El discurso de odio del candidato republicano Donald Trump y la posibilidad constitucional de portar armas en Estados Unidos son dos factores de peso a considerar para entender la matanza del sábado en un bar gay de Orlando, Florida, en donde murieron 50 personas y otras 53 resultaron heridas.
Ciudad de México, 13 de junio (SinEmbargo).– El discurso de odio que expresa el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, aumenta el radicalismo hacia sectores minoritarios como homosexuales o migrantes. Una prueba de esto, según el catedrático de la Universidad Iberoamericana (IBERO) y maestro en Inteligencia y Seguridad Nacional, Francisco Franco Quintero Mármol, podría ser el ataque contra el bar gay Pulse en Orlando, Florida.
Durante la madrugada del domingo en el club Pulse, un hombre disparó a los asistentes. La agresión fue presuntamente realizada por Omar Seddique Mateen, un estadounidense de origen afgano que falleció en un enfrentamiento con policías. El ataque cobró la vida de 50 personas y dejó heridas a otras 53.
Sobre esta matanza, Francisco Franco Quintero, recordó que existen una serie de factores que influyen en la génesis de los terroristas, por lo cual los gobiernos deben prestar atención a las señales que manden, como la simpatía por grupos extremistas. Por eso dijo que el caso no pude atribuirse a un ataque terrorista sino a un acto perpetrado por un “lobo solitario”.
“Me da la impresión que el Estado Islámico (EI) no está detrás de la organización de este acto –como se dijo en un inicio– sino que es un lobo solitario. Aunque él pudiera tener simpatía por algún grupo, no necesariamente la organización participó financiándolo o proveyéndole de armas. En Estados Unidos ha habido muchos lobos solitarios”, expone Quintero Mármol.
LA OTRA ARISTA
En Estados Unidos, sólo en lo que va del año, se han registrado 132 tiroteos con 156 muertos, según el sitio Shootingtracker que mantiene un archivo de hechos relacionados con portación de armas alimentado por ciudadanos norteamericanos. Para las autoridades del país, la matanza de este domingo ha sido el más mortífero ataque a tiros en la historia.
A pesar de esta cifra de atentados ocurridos en la historia reciente del país, Quintero Marco, quien también se dedica a diseñar de actividades de inteligencia, contrainteligencia, contra-terrorismo y el manejo de situaciones de crisis, ve lejana una reforma a la Constitución de Estados Unidos, que prohíba la portación de armas.
Actualmente la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que fue adoptada en 1791 cuando no existían armas de asalto, da el derecho a la posesión de armas en los ciudadanos.
“En el corto y mediano plazo se ve lejana. Así como muchos aseguran que el acceso fácil a las armas ocasionan matanzas, muchos dicen si todo mundo viniera armado lo puedes combatir en el momento”, comenta el experto.
El virtual candidato republicano a la Presidencia de EU, Donald Trump, ha declarado estar a favor de la libertad de poseer armas, en contraposición de la política de control sobre la venta de armas que se ha esforzado por avanzar el actual Presidente demócrata Barack Obama. “Vamos a proteger nuestra segunda enmienda”, afirmó Trump en su discurso el 20 de febrero sobre el precepto legal que defiende la portación.
En el caso del crimen del fin de semana, Óscar Galicia, encargado de la jefatura de procesos básicos y el laboratorio de investigación en neurociencias y área de electrofisiología del Departamento de Psicología de la IBERO, dijo que detrás de ataques como éste se encuentran sujetos con personalidad disfuncional, aisladas, agresivas, que sufrieron violencia doméstica y tuvieron problemas para adaptarse.
La religión sería la justificación de su ataque. Según Galicia, “este sujeto podría reivindicar sus acciones por motivos religiosos, tema con que se ha justificado gran parte de la violencia o el otro motivo que se refiere al crimen de odio, (donde el atacante piensa que estas personas) se lo buscaron por inmorales”.
Afirmó que aunque Omar Siddique Mateen, autor del atentado en el bar, tenga cierta creencia religiosa o sea afín a cierto movimiento extremista no debe aumentarse la segregación contra los musulmanes, hispanos o gays. Por eso hizo un llamado a los candidatos presidenciales estadounidenses a no explotar el radicalismo sino a resolver y, en la medida de lo posible, evitar que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir.
