Charly García o cómo tratar de ser alguien del pasado

02/06/2018 - 12:00 am

Veo a Charly García anciano. Ya casi no puede caminar, entre otras cosas porque tenía que operarse de la cadera y no quiso. Perdido como un zombi entre cientos de personas que lo aclaman. Lo aplauden. Lo llevan al escenario para que haga lo mejor que hace: la música.

En 2017 sacó Random, un disco que recibió muchos elogios, entre ellos el de nuestro experto Roque Casciero: “Y entonces, para Charly el pasado está en el lugar correcto y el presente es continuo, que es una forma de decir que el futuro no para de llegar”.

“Lo más difícil es mantenerte fiel a lo que querés ser. Es lo único que garpa (paga). A mí me internaron y me hicieron de todo… ¿Alguien puede creer realmente que yo soy un drogadicto o un alcohólico? ¿O que estoy loco? ¿A vos te parece que un loco puede hacer Clics modernos?

Yo tomé mucha droga, a veces para experimentar, a veces porque sí. Pero casi nunca afectó mi música. El loco y el artista se parecen, pero el artista tiene la posibilidad de hacer una obra. Eso lo salva. Excepto que se considere loco a alguien porque no le interesa el dinero o no sabe su número de teléfono, como yo. Lo que me cagó la vida fueron la psicología y la psiquiatría”, dice Charly.

Veo cómo está mi pasado. Casi todo se lo debo a él, a Luis Alberto Spinetta, que son un poco mis padres poéticos, los que me formaron, los que me hicieron lo que soy.

¿Cómo hacer para pensar en el pasado y seguir respetando, viendo lo que es esencialmente para mí, Charly García?

“Quiero dedicarle este premio a Gardel, también a María Gabriela Epumer, al “Flaco” Spinetta, al “Negro” García López, a Prince y Cerati”, dijo y luego lanzó: “Hay que prohibir el autotune”, antes de interpretar en compañía de la Orquesta Sinfónica su tema “Inconsciente colectivo”, dijo cuando recibió el Gardel, el máximo premio de Argentina, para su disco Random.

“Imposible amarlo más. Grande, Charly”, dice un joven, muy joven, en los comentarios.

Verlo es vernos. Ver qué hemos hecho de nuestras vidas, aunque en nuestro caso no tenemos el genio que él tiene. Deseamos de todo corazón que sea lo más feliz que pueda en estos últimos años de su vida, pero lo cierto es que la razón no la tiene la psicología, sino las drogas.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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