El Presidente de Estados Unidos Donald Trump ha construido su fortuna tras invertir en diversos rubros. Edificios, hoteles, bebidas, aviones, por mencionar algunos, son solo unos de tantos negocios por lo que ha apostado y que no siempre le generaron los activos que esperaba.
Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).– Donald Trump es el heredero de una manera de hacer negocios que legó de su padre Frederick Christ Trump, quien en su tiempo llegó a ser llamado el “Henry Ford de la construcción de casas”, por su talento para hacer millones en este negocios. Ambos a su vez, construyeron su imperio a partir de los cimientos que dejó Friedrich Drumpf, un inmigrante alemán que arribó a Nueva York a los 16 años en 1885 en donde su apellido fue mal escrito como Trumpf, y que con el tiempo él mismo cambiará a Trump, ya cuando en 1891 se nacionaliza estadounidense.
El primero de los Trump en hacer negocios en EU lo hizo a partir de instalar bares y hoteles en los alrededor de los centros más concurridos durante la fiebre de oro. Aunque no sólo les otorgó una cama y alimentos. Gwenda Blair autora del libro Los Trump: Tres generaciones que construyeron un imperio, los hoteles del abuelo Trump también funcionaban como prostíbulos, algo que otros biógrafos de esta familia no han podido confirmar independientemente.
Lo cierto es que el abuelo Trump murió en 1918 de gripe aviar. Su viuda Elisabeth Christ y su hijo Fred invirtieron su fortuna que equivale a medio millón de dólar actual construyeron el imperio inmobiliario que Donald Trump terminaría por socavar a través de una serie de negocios fallidos.
De hecho, Donald Trump, contrario al sueño de su padre, se deshizo de la mayoría de los negocios familiares. The New York Times reveló en 2018 cómo en medio de problemas financieros Trump comenzó a diseñar en 2003 la venta del imperio que Fred Trump soñó que siempre quedaría en manos de la familia.
La venta, completada en 2004, le reportó las mayores ganancias que obtuvo de su padre: su parte fue de 177.3 millones de dólares, unos 236.2 millones de dólares actuales. “Pero resultó que, en ese momento, los bancos valoraban al imperio en cientos de millones de dólares más que el precio de venta. Donald Trump, maestro en el arte de negociar, vendió barato el legado de su padre”, señala el medio.
¿A cuánto asciende la fortuna de Trump?
"No ha sido fácil para mí. Empecé en Brooklyn. Mi padre me dio un pequeño préstamo de un millón de dólares. Llegué a Manhattan y tuve que devolvérselo, con intereses. Pero llegué a Manhattan y empecé a comprar propiedades, y me fue muy bien”, sostuvo Donald Trump en 2015, en su primera campaña presidencial.
Su afirmación, de hecho, no es del todo cierta. The Washington Post sostuvo en ese entonces que Trump se benefició de numerosos préstamos y garantías, así como de los contactos de su padre, para mudarse a Manhattan.
“Su padre también creó fideicomisos lucrativos para obtener ingresos estables. Cuando Donald Trump se excedió en el negocio de los casinos, su padre lo rescató con un préstamo turbio de fichas de casino, y Trump también pidió prestados 9 millones de dólares con su futura herencia como garantía”.
The New York Times descubrió que, de hecho, Fred Trump le prestó a su hijo por lo menos 60,7 millones, que equivalen hoy a 140 millones de dólares. La mayor parte de ese dinero nunca fue pagado, según muestran los registros.
Trump recibió el equivalente actual a por lo menos 413 millones de dólares del imperio inmobiliario de su padre. Además, gran parte de ese dinero llegó a Donald Trump a través de estrategias fiscales dudosas en las que participó durante la década de los noventa, incluidos casos de fraude, según descubrió The New York Times.
La investigación de The New York Times aclara que en cada etapa de la vida de Trump, sus finanzas están intrínsecamente entrelazadas con, y dependen de, la riqueza de su padre. A los 3 años de edad ganaba el equivalente actual a 200.000 dólares al año del imperio de su padre. Era millonario a los 8 años. En sus 40 y 50, recibía más de 5 millones de dólares al año.
En total, el Times documentó 295 fuentes distintas de ingresos que Fred Trump creó a lo largo de cinco décadas para canalizar recursos hacia su hijo.
¿Ahora bien? A cuánto asciende la actual fortuna de Trump.
