La pequeña población de Fritch, al norte de Amarillo, perdió cientos de casas en un incendio de 2014 y parecía haber sufrido de nuevo. El Alcalde, Tom Ray, dijo el miércoles que se estimaba que entre 40 y 50 casas estaban destruidas en la zona sur del pueblo de dos mil 200 habitantes.
Por Sean Murohy y Jim Vertuno
CANADIAN, Texas, EU (AP).— El incendio que arde en el Panhandle de Texas se convirtió el jueves en el más grande en la historia del estado, mientras una ligera capa de nieve cubría la pradera quemada, el ganado muerto y las casas incendiadas, dando a los bomberos un breve respiro en sus desesperados esfuerzos para limitar el fuego.
El incendio de Smokehouse Creek creció hasta abarcar casi mil 700 millas cuadradas (cuatro mil 400 kilómetros cuadrados) sobre una vasta área rural de pradera y matorrales, recortada por desfiladeros rocosos y salpicada con plataformas petroleras. Se fusionó con otro incendio y apenas ha sido contenido en tres por ciento, de acuerdo con el Servicio Forestal Texas A&M.
El cielo gris provocado por las nubes tempranas y la nieve mostraba un sombrío panorama: grandes extensiones de tierra ennegrecida, casas quemadas que aún ardían y ganado muerto quemado y rígido en el frío. En Stinnett, alguien colocó una bandera estadounidense fuera de una casa destruida.
El explosivo crecimiento del incendio de Smokehouse Creek se ralentizó gracias a la caída de nieve y a que los vientos y las temperaturas se redujeron, pero el enorme fuego sigue sin ser controlado y amenaza con producir más destrucción. Es el más grande de varios grandes fuegos en la sección rural de Panhandle en el estado y cruzó también a zonas de la vecina Oklahoma.
Las autoridades señalaron que cuatro mil 248 kilómetros cuadrados (mil 640 millas cuadradas) del incendio se encontraba en el lado texano de la frontera.
Antes, el incendio más grande en la historia de Texas fue el del 2006 en East Amarillo, que quemó unos tres mil 630 kilómetros cuadrados (mil 400 millas cuadradas) y causó 13 muertes.
Los bomberos han avanzado poco en el control del incendio de Smokehouse Creek, pero el pronóstico de nieve, lluvia y temperaturas de alrededor de cuatro grados Celsius (40 grados Fahrenheit) el jueves ofreció una pausa para lograr avances antes de que las temperaturas y los vientos vuelvan a aumentar el viernes y el fin de semana. Las autoridades no han indicado cuál fue el origen del fuego, pero los fuertes vientos, el pasto seco y la temperatura cálida que no corresponde a la temporada, alimentaron los incendios.
Se esperan menos de 2.5 cm (una pulgada) de nieve, pero la humedad no es el único beneficio, dijo el meteorólogo del Servicio Meteorológico nacional Samuel Scoleri.
“Esto mantendrá baja la humedad relativa durante el día, y definitivamente ayudará a los bomberos”, dijo Scoleri.
Una mujer de 83 años ha sido la única muerte confirmada hasta ahora. Sin embargo, dado que las llamas aún amenazan una amplia área, las autoridades no han realizado una búsqueda rigurosa de víctimas ni han hecho un recuento de las numerosas casas y otras estructuras dañadas o destruidas.
Nimm Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencias de Texas, dijo que el pronóstico meteorológico del fin de semana y “la gran magnitud y alcance” del incendio son los mayores desafíos para los bomberos.
“No quiero que la comunidad adquiera una falsa sensación de seguridad de que los incendios no aumentarán más”, dijo Kidd. “Sigue siendo una situación muy dinámica”.
Esta semana, fuertes vientos impulsaron murallas de fuego con grandes columnas de humo que se elevaron a decenas de metros en el aire, en la poco poblada región. El humo retrasó la vigilancia aérea de los daños en algunas áreas.
El Gobernador republicano Greg Abbott emitió una declaración de desastre para 60 condados. Las llamas hicieron que la principal instalación estadounidense que desmantela arsenal nuclear detuviera sus operaciones el martes por la noche, aunque el miércoles había reanudado su actividad.
El coordinador de la Oficina Manejo de Emergencias del condado de Hemphill, Bill Kendall, señaló que el terreno quemado era como “un paisaje lunar... No queda nada”.
Kendall dijo que unas 40 viviendas ardieron en torno a la localidad de Canadian, pero no se perdieron edificios en la comunidad. Señaló que también había visto “cientos de cabezas de ganado muertas” en los campos.
El Comisionado de Agricultura de Texas Sid Miller advirtió que los incendios podían resultar “catastróficos” para los criaderos de ganado. Más del 85 por ciento del ganado de Texas se encuentren ranchos de la región de Panhandle, señaló.
“Hay millones de cabezas de ganado ahí afuera”, dijo Miller. “Los agricultores y ganaderos lo están perdiendo todo”.