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Y viernes negro para Elon

Musk y Tesla eran la sensación. La crisis bursátil (y Trump) les ha robado la sonrisa

04/04/2025 - 7:00 pm
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Las medidas arancelarias implementadas por Donald Trump, así como su papel al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos, han dañado gravemente la imagen y las finanzas de Elon Musk y su marca de autos, Tesla, que ha reportado su peor trimestre desde 2022.

Ciudad de México/Berlín, 4 de abril (SinEmbargo/DW).- Elon Musk ha pasado de ser el hombre más rico del mundo y empresario visionario en busca de pisar Marte a un showman repetitivo que no genera gracia, y a un asesor gubernamental del Presidente rechazado por la ciudadanía por su política de recortes presupuestales y despidos en el Gobierno federal.

Ahora, sin embargo, es su propio Presidente, a quien impulsó en campaña y donó cientos de millones de dólares, quien lo ha puesto entre la espada y la pared con una absurda estrategia comercial basada en la imposición de aranceles comerciales.

El mercado financiero no ha perdonado los errores que Donald Trump ha cometido en las últimas semanas y, más aún, desde el jueves pasado cuando decidió imponer 25 por ciento de aranceles a las exportaciones de la industria automotriz hacia EU y una tanda de excesivos aranceles comerciales contra 185 países del orbe.

En una semana de pesadilla para Elon Musk, este viernes su marca emblemática Tesla se convirtió en la más dañada entre las llamadas “Siete Magníficas”, las empresas más poderosas del mundo basadas en el desarrollo de tecnología. Tesla reportó una caída de 10 por ciento en el valor de sus acciones –89 dólares menos–, lo que elevó sus pérdidas en valor de capitalización a 139 mil millones de dólares si se suma la caída bursátil que registró ayer.

Pero esto no es todo, desde su punto más alto -488.54 dólares por título–, la acción de Tesla ha caído 45 por ciento y, al cierre de marzo los títulos de la automotriz reportaron su peor trimestre desde 2022: menos 36 por ciento en su valor.

La última vez que Tesla tuvo una mala racha, justo a finales de 2022, sus acciones se desplomaron un 54 por ciento. “Ese trimestre incluyó la venta por parte de su CEO Elon Musk de más de 22 mil millones de dólares en acciones de Tesla para financiar la adquisición de Twitter, posteriormente rebautizada como X, por 44 mil millones de dólares”, explicó la periodista Lora Kolodny en el sitio especializado CNBC.

La caída de Tesla en el primer trimestre, detalló Kolodny, eliminó más de 460 mil millones de dólares de capitalización bursátil. “La mayor parte del trimestre coincide con la etapa de Musk en la segunda administración Trump, liderando una iniciativa para recortar el gasto y las regulaciones gubernamentales, y despidiendo a decenas de miles de empleados federales”, expuso la periodista.

Además de sus pérdidas bursátiles, el miércoles pasado la compañía de Musk reportó sus ventas del primer trimestre del año, una cifra roja que añade ya el rechazo de los consumidores a una marca que parecía viento en popa.

Las exportaciones globales de vehículos de Tesla cayeron 13 por ciento entre enero y marzo, respecto al año anterior, su mayor descenso desde su fundación, lo que evidencia que la creciente reacción negativa de los consumidores contra la marca y su polémico dueño está perjudicando el negocio. Así lo expuso The Wall Street Journal y dio los datos: el total trimestral final de 336 mil 681 entregas de autos no alcanzó las expectativas de los analistas.

“El papel activo de Musk en la administración Trump y su apoyo a los partidos de extrema derecha en Europa han convertido a Tesla en blanco de protestas políticas y boicots en los últimos meses, incluso por parte de antiguos propietarios leales de Tesla. Encuestas recientes han mostrado una pérdida de atractivo para la marca, especialmente entre los demócratas en Estados Unidos. Algunos analistas de Wall Street han rebajado la calificación de las acciones de Tesla, en parte debido a la creciente animosidad hacia la marca”, planteó diario neoyorquino.

“Las ventas de Tesla China, que exporta a mercados extranjeros, cayeron 49 por ciento en febrero, pero mejoraron en marzo tras el inicio de las entregas del renovado Model Y en China, según la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China. La compañía vendió 78 mil 828 vehículos fabricados en China durante el mes, un 11 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. A pesar del descenso, Tesla recuperó el tercer puesto en ventas en el mercado automovilístico chino, tras haber salido del top 5 en febrero”, detalló The Wall Street Journal.

En Alemania, sede de la fábrica europea de Tesla, las matriculaciones de vehículos nuevos cayeron 76.3 por ciento en febrero en comparación con el mismo periodo del año anterior, según la Autoridad de Transporte Motorizado del país, mientras que en Estados Unidos, las ventas bajaron 2 por ciento en los dos primeros meses del año, según la firma de investigación Wards Intelligence.

