La verdadera modernización de Pemex empezará cuando se acaben los privilegios del sindicato: The Economist

05/08/2014 - 10:37 am

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– Aún cuando el gobierno de México empiece o no a castigar los excesos cometidos por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que dirige Carlos Romero Deschamps, la verdadera muestra de que Petróleos Mexicanos (Pemex) será modernizado es que se acabe con los privilegios que tuvieron sus miles de trabajadores asociados durante años, y que provocaron un boquete conocido como pasivos, dice la prestigiada revista The Economist.

“Cuando Ricardo Aldana, un político que representa al asediado sindicato petrolero mexicano, arengó a la Cámara de Diputados en las primeras horas del sábado 2 de agosto, no fueron los gritos y exclamaciones de ‘borracho’ de sus oponentes que las que deberían haberle molestado. Fue la espalda que recibió de su propio Partido Revolucionario Institucional (PRI)”, narra la publicación inglesa.

“El sindicato, del que es tesorero, se encuentra bajo uno de los peores ataques desde que su antiguo líder, Joaquín Hernández Galicia, fue capturado por soldados armados con bazookas en 1989 y encarcelado. Ahora que el PRI, por orden del presidente Enrique Peña Nieto, prácticamente ha reescrito las reglas de Pemex, la petrolera estatal de México, el señor Aldana y su jefe, Carlos Romero Deschamps, deben estar preocupado por lo que está reservado para ellos”, agrega The Economist.

La extraordinaria relación del sindicato con Pemex ha estado salpicando todas las portadas de los periódicos mexicanos recientemente, dice, un desvío conveniente para el gobierno porque, mientras, pasan las reformas de energía en el Congreso.

“En primer lugar, los legisladores han llamado la atención sobre el tamaño enorme de los pasivos por pensiones sin reservas de los trabajadores del petróleo, que han sido negociados con Pemex durante décadas. Según Luis Videgaray, el Secretario de Hacienda, ascienden a 1.7 billones de pesos (129 millones de dólares) sobre una base actuarial, o alrededor del 10 por ciento del PIB (aunque el Congreso los pone más bajo). Eso no es muy por debajo del tamaño de toda la industria privada de pensiones (13 por ciento del PIB), lo que, a diferencia de la de Pemex, se financia con esmero de cada cheque de pago de los trabajadores ordinarios”, señala la publicación especializada.

Como parte de la reforma, agrega, algunos de estos pasivos por pensiones se desplazará a los libros del gobierno, que los críticos han interpretado como un rescate del sindicato por parte sus amigos en el gobierno. “Lejos de ello. Ese monto dependerá de la cantidad que Pemex y el sindicato acuerdan reducir, al elevar la edad de jubilación de los trabajadores de Pemex de 55 a 65 y recortando otros beneficios. Se espera que el sindicato sea castigado”.

En segundo lugar, continúa, “se ha convertido en escándalo un negocio de 30 años de edad, en el que el sindicato de Pemex toma la “agua sucia” de petróleo, demasiado sucio para refinar, para venderlo por su propia cuenta. Originalmente había un contrato de venta a una empresa tejana, Arriba, pero se rompió. Décadas de pleitos después, un juez de Texas confirmó el mes pasado la decisión de multar al sindicato por incumplimiento de contrato. Los informes de la prensa dicen que el sindicato podría tener que desembolsar tanto como mil 400 millones de dólares debido a los intereses acumulados. En el pasado, Pemex habría ayudado subrepticiamente para cubrir esos costos, pero ahora se les prohíbe hacerlo. Eso podría debilitar aún más a los altos mandos del sindicato”.

El sindicato de Pemex solía ser una institución venerada, según The Economist. “Uno de sus ataques ayudaron a estimular, en 1938. la nacionalización de la industria petrolera. Pero con el tiempo su liderazgo, concedido a favores especiales por su apoyo al PRI, comenzó a operar en un universo propio. Incluso ahora, los hijos del señor Romero Deschamps viven estilos de vida plutocrático. Según indiscretos anuncios en Facebook, a su hija le gusta viajar en jet por todo el mundo y poner sus  mascotas bulldogs en hoteles de lujo”.

“La regla no escrita es que para seguir viviendo con tal estilo, los grandes jefes de los sindicatos deben ser incondicionales del PRI. Los líderes del sindicato de los trabajadores petroleros han demostrado ser apoyar las reformas energéticas, aunque con los dientes apretados. Pero cuando el PRI se negó a apoyar la iniciativa del señor Aldana para diluir el acuerdo de pensiones, comenzó a parecerse que las reglas del juego pueden cambiar. Independientemente de si el gobierno realmente comienza a hacer frente a los excesos flagrantes de del sindicato en lugar de hacer la vista gorda ante ellos, ése será un signo de su seriedad en la modernización de Pemex”, concluye.

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