Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).– Apenas hace seis días, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, presumía que comenzaban a verse signos positivos y alentadores en la economía gracias a las reformas transformadoras que se han impulsado en su primer año de gobierno, entre ellas, la Educadtiva, de Telecomunicaciones y la Hacendaria.

“Esta evolución es sumamente relevante porque ocurre en un contexto de desaceleración económica donde el número de personas desocupadas se mantuvo estable. Estos datos nos permiten ver el futuro con optimismo, avizoramos un mayor crecimiento económico”, dijo.

Sin embargo, ayer, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) redujo por cuarta ocasión el estimado de crecimiento económico para 2013 de 1.7 a 1.3 por ciento.

En enero, Hacienda calculaba un crecimiento del 3.5 como proporción del Producto Interno Bruto (PIB); para mayo ya era 3.1; en agosto se calculaba en 1.8, septiembre en 1.7 y ahora en 1.3 por ciento.

La dependencia federal explicó que “durante los primeros nueve meses de 2013 la economía mundial mostró una desaceleración en la que persisten riesgos a la baja”. También dijo que “existe un entorno de bajo crecimiento en las economías emergentes. La actividad y el comercio internacional en las economías avanzadas se encuentran en lenta recuperación”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) coincide con la Secretaría de Hacienda y el martes pasado recortó abruptamente la previsión del crecimiento económico de México para 2013 ante el parón en la actividad en la primera mitad del año.

Sin embargo, elevó ligeramente sus expectativas para 2014, y espera que la expansión se acelere en 2015. En su informe semestral de Perspectivas, la OCDE limitó a 1.2 por ciento el crecimiento esperado del Producto Interior Bruto (PIB) de México para este año, frente al 3.4 por ciento que había augurado en mayo, sobre todo por el impacto del descalabro de la demanda procedente de Estados Unidos.

El mismo optimismo manejó el Primer Mandatario durante su participación en el foro de la APEC en Indonesia. Al tiempo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) también rebajó su pronóstico de crecimiento para México, después de que la expansión del PIB fuera más débil de lo previsto.

El organismo internacional dio a conocer que ese indicador crecerá 1.2 por ciento este año, mucho menos del 2.9 por ciento que había pronosticado en julio, debido al bajo gasto público, una caída en la construcción y la débil demanda de Estados Unidos (el principal socio comercial de México) de las exportaciones.

Pese a las explicaciones de que la economía mexicana se encuentra en etapa de recuperación, BBVA Bancomer también modificó por cuarta vez su estimación de crecimiento del PIB del país para el cierre del año, de 1.4 a 1.2 por ciento.

El economista en Jefe para México de BBVA Research, Carlos Serrano, explicó que aunque hay una mejoría económica en el país, la modificación a la baja del estimado refleja la caída del PIB que se observó desde el segundo semestre de 2012 a junio pasado.

BBVA Research inició con una estimación de crecimiento económico para el país de 3.1 por ciento al cierre del año, luego la modificó a 2.7 por ciento, hace tres meses la cambió a 1.4 por ciento y esta vez su pronóstico es de 1.2 por ciento.

El especialista indicó que el menor crecimiento económico se debe a una fuerte desaceleración de la demanda de las manufacturas en Estados Unidos que afecta las exportaciones en México.

Además, añadió, a un menor gasto del sector público desde el segundo semestre del año pasado, tras concluir las campañas presidenciales y al inicio de la nueva administración federal.

CRECIMIENTO EN INDICADOR DE ACTIVIDAD ECONÓMICA

Ayer también, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que durante septiembre de 2013, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.8 por ciento en términos reales respecto al mismo periodo del año pasado.

De acuerdo con estadísticas del organismo, este es el tercer mes consecutivo de incrementos después del ajuste que se registró en junio pasado, aunque es el menor avance de estos últimos tres meses.

El Inegi precisó que el avance del IGAE fue resultado de un aumento en las actividades primarias (agricultura, pesca, caza, actividades forestales, entre otros) de 7.2 por ciento y de las terciarias (servicios y comercio) lo hicieron en 2.0 por ciento.

En tanto, las actividades secundarias (incluye minería; generación, trasmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final; construcción, e industrias manufactureras) decrecieron 1.6 por ciento respecto a lo reportado en el mismo mes de un año antes.

Con base en cifras desestacionalizadas, el IGAE mostró un reducción de 0.42 por ciento durante septiembre de 2013 con relación al mes inmediato anterior, indicó el INEGI en un comunicado.

Por grandes grupos de actividades, las series desestacionalizadas señalan que las actividades primarias descendieron 1.24 por ciento, las secundarias 1.15 por ciento y las terciarias 0.36 por ciento en el noveno mes de 2013 con relación al mes precedente.

El Instituto recordó que el IGAE incorpora información preliminar de distintas actividades económicas como las agropecuarias, industriales, comerciales y algunas de servicios, por lo que debe considerarse como un indicador de tendencia o dirección de la economía mexicana en el corto plazo.

Precisó que de forma anual, las actividades primarias se elevaron 7.2 por ciento durante el noveno mes del año en curso como consecuencia del aumento registrado en la agricultura, principalmente.

Cifras preliminares proporcionadas por la Secretaría de Agricultura, reportaron un avance en la producción de cultivos como mango, sorgo y maíz en grano, tomate rojo, manzana, uva, chile verde, aguacate y plátano, indicó.

En cuanto a la producción de las actividades secundarias, que se redujo 1.6 por ciento en términos reales en septiembre de 2013 con relación al mismo mes de un año antes, se debió por el retroceso mostrado en los subsectores de edificación y construcción de obras de ingeniería civil.

Asimismo, por bajas en los ramos de productos a base de minerales no metálicos; trabajos especializados para la construcción; extracción de petróleo y gas; minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas; industria de la madera; accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica, y muebles, colchones y persianas, entre otros.

Por último, las actividades terciarias presentaron un incremento de 2.0 por ciento a tasa anual en el mes en cuestión, producto del desempeño favorable del comercio; “Otras telecomunicaciones”; servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación; autotransporte de carga; servicios inmobiliarios; servicios educativos; servicios personales, y compañías de fianzas, seguros y pensiones, fundamentalmente.