De acuerdo con la revista The Economist, “la amenaza para Tesla es mayor e inmediata. Desde un máximo de 1.5 billones de dólares a mediados de diciembre, su valor de mercado se ha reducido casi a la mitad. Activistas han estado realizando protestas en las salas de exhibición de Tesla en Estados Unidos y Europa, indignados por el comportamiento de Musk”.

Musk, ¿el transformador a punto de caer?

Al mal paso de Tesla se suma el rumor sobre que Elon Musk estaría a punto de abandonar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado por Donald Trump, según han informado medios estadounidenses. Trump habría insinuado su retirada en una reunión de gabinete, afirmando que Musk desempeñaría en adelante sólo un "papel de apoyo”. Sin embargo, la Casa Blanca lo ha minimizado: oficialmente no se ha tomado ninguna decisión. Musk, por su parte, habla de "noticias falsas".

Lo que sí está claro es que el rol de Musk estaba limitado desde el principio: como "empleado especial del Gobierno” (Special Government Employee), sólo puede trabajar un máximo de 130 días al año para el Gobierno sin estar sujeto a normas éticas más estrictas ni a obligaciones de transparencia (como la divulgación detallada de bienes e ingresos), siempre que cuente con una exención previa.

Hasta ahora, no hay constancia pública de que se haya otorgado tal exención. A más tardar a principios de junio se alcanzará ese límite. Por tanto, su salida oficial del DOGE parece ser sólo cuestión de tiempo, especialmente porque, según encuestas, Musk se está convirtiendo cada vez más en una figura controvertida para la población estadounidense. La mayoría rechaza ya su curso de reformas radicales.

Cercanía con el presidente, y tensiones crecientes

Musk no fue sólo asesor, sino casi el "hombre en la sombra” del presidente estadounidense. Pocas personas del entorno de Trump fueron tan visibles, tan son tan influyentes, y estuvieron tan presentes. Ya fuera en el Despacho Oval, en visitas de Estado, o jugando al golf los fines de semana, Musk siempre estaba allí.

Trump incluso hizo que se presentaran nuevos modelos de Tesla en el césped de la Casa Blanca, como apoyo de relaciones públicas para la empresa, que atravesaba dificultades.

Pero detrás de las escenas de camaradería, hay tensiones. Las voces críticas dentro del Partido Republicano han ido en aumento. El secretario de Estado, Marco Rubio y el exasesor Steve Bannon acusan a Musk de tener un estilo egocéntrico y de exhibirse en exceso. Sin embargo, Sascha Lohmann, del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP) en Berlín, no cree en una ruptura entre Trump y Musk:

"Trump a veces le ha reprochado a Musk ciertas actitudes y le ha pedido actuar con más cautela. Pero en lo fundamental, en la idea de desmontar el aparato administrativo con medios radicales, incluso más allá de los límites constitucionales, siempre han estado de acuerdo”.

DOGE: un proyecto de reforma radical

El DOGE fue la respuesta de Trump a su promesa electoral de "drenar el pantano de Washington”. Con Musk, consiguió un aliado cuyo enfoque empresarial prometía reformas drásticas. En poco tiempo, Musk implementó medidas de gran alcance: se eliminaron más de 20 mil empleos en agencias federales, y a otros 75 mil empleados se les ofrecieron indemnizaciones voluntarias. Están en preparación fusiones estructurales, como la de la Oficina Postal de EU. con el Departamento de Comercio.

El ejemplo más espectacular hasta ahora: la eliminación de USAID, la agencia estatal para la ayuda internacional al desarrollo.

Paralelamente, se digitalizaron procesos administrativos importantes. Un proyecto emblemático pero controvertido fue la digitalización de los expedientes de pensiones en Pensilvania y de las nóminas de más de 270 mil empleados federales. El DOGE afirma haber generado ahorros por más de 100 mil millones de dólares. No obstante, aún no se han realizado auditorías independientes y algunos medios ya han revelado inconsistencias en las cifras oficiales.

"El procedimiento fue eficiente y rápido, pero también arriesgado, ya que se eludieron sistemáticamente los mecanismos clásicos de control”, advirtió el experto en EU Lohmann.

¿DOGE sin Musk y Musk sin DOGE?

Donald Trump ha reiterado que el DOGE seguirá existiendo sin Musk. Al mismo tiempo, ha minimizado un poco la importancia del empresario, señalando que, al final, son las agencias las responsables de lograr los ahorros.

Lo que Musk planea tras su posible retirada sigue siendo incierto. Probablemente vuelva a centrarse más en sus empresas. Sin embargo, no se descarta que continúe su carrera política.

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