De acuerdo con Forbes, su riqueza es de 5 mil 100 millones de dólares, según nuestro recuento más reciente, actualizado en marzo. En enero de 2025, Bloomberg señaló por su parte que Trump tenía una fortuna de 7 mil 270 millones de dólares, una cifra que lo regresó a la lista de los 500 multimillonarios de esta firma. Lo cierto es que actualmente Trump ya no figura en este ranking, por lo cual se estima que su fortuna ha disminuido. Trump por su parte ha sostenido que tiene mucho más que estos estimados, incluso sosteniendo que su riqueza es de 10 mil millones de dólares.
Los negocios fallidos de Trump
The New York Times recuerda cómo en diciembre de 1990, Donald Trump le envió a su padre un documento que lo alarmó y lo hizo enojar. Era una modificación al testamento de Fred Trump que fortalecía las disposiciones que establecían a Donald Trump como el único ejecutor de su patrimonio.
Fred Trump temía que este documento pusiera en riesgo el trabajo de su vida y que su hijo pudiera usar el imperio como garantía para salvar sus propios negocios fallidos, según consta en las declaraciones recogidas años más tarde durante una disputa familiar.
Ese temor no era infundado. La trayectoría empresarial de Trump está marcada por una serie de negocios fraudulentos como lo ha consignado de tiempo atrás la prensa estadounidense.
Trump Airlines
Un ejemplo data de 1988 cuando Trump obtuvo un préstamo de 245 millones de dólares para comprar los aviones y las rutas de Eastern Air Shuttle, una aerolínea que operaba vuelos cada hora entre Boston, Nueva York y Washington D. C. durante 27 años.
Trump convirtió una aerolínea austera en una de lujo colocando pisos de madera de arce y sanitarios dorados. La aerolínea no generaba suficientes ingresos ni siquiera para cubrir el pago mensual de intereses de 1 millón de dólares de su préstamo. Trump finalmente incumplió sus pagos, cediendo la propiedad de la aerolínea a sus acreedores. Dejó de existir en 1992.
Las bebidas marca Trump
Con la intención de aprovechar su eslogan de "El Aprendiz", el actual Presidente registró la marca Trump Fire en 2004, pero nunca llegó al mercado, como consigna Rolling Stone. Trump registró el nombre Trump Power al mismo tiempo. Ambas eran marcas de bebidas no alcohólicas sino carbonatadas con zumos de frutas. El único rastro que queda de ambas son las solicitudes de registro que se abandonaron en 2006.
Lo mismo ocurrió con la American Pale Ale de Trump, cuya marca registrada se canceló en 2007. Y la misma suerte tuvo su propia línea de vodka que presentó 2006, con el característico eslogan "Éxito Destilado". La compañía interrumpió su producción en 2011, supuestamente por falta de interés.
Trump: el juego
A finales de los 80, Trump se asoció con Milton Bradley para crear Trump: The Game. El juego solo vendió 800 mil copias, menos de la mitad de los 2 millones de unidades que la compañía esperaba vender. Cuando se descontinuó en 1990, Trump atribuyó las pésimas ventas del juego a que podría haber sido "demasiado complicado". Trump volvió a intentarlo en 2005 con un juego de su serie El Aprendiz producido por Hasbro que también se descontinuó.
Los casinos de Trump
En su primera campaña presidencial Trump presumía su éxito con sus casinos en Atlantic City. Hablaba de cómo las empresas de Wall Street financiaron sus casinos y usó el valor de su nombre para aumentar su fortuna. En los hechos, se trató de otro fracaso.
Trump se declaró en bancarrota por sus casinos en Atlantic City en distintas ocasiones. Primero con el Trump Taj Mahal en 1991. luego en 2004 por el Trump Taj Mahal y por los casinos Trump Marina y Trump Plaza. Tras la bancarrota, Trump Hotels and Casino Resorts se reorganizó Trump Entertainment Resort, que se componía de tres casinos propiedad de Trump, todos en Atlantic City, y que se declaró en quiebra definitivamente en 2014.
De hecho, The New York Times reveló en 2018 que cuando Donald hizo sus primeras incursiones en los casinos de Atlantic City su padre creó un plan para incrementar súbitamente el flujo de asistencia. Fred Trump incluso envió a un contador confiable a Atlantic City con cheques para comprar 3.5 millones en fichas del casino sin hacer apuesta alguna. Con esta estrategia —un préstamo ilegal ante las leyes de apuesta de Nueva Jersey– Donald Trump evitó caer en impago de sus bonos por un estrecho margen.
