El caso del niño puso de relieve la situación de precariedad en muchas de estas pequeñas penitenciarías en el país, 29 en total con unos 2 mil 600 reclusos en su conjunto, que las autoridades tienen previsto ir clausurando progresivamente para trasladar a los prisioneros a cárceles mayores.
La Paz, 13 mar (EFE).- Las autoridades de Bolivia cerraron una cárcel del país cuyas llaves estaban a cargo de un niño, una decisión que se enmarca en un proceso de reestructuración del sistema penitenciario para mejorar las condiciones de los reclusos.
El Ministerio de Gobierno (Interior) informó este viernes del cierre de la carceleta, como se conoce en el país a pequeñas prisiones, en la localidad boliviana de Zudáñez.
La semana pasada trascendió que un niño de 12 años manejaba las llaves de esta penitenciaría cuyo encargado era su padre, sobre quien pesaban constantes quejas por abandono de funciones, según las autoridades.
Los 12 reos que estaban en el penal fueron trasladados a la cárcel de San Roque en Sucre, capital de Bolivia, tras constatarse que en Zudáñez carecían de “condiciones de infraestructura, de seguridad y la falta de equipos multidisciplinarios” para su reinserción social, de acuerdo a un reporte del ministerio.
UN PROCESO DE REESTRUCTURACIÓN PENITENCIARIA
El caso del niño puso de relieve la situación de precariedad en muchas de estas pequeñas penitenciarías en el país, 29 en total con unos 2 mil 600 reclusos en su conjunto, que las autoridades tienen previsto ir clausurando progresivamente para trasladar a los prisioneros a cárceles mayores.
“No reúnen las condiciones de seguridad, por lo que el Gobierno nacional determinó que las mismas sean cerradas paulatinamente”, subrayó el ministerio, para enviar a los reos a centros penitenciarios que “reúnen mejores condiciones para la readaptación”.
Según las autoridades, el traslado estaba decidido antes del caso del menor en Zudáñez, donde el encargado de la carceleta “enfrenta un proceso legal y administrativo”.
Las cárceles de Bolivia presentan problemas de hacinamiento, con un número de reclusos muy por encima de su capacidad en muchas de ellas, la mayoría presos preventivos en espera de condena, y con episodios violentos en algunas prisiones, mientras existen planes para mejorar las condiciones de los reos y agilizar procesos judiciales para descongestionarlas.
