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Redacción/SinEmbargo

23/02/2015 - 12:00 am

Mancera contra López Obrador

Andrés Manuel López Obrador ha dado algunas señales de distanciamiento. Aun así, no era rotundo porque eso no le conviene a nadie. Hasta hoy, parece. Héctor Serrano Cortés, Secretario de Gobierno del Distrito Federal, ha acelerado la ruptura. Era inevitable. Serrano Cortés es un hombre ambicioso y con escrúpulos muy contados; operó para expulsar a […]

Andrés Manuel López Obrador ha dado algunas señales de distanciamiento. Aun así, no era rotundo porque eso no le conviene a nadie. Hasta hoy, parece.

Héctor Serrano Cortés, Secretario de Gobierno del Distrito Federal, ha acelerado la ruptura. Era inevitable. Serrano Cortés es un hombre ambicioso y con escrúpulos muy contados; operó para expulsar a los contrarios de “Los Chuchos” –Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva– y acomodó a los suyos en la capital del país.

Y de esta manera, de manera oficial, Miguel Ángel Mancera Espinosa abandonó el rol de mediador que tuvo siempre el Jefe de Gobierno capitalino y asumió la posición de contrincante. En la capital no hay de otra: jugar con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) es ir contra el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

López Obrador es prudente en la Ciudad de México. No da topes sin necesidad ni confronta con ceguera. Pero relacionar la debacle de Marcelo Ebrard Casaubón con Los Pinos es una carambola muy fina que alcanza, sin duda, a Mancera Espinosa. El que opera el linchamiento de Ebrard Casaubón es Héctor Serrano, él que lo ordena es Miguel Ángel Mancera y, según los marcelistas y el mismo López Obrador, el que paga es el Presidente Enrique Peña Nieto.

Pocas veces, en la apenas reciente democracia capitalina, se ha previsto una contienda tan llena de mensajes. Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) o el Partido Acción Nacional (PAN) no estuvieran tan golpeados se habría abierto para ambos partidos una gran oportunidad. La división de la izquierda se ha logrado.

Y si Los Pinos lo pagó, Mancera lo ordenó y Serrano lo operó, felicidades. Objetivo alcanzado.

Los Pinos y el PRI habrán confrontado, por la ambición de Serrano Cortés, a la canasta pesada de la izquierda en la capital del país. Marcelo que está muy golpeado; AMLO que se debe confrontar para avanzar y Mancera… es Mancera: él puede solo contra sí mismo.

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