La revista de Trump
Otro negocio fallido ocurrió en 2007 con el lanzamiento de Trump Magazine, la cual se describió como “un reflejo de las pasiones de sus lectores adinerados al aprovechar un rico entramado cultural”. Un año y medio después del lanzamiento, la revista dejó de publicarse.
Carne a la Trump
En 2007 Trump lanzó su línea de filetes premium, a los que calificó como "los mejores del mundo". La empresa ha sido descontinuada desde entonces. La revista Time señala que quizá tuvo algo que ver con el cierre del Trump Steakhouse en Las Vegas en 2012 por 51 infracciones del código sanitario, incluyendo servir pato de cinco meses.
Una inmobiliaria
Fred Trump fue un magnate inmobiliario que construyó su fortuna en Brooklyn y Queens, y poseía un patrimonio neto de cientos de millones al momento de su muerte en 1999. En 2006, Trump incursionó en este sector con su empresa Trump Mortgage, que cerró al cabo de un año y medio. Trump responsabilizó de esto al director ejecutivo de la empresa E.J. Ridings, un hombre que afirmaba ser un alto ejecutivo de un prestigioso banco de inversión, pero que en realidad solo llevaba seis días trabajando en Wall Street como corredor de bolsa registrado.
Una agencia de viajes
Donald Trump lanzó en 2006 la página GoTrump.com, un motor de búsqueda de viajes de lujo, el cual cerró un año después, a pesar de estar impulsado por el gigante de las reservas Travelocity.
Una universidad
Por esas mismas fechas, particularmente en 2005, Trump abrió la Universidad Trump, una institución con fines de lucro y sin acreditación. En 2010, cuatro estudiantes demandaron a la universidad por "ofrecer clases que equivalían a 'infomerciales' extendidos". Tras la demanda, la "universidad" cambió su nombre a "Iniciativa Emprendedora Trump", antes de cesar sus operaciones un año después. En 2013, el Fiscal General de Nueva York demandó a Trump y a la "universidad" por 40 millones de dólares por presuntamente defraudar a estudiantes. Según documentos presentados ante la Comisión Federal de Comercio (FEC), citados por Rolling Stone, Trump recaudó 11 mil 819 dólares.
Los negocios que fracasaron en México
Trump enfrentó dos proyectos fallidos en México, ambos en zonas turísticas clave: Baja California y Quintana Roo.
En 2006, Donald Trump intentó construir un desarrollo inmobiliario de departamentos de lujo en Baja California, denominado Trump Ocean Resort, Baja; inmuebles con un valor de venta que oscilaba entre los 350 mil y los 900 mil. Sin embargo, el proyecto nunca se concretó, convirtiéndose en un fracaso para el magnate.
Trump promocionó este desarrollo inmobiliario bajo el nombre de Trump Ocean Resort, con un intenso despliegue de mercadotecnia: presentándolo como un hotel de lujo con una zona de condominios, fue promocionado en Baja California con gran dinamismo.
Un reportaje publicado por el San Diego Tribune en septiembre de 2016, que detalla esta fallida inversión de Donald Trump, describe que el complejo debía ocupar 17 acres frente al mar y constar de 525 condominios. Los precios de las unidades oscilaban entre 275 mil y 3 millones de dólares.
Los compradores debían realizar un depósito de al menos el 30 por ciento del valor total de los inmuebles. Al final solo se vendió el 60 por ciento, ya que más de 30 unidades estaban a nombre de ejecutivos de Irongate y a pesar de los depósitos iniciales entregados por los interesados, el proyecto nunca se construyó y quedó como un fraude inmobiliario.
En 2007, un año después de lo ocurrido en Baja California, Trump intentó establecer otro desarrollo turístico en Cozumel, Quintana Roo. El proyecto, denominado Punta Arrecifes Resort, contemplaba una pista aérea, un campo de golf y otros lujos.
En 2008, sus hijos Donald Jr. e Ivanka se reunieron con representantes locales para negociar un cambio de uso de suelo en Cozumel, necesario para construir el lujoso complejo Punta Arrecifes Resort. Sin embargo, el entonces alcalde panista, Gustavo Ortega Joaquín, les pidió un "moche" de 20 millones de dólares para facilitar los trámites. Ante esta solicitud, los Trump cancelaron el proyecto.





