Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).- “En Europa todos quieren ver su magia”, dice parte de la letra de una cumbia dedicada a Carlos Tévez. El argentino que supo ser ídolo en Boca, ha dado un paso trascendental en su madura carrera. La Juventus de Turín lo ha recibido después de un paso sin mucha chispa en Manchester, donde en innumerables ocasiones declaró no ser feliz. El juego de barrio de Carlitos brillaba intermitente en la cancha con una sonrisa tímida.
Nacido en Fuerte Apache, uno de los barrios más peligrosos de la Argentina, Tévez demostró hambre cuando tenía una pelota en los pies. De un barrio marginal, nació una de las más grandes historias de superación del futbol mundial. De aquel lugar se salía muerto o con dirección a la cárcel, como lo dijo un día Carlitos agradeciendo al futbol la oportunidad de tener una vida distinta a la de sus hermanos que terminaron presos por asuntos delictivos.
A los diez meses sufrió quemaduras al caerse una olla con agua hirviendo. El cuello de futbolista tiene la marca de aquel suceso. Siendo ya un consagrado jugador de futbol, fue recomendado por varios de sus allegados operarse esa pequeña marca, Tévez nunca aceptó. En sus primeros años, además de las quemaduras de antaño, era su juego digno del potrero lo que realmente llamaba la atención. En cancha de Boca dibujó pinceladas llenas de garra que le hicieron ganarse la “10” mítica del club Xeneize. Carlitos, más delantero que armador, se llenó del sentimiento boquense para hacerse figura ganando todo lo que jugó con la camiseta del grande argentino.
Kia Joorabchian es un iraní adinerado que vive en Londres desde hace muchos años. Criado y educado en suelo inglés, fundó un grupo de inversión que le cambiaría la vida a Carlos Tevez. El Media Sports Investments (MSI) llegó al Corinthians brasileño para desde ahí realizar negocios lucrativos con jugadores que comenzaban a sobresalir en suelo sudamericano. Carlitos fue representado por Joorabchian para llegar al club grande de Brasil a principios de 2005. El argentino de 21 años había dejado en caja Xeneize 16 millones de dólares.
En Brasil, Tévez siguió con su paso de ídolo. Su sencillez en el juego y en sus formas le dieron el cariño de la gente que se le entregó. En tierra donde la tradición la describe como enemiga, Carlos hizo patria conquistando al pueblo rival a base de goles. Fue campeón en Brasil obteniendo el brasileirao. Lula da Silva, presidente de aquel país, era aficionado ferviente del Corinthians. Con sonrisa amplia, recibió al plantel ganador declarando su admiración por el argentino. Tévez volvía a triunfar otra vez, con la “10” en sus espaldas.
A Tévez nunca le gustó que le dijeran “Apache” como los narradores le pusieron al principio de su carrera por el lugar de su origen. Carlitos simplemente, insistió en varias entrevistas. El argentino que dejaba suelo sudamericano tras un año llegaba a Londres para reforzar un equipo histórico de presente pequeño. El West Ham recibió gustoso al crack que utilizaba ahora la “32”. Un dorsal de tradición en el basquetbol, era utlizado por uno de los más grandes futbolistas argentinos de los últimos tiempos.
La campaña 06/07 sigue en la memoria de los aficionados “Hammers”. Tras un comienzo flojo, Carlitos comprendió el momento delicado que su nuevo equipo vivía. El descenso amenazaba al West Ham. El argentino le puso pimienta a la Premier League inglesa con grandes actuaciones y pundonor. El juego de barrio llegó al césped perfecto británico. Tévez fue condecorado como “Hammer of the year” luego de la victoria frente al Manchester United en Old Trafford por 1-0 con gol suyo, evitando bajar a segunda división.
Fue el Manchester United quien se hizo de sus servicios. Uno de los clubes más importantes del mundo arropó el juego atrevido de Carlitos. La “32” ya era una insignia del argentino en Inglaterra. Con el United ganó dos ligas y una Champions. El palmarés que comenzaba a construir Tévez era espectacular. Tras dos años épicos, los “Diablos Rojos” no hicieron válida la opción de compra. Carlitos, enojado con los dirigentes, se fue a la acera de enfrente.
Manchester City y Manchester United viven uno de los clásicos más apasionantes de la isla. Tévez llegó al nuevo rico de Europa que vio en Carlitos una figura con la cual consagrar todos los sueños que a base de dinero se empezaban a imaginar. La “32” se volvía celeste. En tres años, el paso por el equipo citadino fue turbulento. Problemas de acoplamiento, multas por viajar a Argentina sin consentimiento del club y una Premier League fue el resultado del paso de Carlos por el otro equipo de la ciudad de Manchester, en la que nunca se sintió agusto.
Hoy, la Juventus de Turín, actual campeón de la Serie “A” italiana, entrega el “10” legendario que Alexandro Del Piero dejó vacante a Carlos Tévez. La sonrisa de Carlitos durante la presentación era de alivio. El argentino que se hizo grande sin importar cualquier dorsal, hereda una insignia italiana invaluable. El jugador que ganó Libertadores, Mundial de clubes, Champions League y títulos de liga en donde jugó, lo tiene bien merecido.
