Captura de “El Chapo” favorece la imagen del gobierno de EPN; pero podría generar más violencia: especialistas

23/02/2014 - 12:04 am
Traslado de "El Chapo" Guzmán. Foto: Cuartoscuro
Traslado de “El Chapo” Guzmán. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).- La captura de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, la leyenda negra que mostró la imposibilidad en la procuración de justicia del Estado Mexicano durante más de una década, es una bocanada de oxígeno para la imagen del gobierno de Enrique Peña Nieto, ensombrecida por la crisis de seguridad en Michoacán y la nula mención de las víctimas mortales de la violencia en todo el país, aceptan especialistas en Narcotráfico y Seguridad Nacional.

Pero a la vez, coinciden en que el panorama ahora es más sombrío y desafiante porque el negocio de las drogas en México está más vivo que nunca.

“¿Cómo se van a reestructurar los cárteles? Con disputa por territorios y liderazgo. Lo que debemos ver ahora es si el Estado mexicano está preparado para ello”, exclama Erubiel Tirado, director del Diplomado de Seguridad Nacional de la
Universidad Iberoamericana (UIA).

Pablo Monsalvo, otro experto de la misma casa de estudios, dice: “Cuando hablamos de Seguridad Nacional, tenemos que hablar del efecto cucaracha. Se le pega en un lado al problema, pero aparece en otro y por ello, ahora, se requiere investigación científica. ¿Por dónde vendría tal efecto? Por el dinero, el territorio y el poder. Por ahí puede venir la agresividad de otros grupos. Entonces, no se trata de quitar una cabeza; sino de actuar en contra del narcotráfico”.

Según el más reciente análisis de la agencia de inteligencia estadounidense, StratFor, titulado “La mitificación de El Chapo”, la primera amenaza la representan el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y un grupo llamado “Los Mazatlecos”, surgido una vez que los líderes de los Beltrán Leyva fueron aniquilados en el pasado gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

Otra amenaza está en el mismo Cártel de “El Chapo” o “De Sinaloa” porque para investigadores como Arturo Lizárraga de la Universidad Autónoma de Sinaloa en Mazatlán, Guzmán Loera era un gran símbolo, un hombre legendario, con muy poca injerencia en la operación; de modo que ahora flotan algunas preguntas: ¿Quiénes están a cargo en ese grupo al que se le adjudican negocios ilícitos multimillonarios? ¿Qué piensan hacer ahora? ¿Harán visible su liderazgo?

UNA DETENCIÓN ESPERADA

Imagen de "El Chapo" difundida ayer por la Procuraduría General de la República. Foto: PGR
Imagen de “El Chapo” difundida ayer por la Procuraduría General de la República. Foto: PGR

Buscado durante 13 años y un mes, dueño de un poderío internacional ilimitado y a punto de la prescripción de los delitos por los que fue sentenciado originalmente (junio de 2015, por cohecho, delitos contra la salud y asociación delictuosa) Guzmán Loera fue detenido en un operativo que la Secretaría de Marina había iniciado una semana antes en Culiacán, Sinaloa, sin dar un solo disparo.

En la forma -y en apariencia-, se rompe con el gobierno anterior de Felipe Calderón Hinojosa, cuyo sello en la estrategia en contra del narcotráfico fue la aniquilación de los hombres que ostentaban el liderazgo en las organizaciones, ya fuera por medio de detenciones o el acribillamiento.

El antecedente más nítido en ese sexenio lo representa Arturo Beltrán Leyva –supuesto enemigo de “El Chapo”- quien en 2009 fue masacrado a balazos por elementos de la Secretaría de Marina, frente a cámaras de televisión, en un condominio en Cuernavaca. Lo habían perseguido durante seis días.

Ayer sábado, la misma Marina estaba en búsqueda de Guzmán Loera, pero no lo anunció. Lo ubicó en un hotel del malecón mazatleco a las 4:00 horas de la mañana y lo aprehendió dos horas después. Lo sacó con el torso desnudo y sujeto de los cabellos. Al final, sometido; pero en paz.

El avión que trasladó al “hombre más buscado del mundo” arribó al hangar de la dependencia y los reporteros pudieron ver a las 14:00 horas cómo elementos de la Policía Federal lo condujeron a otra aeronave que lo llevaría al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.

En ese hangar, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam describió que en el operativo predominó el trabajo de inteligencia. “Es producto de una operación de varios meses en una coordinación plena entre varias instancias del gobierno federal y fue impecablemente lograda por elementos de la Secretaría de Marina”, expuso.

Erubiel Tirado no encuentra una diferencia de fondo. “El gobierno de Peña Nieto se calderoniza en la manera en que lo presenta. El predominio de la coordinación de las instituciones. Por lo que se ve, no fue necesariamente así. Fueron la Marina y la Procuraduría General de la República. Hay que recordar aquí los antecedentes. Podemos hablar de la evolución de un desarrollo institucional. Pero no del todo”.

Pablo Monsalvo, catedrático del diplomado de Seguridad Nacional de la UIA, dice que es imposible negar que la detención de “El Chapo” Guzmán es una noticia “edificante”. Explica que se ha detenido al enemigo público número uno, cuya escapatoria estuvo vinculada a un nivel de corrupción que lo hacía sentir en cualquier sitio “como en su casa”.

Abunda que medidas tomadas durante la Guerra en contra del Narcotráfico, emprendida por Felipe Calderón en 2006, propiciaron un ambiente favorecedor para las acciones de Joaquín Guzmán Loera.

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