“Si Alemania cerrase su frontera, entonces tendríamos que actuar de la misma manera. Cualquier otra cosa llevaría a una sobrecarga enorme de nuestro país en pocos días”, aseguró el ministro austríaco de Exteriores, Sebastian Kurz, en una entrevista que publica hoy el diario Österreich.

Kurz defendió la necesidad de defender las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE), o de lo contrario se pondrá en peligro el libre tránsito en el interior de Europa.

“Si no protegemos las fronteras exteriores (de la UE), cada vez más países tratarán de solucionar el problema por si solos. Y al final no existirá una UE con libertad de movimiento interior”, indicó.

“Hungría ha levantado una valla, Eslovenia medita poner una en su frontera con Croacia y políticos alemanes demandan una en su frontera con Austria. Tenemos que despertar todos. Si no ponemos nuestras fronteras exteriores bajo control, ponemos en peligro a Europa”, sostuvo.

Y concluyó: “Quien está en contra de asegurar las fronteras exteriores, acepta la idea de que una UE con las fronteras interiores abiertas se desmorone”.

La ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, declaró en otra entrevista que Austria estaba al límite de sus capacidades para alojar a los refugiados y que Alemania no acogía a los suficientes.

“Alemania acepta actualmente a muy pocos refugiados. Por lo tanto, necesitamos que se reduzca la afluencia desde las fronteras de la UE en Grecia”, señaló la ministra en una entrevista en el diario “Krone” que se publica hoy.

Según los datos de ese diario, a Austria llegan unos 6 mil 500 refugiados por día y Alemania absorbe solo a 4 mil 500.

“Así no podemos seguir”, señaló la ministra, que exigió que la UE reduzca con rapidez las llegadas de refugiados a las costas de Grecia.

Los jefes de Gobierno de Bulgaria, Rumanía y Serbia ya advirtieron ayer de que en caso de que Alemania y Austria cierren sus fronteras a los refugiados ellos tomarían la misma decisión.