La COVID persistente puede convertirse en una de las grandes problemáticas en torno a la enfermedad, por lo que la Organización Mundial de la Salud reitera la necesidad de estudiar los efectos del virus a largo plazo como una prioridad.
Copenhague, 25 feb (EFE).- Una de cada diez personas afectadas por la COVID-19 presenta síntomas 12 semanas después de haber superado la infección, reveló este jueves la Oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que instó a considerar el denominado COVID persistente una prioridad para las autoridades sanitarias.
Según un informe sobre COVID de larga duración presentado por el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud, alrededor de una cuarta parte de los enfermos continúa teniendo síntomas un mes después, una condición que incluye desde dolor muscular y en el pecho a fatiga, problemas de respiración y lagunas mentales.
La probabilidad de padecer COVID persistente no parece estar asociada con la severidad de la infección inicial y algunos grupos están aparentemente más dispuestos a sufrirla, como los trabajadores sanitarios y las mujeres, según el informe.
The 🌎🌍🌏 faces new challenges such as new virus variants, inequitable access to #vaccines, long-term effects of #COVID19, disruptions in health systems & the socio-economic impact of the pandemic.
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— World Health Organization (WHO) (@WHO) February 25, 2021
“Se trata de una enfermedad que puede tener un impacto enorme en la vida de la gente. Muchos son incapaces de volver a trabajar o tener una vida social, muchos han descrito cómo afecta a su salud mental, sobre todo porque su evolución varía a menudo”, señaló en rueda de prensa Martin McKee, uno de los autores del informe.
La OMS defendió la necesidad de un enfoque multidisciplinar para evaluar y gestionar este tipo de COVID, desarrollar nuevos tratamientos, fomentar la investigación e impulsar medidas destinadas a proteger los derechos laborales y sociales de los trabajadores afectados.
“Quienes padecen COVID persistente necesitan ser escuchados si queremos entender las consecuencias a largo plazo y la recuperación de la COVID-19. Es una clara prioridad para la OMS y de la máxima importancia. Debería serlo para cada autoridad sanitaria”, señaló el director de OMS-Europa, Hans Kluge.