Y si bien ahora lo retoma la administración de Peña Nieto, es importante revisar el contexto en el cual está México como para hacer efectivos los planteamientos de la actual administración.

En un país donde las desigualdades son no sólo evidentes, sino terriblemente marcadas, se hace indispensable tomar en cuenta la brecha social. Entender que necesitamos una inversión de al menos 5 mil millones de dólares anuales en banda ancha móvil durante los próximos 10 años para eliminar la brecha digital, dijo Pablo Bello, presidente de la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET) durante el Foro Internacional de Telecomunicaciones organizado por el Senado.

Pero cuando hablamos de digitalización pareciera que hablamos solo de fierros. O mejor dicho, de bites y no de personas. Una vez que tengamos un portal para agilizar los trámites: ¿quiénes estarán detrás de la pantalla?  ¿De qué manera se utilizará la información?  Incluso ¿de qué manera es que la población civil podrá hacer uso de estas herramientas?

Y todavía yendo más lejos. ¿De qué manera es como lograremos que con la base educativa que contamos, nuestra sociedad rompa la brecha democrática y logre participar en los asuntos públicos en línea?

En algún momento el llamado movimiento tuitero llevaba la batuta y estaba a la vanguardia de la agenda ciudadana. Pero no es suficiente, si se desea romper realmente la división que hay en la sociedad. Se requiere de educación, de lectura, de pensamiento y sobre todo, de saber investigar. No basta con que la gente tenga una computadora o una tableta, que lo mismo pueden actuar como una gran televisión presentando telenovelas o como un pisapapeles si no se educa a la ciudadanía a participar.  Y más aún, si no se les escucha o atiende en los debates públicos.

Si realmente queremos lograr terminar con la brecha social, económica, cívica es importante reconocer que deberíamos apuntar hacia lo que en algún momento Don Tapscott bautizó como Wikinomía.

El concepto de la Wikinomía es entendido como “la creciente accesibilidad de las tecnologías de la información que permiten a cualquiera colaborar, crear valor y competir […] en la innovación y la creación de riqueza en todo sector de la economía”.

Este término apareció en 1996 en el libro de Don Tapscott llamado Economía Digital (Digital Economy), y desarrollado junto a Anthony D. Williams en el texto Wikinomics: La nueva economía de las multitudes inteligentes (Wikinomics: How Mass Collaboration Changes Everything) de 2006.

En las dos obras se da cuenta de cómo las nuevas tecnologías de la información, aplicadas a las relaciones sociales pueden modificar la economía tradicional.

El término “prosumidor”, que es una mezcla de productor y consumidor explica cómo los clientes participan en la creación de productos de un modo activo y continuado. Los usuarios se organizan para crear sus propios artículos, formando comunidades de prosumidores en las que comparten información, intercambian y desarrollan herramientas y métodos y nuevas versiones del producto.

México no se puede rezagar, estamos de acuerdo.  Y si como dice el Presidente, “la Estrategia Digital Nacional busca potenciar la función del gobierno como agente de cambio para la sociedad”, pues entonces tendrán que aplicarse otros pilares en el marco de la educación y la participación ciudadana que le den sentido a la agilización de trámites, a la entrega de tabletas en las primarias o al intercambio informativo entre los sistemas de salud, tan sólo por enumerar algunos.

Si las redes sociales comienzan a ser un experimento de la voz de los ciudadanos, las plataformas gubernamentales deberían permitir el aforo a esos mismos ciudadanos a apoyar iniciativas, reinventar reformas, repensar leyes si queremos que las desigualdades cotidianas comiencen a disminuir.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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