De Víctimas a victimarios

04/07/2014 - 12:00 am

La derrota del mundial volvió a sacar a relucir nuestra capacidad y costumbre para victimizarnos y el mundo nos acompañó. Eso sólo sirvió para retrasar el momento de  aceptar nuestra parte de responsabilidad en la derrota. Jugamos a las víctimas porque funciona. Como en futbol, lo hemos hecho con la guerra contra el narco y ahora con el tema de los migrantes.

La administración pasada, alegó, durante 6 años, que la guerra contra el narco y los muertos eran culpa de los americanos que venden armas y consumen drogas. Nunca pudo abiertamente reconocer la debilidad institucional, la corrupción y la impunidad. Eso solo retraso la atención seria a estos y muchos otros problemas.

Con la crisis de los “niños migrantes” estamos a punto de caer en la misma tentación.  Afuera, se nos trata de victimarios. Honduras dice que México no cuida a los migrantes. Estados Unidos alega que no cuidamos nuestras fronteras. La subsecretaria de relaciones exteriores, Vanessa Rios, argumenta que cumplimos perfectamente con nuestro trabajo. Alega que hay albergues de migrantes e incluso, se les deporta vía aérea (aunque sea de noche). Para ella, somos víctimas de las acusaciones injustas de los vecinos. Los datitos oficiales de la SRE avergüenzan. Las autoridades saben muy bien que el impacto de la infraestructura existente es marginal, dada la magnitud del problema. Nadie se da abasto para atender el problema.

Pobre subsecretaria, al mejor estilo calderonista, se toma las declaraciones de la primera dama hondureña como ataque personal. Omite reconocer, y lo sabe, el documentado abuso de autoridades y criminales a los migrantes y la ceguera de la  CNDH sobre el tema. Incluso, omite respetar el posicionamiento oficial en la materia. En derechos humanos, este gobierno optó por reconocer el desastre aunque no puedan resolver los problemas.

México no puede volver a su posicionamiento de víctima y menos con un tema tan delicado como la migración. No podemos cerrar los ojos, no solo por el más mínimo sentido de responsabilidad hacia su función, sino porque entre esos “niños migrantes” hay miles de mexicanos que padecen lo mismo que los centroamericanos. Aunque este año, la crisis centroamericana se acentuó, hace 5 años que el problema sobre niños mexicanos es brutal y nadie lo había mencionado. Las cifras no mienten.

 Número de menores no acompañados detenidos durante los años fiscales 2009-2014 (FY 2914, hasta el 15 de junio 2014).

País

Año fiscal

2009

Año fiscal  2010

Año fiscal  2011

Año fiscal  2012

Año fiscal  2013

Año fiscal  2014

El Salvador

1,221

1,910

1,394

3,314

5,990

11,436

Guatemala

1,115

1,517

1,565

3,835

8,068

12,670

Honduras

968

1,017

974

2,997

6,747

15,027

México

16,114

13,724

11,768

13,974

17,240

12,146

 Fuente: Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

http://www.cbp.gov/newsroom/stats/southwest-border-unaccompanied-children

Desconozco las razones por las que entre 2013 y 2014 la migración de menores mexicanos decreció tan drásticamente. Sin embargo, 12,146 menores no acompañados detenidos no es una cifra para cantar victoria. Las cifras de repatriación tampoco generan optimismo.

Dicho lo anterior, es hora de que México salga de la victimización y trabaje de manera seria en la definición de su parte responsable. Solo a partir de ahí podemos salir de los dimes y diretes y delimitar claramente hasta dónde y en qué ámbitos podemos atender la crisis migratoria que afecta a toda la región. Como en el futbol, es tiempo de asumir nuestra parte, reconocer la de los otros para trabajar en consecuencia.

Ambos acusadores, Honduras y EUA tienen razón en parte. Es ofensivo ver al embajador americano revisar, y diagnosticar nuestra frontera con Guatemala pero más ofensiva es la inacción de nuestras autoridades. México es un territorio hostil no sólo para migrantes sino para cualquier individuo. No es nuestra culpa que Centroamérica padezca una brutal crisis social y económica que expulse a miles de jóvenes solos a buscar una mejor vida. Sí es nuestra responsabilidad lo que le suceda a mexicanos o extranjeros en territorio nacional y el proceder de las autoridades.

La crisis institucional mexicana ha construido un terreno fértil para traficantes de drogas y personas sin distinción de nacionalidad o estrato social. Las autoridades, allende los magníficos discursos humanitarios, dan visos de corrupción o, en el mejor de los casos, indiferencia. No por nada somos el primer lugar del mundo en pornografía infantil y el segundo en trata. Estos honores solo se logran en contextos de impunidad y colaboración entre criminales y autoridades.

Jorge Castañeda, atinadamente dice, que en problemas tan complejos como la migración, las propuestas ligeras suelen ser inútiles o inviables. Él propone transparencia, yo agregaría honestidad y responsabilidad. Solo si cada quien asume sus faltas podrán plantearse esquemas de cooperación que vayan más allá de las tradicionales soluciones nacionalistas que solo incrementan el daño social. Ni víctimas ni victimarios, seamos responsables.

Alejandra Cullen
Economista del ITAM y tiene una maestría en administración pública de Harvard. Permanece en búsqueda constante de las coincidencias y disidencias entre sociedad y gobierno para entender lo que sucede en México.
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