Kim Jong Un regresa a Corea del Norte luego de cumbre fallida con Donald Trump

02/03/2019 - 10:10 am

El líder supremo participó esta mañana en un acto solemne para rendir tributo al héroe nacional vietnamita Ho Chi Minh frente a su mausoleo, para después recorrer en coche los 170 kilómetros que separan Hanói de Dang Dong.

Kim llegó el martes a Vietnam para participar en su cumbre con Trump, que se cerró el jueves de manera abrupta por las diferencias entre ambas partes sobre la desnuclearización de Corea del Norte y el levantamiento de las sanciones.

Hanói, Vietnam, 2 de marzo (EFE).- El líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, inició hoy su largo viaje de regreso en tren a Pionyang después de su visita oficial de dos días a Vietnam y la reunión fallida en Hanói con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El mandatario norcoreano llegó a la estación de ferrocarril de Dong Dang, en la frontera con China, pasadas las 12:30 (hora local) y tras unos diez minutos de protocolo y saludos a las personas que acudieron a despedirlo se montó en su tren blindado para volver a su país.

Kim, quien llegó a la terminal sonriente y agitando la mano para saludar a los asistentes, necesitará unas 60 horas -o dos días y medio- para recorrer por vía férrea los 4 mil 500 kilómetros que separan la frontera vietnamita con China de la capital norcoreana.

Se desconoce si Kim hará alguna parada durante su recorrido por el gigante asiático para reunirse con las autoridades de Pekín, su principal aliado económico y político, con quien analizar la brecha entre las posiciones de Pionyang y Washington tras la segunda cita entre el líder norcoreano y Trump y que terminó de manera abrupta.

Antes de abandonar Vietnam, el líder supremo participó esta mañana en un acto solemne para rendir tributo al héroe nacional vietnamita Ho Chi Minh frente a su mausoleo, para después recorrer en coche los 170 kilómetros que separan Hanói de Dang Dong.

Kim dio así la nota final a su primera visita oficial al régimen comunista de Vietnam y que supone continuar los paso de su abuelo Kim Il-sung, quien se reunió con Ho Chi Minh en Hanói en 1964, previo a la unificación de Vietnam.

La víspera, Kim se reunión con el Presidente vietnamita, Nguyen Phu Trong, con el objetivo de reforzar la relación de los dos países, que comparten afinidades históricas e ideológicas por la raíz comunista de sus regímenes.

En los últimos meses, Corea del Norte parece estar interesado en la transición económica emprendida por Vietnam a mediados de los años ochenta, que le ha permitido pasar de un comunismo ortodoxo a una economía de mercado tutelada por el Estado sin que el Partido Comunista pierda su hegemonía política.

Kim llegó el martes a Vietnam para participar en su cumbre con Trump, que se cerró el jueves de manera abrupta por las diferencias entre ambas partes sobre la desnuclearización de Corea del Norte y el levantamiento de las sanciones.

Aunque todos los implicados evitan hablar de fracaso, las versiones de Estados Unidos y Corea del Norte son contrapuestas.

Mientras Washington asegura que Pionyang pidió el levantamiento total de las sanciones a cambio de desmantelar la central nuclear de Yongbyon, a unos 60 kilómetros al norte de la capital norcoreana.

Corea del Norte, por medio de su ministro de Exteriores, Ri Yong-ho, mantiene que su gobierno solo pidió un levantamiento parcial de las sanciones y recalcó que Pionyang se comprometió a inutilizar “de forma permanente y completa” todas las instalaciones de producción de material nuclear en Yongbyon.

Tras un cruce de versiones entre los dos equipos negociadores, todas las partes se esforzaron el viernes en resaltar los avances obtenidos en las reuniones y en apelar a la perseverancia para poder firmar un acuerdo en una próxima cumbre, sin fecha de celebración.

Aunque Trump aseguró al término de la cita que pudo firmar un acuerdo pero prefirió esperar, lo cierto es que la segunda cumbre -la primera reunión se celebró en Singapur en junio de 2018- se cerró sin un claro avance respecto a la desnuclearización de la península coreana y muchas dudas en materia de derechos humanos o respecto a un futuro acuerdo simbólico de paz.

Por el lado positivo, ambos países mantienen abiertas las puertas al diálogo y Kim respondió por primera vez las preguntas de periodistas occidentales.

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