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VANGUARDIA DE SALTILLO

Glader vio a Lamberto Quintero, el 28 de enero de 1976, antes del asesinato: “Entró y me saludó…”

28/01/2020 - 2:20 pm

“No, no estaba enamorada [de él], me gustaba, me caía bien, pero le tenía más miedo que amor”, responde Glader Margarita Tapia, novia del capo Lamberto Quintero,

Saltillo, 28 de enero (Vanguardia).- En un video publicado por el youtuber Margarito Music Oficial, nos presenta a la novia del capo Lamberto Quintero (tío de Rafael Caro Quintero), mujer que aún vive en la propiedad donde lo asesinaron, en El Salado, Sinaloa.

Glader Margarita Tapia Zazueta es el nombre de la mujer que presenció los últimos momentos de Lamberto, en las afueras de su propiedad, que en ese tiempo era un restaurante.

Margarita cuenta lo que ocurrió el día 28 de enero de 1976, el día en que asesinaron a Lamberto con lujo de detalle, “Ese día Lamberto entró y me saludó”.

“Cuando él venía de Culiacán, se encuentra a un enemigo, y lo mata en su camioneta al muchacho, y se viene él para acá, entra a la casa y me saluda. Sale de la casa y se sienta en la cabina de su camioneta, en la parte de atrás. Luego vinieron unas personas a decirle que por favor se retirara de aquí, que no hiciera más matazones aquí, porque ya había matado a otra persona en ‘El Carrizal'”.

Lamberto Quintero, asesinado en 1976. Foto: Especial.

“Entonces, él les responde que no se va, porque él le juró a mi madre que se iba a morir aquí en este restaurante”.

La mujer contó también cómo conoció a Lamberto, ya que el nació en Culiacán y ella nació en El Salado, “Él tenía un rancho que se llamaba “El Varal”, venía a ordenar lonches para sus trabajadores, por eso fue que yo lo conocí”.

“Él siempre me decía, me gustas, te quiero pero no vas a ser para otro hombre más que para mí, pero yo le tenía miedo, pues yo no sabía su trabajo”.

“Él venía todos los días, y le decía a mi mamá: ‘Mamá Chulita, yo me quiero morir aquí en tu casa, en el restaurante, yo no me voy para otra parte’”.

También dijo que Lamberto era muy celoso, pues si veía a otros hombres acercarse a Margarita los corría del restaurante.

Margarita nos dice que la letra del corrido hace alusión a que ella estaba platicando con Lamberto cuando ocurrió la balacera, pero ella no encontraba con él sino que estaba al interior del restaurante trabajando.

“Yo, cuando lo balacearon, vengo de adentro, él estaba con sus tíos, yo salí y al ver a Lamberto tratando de cubrirse en un pilar. Me desmayé, creían que también me habían disparado”.

“Él decía que cuando lo mataran no iba a perder el sombrero (ya que estaba calvo) y así fue, no perdió el sombrero al caer al piso”.

El Youtuber pregunta a Margarita su sentir al escuchar las letras del corrido de su novio Lamberto, “Por Dios que cuando yo escucho el corrido me gusta escucharlo no solo una vez, sino varias veces porque son muy bonitos los recuerdos, recordar es vivir, fue muy buena persona, ayudaba a mucha gente”.

EL REGALO DE LAMBERTO A MARGARITA

Glader Margarita aún conserva un regalo que le dio Lamberto Quintero antes de morir. Se trata de un vestido que le obsequió, recuerda, un 25 de noviembre, día de su cumpleaños.

“Este vestido me lo regaló un 25 de noviembre, un cumpleaños mío, se lo compró a mi hermana porque mi hermana vendía ropa”.

“Él agarró el vestido y me dijo, te lo voy a regalar”.

¿Estaba enamorada de Lamberto?

“No, no estaba enamorada, me gustaba, me caía bien pero le tenía más miedo que amor”.

La muerte de Lamberto Quintero se presenció un 28 de enero de 1976 en El Salado, Sinaloa, tras una balacera en la que también falleció “El Chito” Lafarga.

Las familias Quintero y Lafarga tuvieron ciertos conflictos por el trafico de drogas en Sinaloa. El mismo día, después de recibir por la espalda ráfagas de metralletas, fue trasladado a la Clínica Santa Maria, que se encuentra en el centro de Culiacán, donde no resistió y murió.

La cripta de cristal donde descansa Lamberto Quintero se encuentra en el panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa.

Éste es el corrido que  le escribieron a Lamberto Quintero:

Un día 28 de enero,
como me hiere esa fecha,
a don Lamberto Quintero
lo seguía una camioneta,
iban con rumbo al Salado,
no más a dar una vuelta.

Pasaron “El Carrizal”,
iban tomando cerveza,
su compañero le dijo:
nos sigue una camioneta,
Lamberto sonriendo dijo:
pa’ qué son las metralletas.

Ya cerquita del Salado,
rugieron dos R-15,
ahí dejaron a un muerto,
enemigo de Lamberto.
Quisieran que fuera cuento,
pero señores, es cierto.

Un hombre fuera de serie,
alegre y enamorado,
platicando con su novia,
Él estaba descuidado,
cuando unas balas certeras,
la vida le arrebataron.

Clínica Santa María,
tú vas a ser mi testigo,
dos días después de su muerte,
vuelven a sonar los tiros.
Ahí quedaron 10 hombres,
por esos mismos motivos.

Puente que va a tierra blanca,
tú que lo viste pasar,
recuérdales que a Lamberto
nunca se podrá olvidar,
yo, por mi parte aseguro,
que hace falta en Culiacán.

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