Ciudad de México, 6 de marzo (SinEmbargo).- Incluso antes de que los fans de la cultura zombi afloraran hasta por debajo de las piedras, la idea de una horda de seres comecarne, sueltos por las calles ha resulta aterradora para cualquier época por razones obvias. Actualmente existen tantas variedades de estos seres en el imaginario popular que existe todo un tratado sobre qé hacer en estos casos. Sin embargo la pregunta principal –y la que da más pie a debates– siempre es la misma: ¿dónde esconderse?
No obstante, lo que parecería ser el tema de una reunión de fanboys, ahora también forma parte de las preocupaciones de la comunidad científica. De esta manera, un documento que se presentará en la reunión de este mes de la Academia de Ciencias Físicas de Estados Unidos, un equipo de la Universidad de Cornell hizo una simulación estadística dinámica de un brote de zombis, con resultados bastante obvios, aunque –eso sí– comprobados científicamente.
Es así que, de acuerdo con los científicos, el mejor lugar para estar durante un brote de muertos vivientes o reanimados o zombis o como se les prefiera llamar es, ni más ni menos, en donde no hay gente, dio a conocer la revista Popular Science.
Parecería una investigación destinada a contender para los Premios Ig Nobel, los cuales se entregan anualmente a los logros científicos más inverosímiles. Sin embargo, lo cierto es que los resultados pueden replicarse en otras situaciones.
Mientras que por fortuna, los zombis son ficticios (hasta ahora), existen muchos otras infecciones mortales que se esparcen por contacto humano, así que hay una buena base para realizar el modelo de un brote de esta naturaleza.
El modelo fue hecho para una población de 300 millones, en el que se le dio a los humanos cuatro estados posibles: normal, infectados, zombie funcional y zombie muerto. Así mismo, se tomó en cuenta la densidad de las poblaciones humanas, por lo que las ciudades con una gran cantidad de seres humanos y las interacciones humanas verían rápidas tasas de infección en comparación con las zonas más remotas y rurales.
Por tal motivo, los lugares más seguros para estar, según lo determinado por el modelo, se encuentran en lo alto de las montañas y las zonas escasamente pobladas del norte del continente, como Montana, Idaho o las Dakotas, en Estados Unidos. Así que dirigirse a este rumbo o a las Montañas Rocosas o Canadá es una de las mejores opciones para los sobrevivientes de la epidemia zombi.
El modelo se limitó a las mejores zonas para la supervivencia en los Estados Unidos, pero la inclusión de Canadá se antoja lógica, dado su clima frío e interior remoto y despoblado que lo convertirían en un excelente lugar para esperar mientras pasa el brote (si es que es controlado).
“Teniendo en cuenta la dinámica de la enfermedad, una vez que los zombies invaden las zonas menos pobladas, todo el brote se ralentiza -hay menos seres humanos para morder, por lo que se empieza a crear zombies a un ritmo más lento”, explica Alexander Alemi, autor del artículo. “Me encantaría ver a un relato de ficción donde la mayoría de la ciudad de Nueva York cae en un día, pero el estado de Nueva York tiene un mes para prepararse”, agrega.
Por supuesto, el enfoque del estudio encaja perfectamente para una película de Hollywood, y que mejor que Nueva York como escenario de una contingencia de este tipo. Por otra parte, los resultados no dan por sentado que las zonas mencionadas como “seguras” lo sean. De hecho, sólo son más fiables que el promedio.
Usando el modelo de Alemi para identificar puestos seguros puede ser útil y podría dar a la gente períodos de supervivencia más largos, pero también puede que sólo haga más prolongada la espera de un inevitable final zombi. Finalmente, los investigadores concluyen con una nota ominosa: “Construimos a una simulación a gran escala de un brote en los Estados Unidos y descubrimos que, para los parámetros ‘realistas’, estamos en gran parte condenados”. Quizás un estudio en México arroje resultados más esperanzadores.
