Asegura el joven cineasta argentino Pablo Trapero (Buenos Aires, 1971) que el anuncio de que presidirá el jurado de Una cierta mirada, la más importante sección paralela de la mayor muestra cinematográfica del año, el Festival de Cannes, lo tomó de sorpresa.
Como sea, constituye sin duda un gran reconocimiento a uno de los más destacados cineastas del cono sur y que en el mencionado encuentro fílmico presentó El bonaerense, Carancho y Elefante Blanco. En 2008, Leonera compitió por la Palma de Oro y en 2011 le tocó a la actriz Martina Guzmán, esposa y musa de Trapero, integrar el jurado oficial entonces presidido por Robert De Niro.
“Una Cierta Mirada es una sección que me gusta mucho y que en los últimos años logró una proyección enorme, al punto que muchas de sus películas reciben un tratamiento parecido a las que compiten por la Palma de Oro.
Allí, directores ya establecidos y famosos hacen sus propuestas más insolentes y provocativas junto a otros que revelan allí su talento. Ya me preparo para disfrutar, porque voy a poder ver al menos tres películas por día y compartir obras de mucha otra gente que admiro”, dijo Pablo al periódico argentino La Nación.
Trapero a Thomas Vinterberg como titular de la nombrada sección y tendrá que decidir con los otros miembros del jurado cuál será la ganadora en esta sección oficial entre la veintena de películas que van a competir, y cuyos títulos se conocerán el próximo día 17, explicó el Festival de Cannes en un comunicado.
El premio de “Un certain regard” se fallará el 23 de mayo, la víspera del anuncio del palmarés de esta 67 edición del certamen cinematográfico de la Costa Azul francesa.
El pasado año, la cinta galardonada fue la producción franco-camboyana “L’Image manquante”, de Rithy Panh.
Para saber quién es Pablo Trapero, nada mejor que ver sus películas, llamadas a ser por derecho propio las más importantes del acervo sudamericano de las últimas décadas.
1. MUNDO GRÚA
Fue la primera película del director, quien tenía apenas 28 años cuando la dio a conocer en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde obtuvo el premio de la crítica.
Se trata de una producción en 16 mm que junto con Pizza, birra y faso, de Bruno Stagnaro y Adrián Caetano, significó la renovación del cine argentino.
“La sencillez en el lenguaje cinematográfico, la contundencia narrativa, la marcación de actores, no es de ninguna manera el producto de una ópera prima, sino el producto de un cuidadoso, maduro, y soberbio trabajo de equipo liderado por Trapero y Stantic (la productora)”, escribió el crítico Pablo Silva.
Mundo grúa cuenta la historia del Rulo, un cincuentón que vive con su hijo en el Gran Buenos Aires, se encuentra desocupado e intenta trabajar como operador de grúas.
2. EL BONAERENSE
El bonaerense, seleccionada en 2002 en Cannes, precisamente en Un certain regard, la sección que ahora tendrá a su cargo Pablo Trapero, cuenta la historia de El Zapa, un cerrajero en un pueblo pequeño de Buenos Aires, al que su patrón manda a abrir una caja fuerte en una oficina. Al día siguiente cae preso como responsable del robo al lugar. Su tío Ismael, policía bonaerense retirado, lo saca de la comisaría y lo envía al Gran Buenos Aires con una carta de recomendación. Zapa se convierte en un joven aspirante a agente de la policía de la provincia.
“Lo verdaderamente emocionante de El bonaerense transcurre bajo la epidermis de sus personajes. Todo lo que no se dice, todo lo que no se hace, lo que se piensa pero no ocurre, todo eso es lo más puro de la cinta de Trapero. En su baile de silencios, sudores y gestos se esconde una emoción oculta”, escribió el crítico del español 20minutos.es.
3. LEONERA
La actriz argentina Martina Gusmán es la esposa de Pablo Trapero y hoy por hoy una de las caras más reconocidas del cine argentino. Ha trascendido además las fronteras de su país filmando en España la comedia romántica Sólo para dos, junto al famoso actor Santi Millán.
Fue en Leonera, película que Trapero dio a conocer en 2008, donde Martina, de 35 años, mostró su enorme talento interpretativo. En la película, Julia es acusada de la muerte de Nahuel e ingresada en la unidad penitenciaria donde se alojan las reclusas madres y embarazadas. Mientras espera a que nazca su hijo, ve pasar los días, abstraída y ajena.
Finalmente, da a luz a Tomás. La crianza en la cárcel es difícil. Sin embargo, Julia comienza a sentirse madre casi sin quererlo. Comprende que lo único que le importa es la nueva criatura que ahora la acompaña, que no hay para ella más vida que la de ese niño.
“Trapero sabe equilibrar a tiempo sus energías y lo que podría haberse transformado en un culebrón patagónico termina, con abrupta sequedad, de lado de su heroína”, dijo Fotogramas.
4. CARANCHO
Se trata de uno de los filmes de Trapero más celebrados por la crítica internacional y que cuenta en el reparto con Ricardo Darín, el actor más prestigioso del cine argentino contemporáneo y la siempre deslumbrante Martina Gusmán. Fue, además, la candidata argentina para los Oscar.
Sosa es un abogado especializado en accidentes de tráfico y está a punto de recuperar su licencia. Se mueve por las salas de urgencias de los hospitales públicos y por las funerarias de los suburbios de Buenos Aires a la caza y captura de posibles clientes.
Actualmente trabaja para una fundación que supuestamente ayuda a las víctimas, pero en realidad se trata de la tapadera de un bufete dedicado a actividades sospechosas. Sosa consigue el cliente, los testigos, las pruebas, llega a tratos con la policía, los jueces y las compañías de seguros.
Luján es una joven doctora recién llegada de provincias que se gana la vida con varios trabajos: en ambulancias, ambulatorios y urgencias. Está sola; el pluriempleo apenas le deja tiempo para dormire intenta hacerse un hueco en una ciudad desconocida.
La historia de amor empieza la noche en que Luján y Sosa se conocen en la calle. Ella intenta salvarle la vida a un hombre; él intenta conseguir un cliente.
“Carancho no es una película fácil de ver ni todas las elecciones de Trapero son acertadas -el final generará algún que otro debate-, pero se trata sin dudas de un filme, y de un realizador, que no hace concesiones”, escribió Diego Lerer en Clarín.
5. ELEFANTE BLANCO
Probablemente sea la película más polémica de Pablo Trapero y en la que volvió a contar como protagonista a Ricardo Darín.
Se centra en la relación de amistad y en las aventuras que sufren dos sacerdotes que salen ilesos de un terrible atentado por parte de una guerrilla en Centroamérica, que destruyen el campamento en el que estaban trabajando asesinando a muchos de sus miembros.
En Villa Virgen encontrarán una nueva razón para ejercer su trabajo, pero dejando a un lado la religión y la fe y metiéndose de lleno en los problemas sociales a partir de la reivindicación política.
“En Elefante blanco no hay ningún tipo de concesiones, ni para los personajes ni para el espectador. Es un cine marginal en el que se pone a prueba tanto a los uno como a los otros. A los personajes sobre lo que les toca vivir y al espectador por lo que le toca ver. Imágenes crudas de un mundo ajeno, en muchos casos, pero que podemos encontrar mirando la tele, leyendo el diario o a la vuelta de cada esquina”, dijo el crítico Juan Pablo Russo.
