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Francisco Ortiz Pinchetti

19/01/2024 - 12:04 am

Las mentiras del agua

“Fuera quizá del tema de la inseguridad, nada es más grave para la población de la ciudad que carecer de agua potable”.

Familias de diferentes predios de Iztapalapa llenan botes y tambos de agua, la cual es suministrada por pipas que acuden una vez por semana, debido a los niveles bajos del Sistema Cutzamala.
“Hace décadas que se conoce ese problema”. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

La crisis hídrica está aquí. La Ciudad de México y su área metropolitana padecen la más aguda escasez de agua potable de su historia. El suministro actual representa una disminución de 40.8 por ciento –casi la mitad–  con relación a lo que se recibía en enero de 2020.  El gobierno capitalino tiene las alarmas encendidas, pero por obvias razones electorales, trata de minimizar el problema mediante engaños y mentiras.

El propio titular del Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex), Rafael Carmona, dio a conocer que en la primera quincena de enero el Sistema Cutzamala dejó de recibir 800 mil litros por segundo y, eso luego de que en noviembre se tuviera también una reducción de tres mil litros por segundo.

De por sí, el Sistema Cutzamala (que junto con el sistema Lerma suministra apenas el 29  por ciento de la dotación total de la capital, ojo)  inició el 2024 con menos de la mitad del agua que concentraba el primer día del 2020, de acuerdo con el Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México. La dependencia precisó que este receptáculo que nutre a la capital pasó de más de 682 millones de metros cúbicos  de agua a sólo 322 millones 581 mil metros cúbicos en esos cuatro años.

De este tamaño es la emergencia. Y la angustia de las autoridades locales y federales. El tema pega directo a las candidatas de Morena, tanto para la Presidencia de la República como para la jefatura de Gobierno de CDMX. Los sucesivos gobiernos de la autollamada “4T” hicieron bien poco para enfrentar el problema con verdaderas soluciones y ahora pagan las consecuencias.

Nada hicieron contra la gravísimo pérdida de un 40 por ciento del caudal debido a las fugas crecientes en la  vieja red de distribución de 13 mil kilómetros de longitud, gran parte de ella con más de 50 años de antigüedad. Además, el agua potable en la Ciudad de México se distribuye a través de tuberías de asbesto, un material reconocido como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hace décadas que se conoce ese problema. Los sucesivos jefes de Gobierno perredistas Andrés Manuel López Obrador (2000-2005), Marcelo Ebrard Casaubón (2006-2012) y  Miguel Ángel Mancera (2012-2018)  prometieron atenderlo de manera prioritaria y canalizar grandes recursos a un programa de sustitución de tuberías en las alcaldías centrales de la capital. Fue mentira, no cumplieron.

Claudia Shainbaum Pardo hizo un anuncio similar al inicio de su mandato, en 2018. Tampoco cumplió.  Acaso se preocupó por llevar agua a los sedientos habitantes de Iztapalapa, su principal reserva electoral.

Tampoco se implementó algún programa de construcción de pozos de absorción para restaurar en alguna medida el agotado acuífero de la cuenca del Valle de México y evitar mayores hundimientos y riesgos sísmicos. No se promovió la captación de agua de lluvia mediante métodos probadamente eficaces ni se invirtió en plantas de tratamiento de aguas residuales. Tampoco hubo campaña alguna para motivar a la población a un uso racional del líquido. Nada. Y lo del bombardeo de nubes por parte de la Sedena  resultó otro cuento chino.

Las consecuencias de la indolencia  acaban por revertirse contra  Morena, en plena contienda electoral. Fuera quizá del tema de la inseguridad, nada es más grave para la población de la ciudad que carecer de agua potable. Es un elemento sencillamente vital, huelga decirlo. Puede ser el detonante de una situación de crisis urbana. Ya proliferan las movilizaciones ciudadana, los bloqueos de vialidades. El paso siguiente pueden ser los disturbios.

El gobierno capitalino, ahora en manos del suplente Martí Batres Guadarrama.,  recurre desesperadamente a las mentiras y a la perforación criminal de pozos de extracción de agua potable para enfrentar la emergencia que puede ser políticamente costosa para su partido, pese a la peligrosa sobre explotación del acuífero. De ahí la febril actividad de Sacmex en los meses recientes en la perforación de pozos “sustitutos” en la cuenca.  Y el colmo: se usa la escasez de agua para chantajear con mentiras a los vecinos y obligarlos a que accedan a la perforación de nuevos pozos.

En los últimos meses, tan sólo en la alcaldía Benito Juárez la dependencia ha encontrado la decidida resistencia vecinal a esa práctica atentatoria del medio ambiente en las colonias Narvarte, Tlacoquemécatl Del Valle y Crédito Constructor. Tuvo en esos casos que cancelar sus respectivos proyectos. En cambio, logró hace un par de semanas  que los habitantes del Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA), de la colonia Del Valle Sur, accedieran mediante la falsa promesa que el caudal que se obtenga será para el suministro exclusivo de los cinco mil habitantes de esa Unidad. Incluso se utilizó un espacio dedicado desde 1954 a un parque de juegos infantiles para hacer la perforación. En realidad, la producción de ese pozo, estimada en más de un millón de litros de agua al día, se compartirá con la red general de distribución. Otro engaño.

Actualmente hay en la ciudad 978 pozos de extracción y la perforación de nuevos está prohibida por la ley desde los años 70 del siglo pasado. Por eso el gobierno recurre a la tramposa “sustitución” de pozos agotados, para lo cual consigue permisos especiales de la Conagua… también manejada por Morena.

Un ejemplo reciente: el pozo de extracción de 300 metros de profundidad que en octubre pasado trató de perforarse en pleno parque de San Lorenzo de la colonia Tlacoquemécatl, en Benito Juárez –rechazado por los vecinos a pesar de las amenazas de dejarlos sin suministro de agua– lo presentó Sacmex como “sustituto” del pozo “Santa Lucía 1”, ubicado… ¡en Álvaro Obregón! Puras mentiras.

Y ante el desabasto de agua que golpea ya a decenas de colonias de al menos 12 alcaldías de la capital, Andrés Manuel recurre a otra mentira. Asegura que su gobierno ya tiene “un plan” que pondrán en marcha autoridades de la capital y el Estado de México en conjunto con la Conagua. Pide a la ciudadanía que confíe en que “no va a faltar el agua”. Por supuesto no dijo cómo. Válgame.

 

DE LA LIBRE-TA

AL CIERRE. El regreso de la Xóchitl Gálvez aguerrida y fresca dio a la no campaña en su última semana un renovado brío, luego de semanas de intercambios lejanos y opacos entre la hidalguense abanderada del frente opositor y la aspirante oficialista Claudia Sheinbaum Pardo. Fue como un repentino, efímero despertar. Lástima que cuando ya empezaba a ponerse bueno entramos este viernes en el misterioso periodo llamado “intercampaña”, durante el cual nadie –ni el  INE– sabe que pueden hacer y decir o no los candidatos presidenciales. Si se suspende durante estos 40 días de ayuno la transmisión de los spots partidistas, habrá valido la pena, digo.

@fopinchetti 

Francisco Ortiz Pinchetti
Fue reportero de Excélsior. Fundador del semanario Proceso, donde fue reportero, editor de asuntos especiales y codirector. Es director del periódico Libre en el Sur y del sitio www.libreenelsur.mx. Autor de De pueblo en pueblo (Océano, 2000) y coautor de El Fenómeno Fox (Planeta, 2001).

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