¿Cómo construir un país de justicia, de equidad, de oportunidades?
¿Qué es lo que nos mueve? ¿Qué es lo que nos compromete?
La difícil coyuntura que vive México nos enfrenta cara a cara con nuestras debilidades y nuestras omisiones. Como ciudadanos, nos interpela y nos exige: acción, propuesta, cambio, compromiso. Nos plantea la disyuntiva de elegir el país que queremos, y optar por el camino correcto para su construcción.
Les comparto mi llamado, desde lo más personal de mi reflexión, y desde la representación que se me ha encargado: optemos por la paz y la justicia. Optemos por la solidaridad, por la mirada comprometida hacia el otro. Optemos por canalizar nuestras frustraciones en la construcción de alternativas sustentables, reales, duraderas. Optemos siempre por el diálogo y la democracia, que son los mejores mecanismos que han encontrado nuestras sociedades para avanzar. Optemos por la libertad, que va siempre unida a la responsabilidad.
Desde hace 85 años, en Coparmex venimos preguntándonos cuál es el camino para la prosperidad de los mexicanos. No del sector privado, ni de las empresas; sino de las personas que conforman las comunidades, en cada rincón de nuestro país.
Nuestra respuesta es y ha sido: un México de instituciones, democrático, libre y justo, donde se valore a las personas como centro y fin de toda actividad social, económica y política. Un país en el que, desde la pluralidad, compartamos todos un modelo de Nación y un conjunto de valores que nos hermanen y nos guíen en la búsqueda del bien común. Un México con equidad, solidario, humano.
Un país en el que la empresa sea socialmente responsable y cumpla con su rol como generadora de oportunidades, no sólo para el crecimiento económico, sino para el desarrollo integral de las personas a través del trabajo.
Una Nación no es más que la suma de sus millones de ciudadanos, con sus realidades, sus creencias, sus miedos y sus esperanzas. Las leyes y las instituciones que nos rigen son las que decidimos, colectivamente, darnos como sociedad.
No pueden entonces desesperanzarnos los desaciertos o las carencias; deben por el contrario invitarnos a la reflexión y a la acción, al compromiso de participación real y profunda, de hacer cada quien lo que nos corresponde, para la transformación de nuestra realidad.
México tiene todo para dar un paso hacia la modernidad; pero debemos cuidar de que sea un paso incluyente, con beneficios concretos para las personas y sus familias.
La tarea de reconstruir la confianza, cimentar nuevas instituciones o reconvertir las existentes para que nos aseguren la equidad y la justicia, es de todos. De la sociedad y el gobierno, trabajando juntos, quitándonos los prejuicios y los mitos, olvidando los intereses particulares y de grupo. Pensando, hoy y siempre, como mexicanos, por México y para México.
Juan Pablo Castañón Castañón
Presidente Nacional de Coparmex
@jpcastanon
