Bitácora de un debutante. Día 33… Crónica de un despertar sorpresivo.

28/05/2012 - 12:00 am

Algunos lo veíamos venir, muchos algo se imaginaban, pero los demás estaban dormidos.

A la época de la juventud se le conoce como una etapa donde se despierta, se abren los ojos al mundo. Es realmente nacer. Cuando eres joven, te das cuenta de muchas cosas, sobre todo descubres que ya no hay nadie que rija tu vida ni tus pensamientos, has comenzado a vivir.

En un país como México es realmente difícil estar satisfecho con lo que le acontece, y cuando de pronto te das cuenta de lo mal que está, de lo poco que prometen los candidatos y de lo turbias que son sus acciones, te das cuenta que llegó el momento de despertar, de actuar.

Al contrario de lo que muchos podrán decir, las manifestaciones en contra de Enrique Peña Nieto, el 11 de mayo, cuando visitó nuestro campus [el de la UIA en la Ciudad de México] después de dos cancelaciones, fueron genuinas. Éramos estudiantes. Estudiantes enojados, inconformes, indignados, tercos. Jóvenes que exigimos mucho más que una cara bonita para nuestro país, mucho más que un copete bien peinado.

Este día, yo nos vi despertar. Vi el entusiasmo de mis compañeros, la pasión, el coraje, el enojo, la furia. Y creo que al que más claro le quedó es al candidato del PRI.

No conforme, se dijo que éramos ajenos a la escuela, sólo unos cuantos y que éramos porros. Dando a entender que los estudiantes de la Ibero nunca tendríamos la capacidad de hacer algo así.

Nunca, pero nunca subestimen a los jóvenes, porque lo único que lograrán es que sus ganas, su pasión despierte aún más.

Y de alguna forma, agradecemos todo lo que se ha dicho, ya que han logrado varias cosas, han logrado que estudiantes de todas las universidades nos unamos. Sí, gente de la UNAM, del Poli, del Tec de Monterrey, de la Anáhuac, de la UAM… entre otras, estamos unidos y hemos logrado que México se despabile en este proceso electoral letárgico. Estamos tomando el control, y se nota.

Se dice que todo comenzó gracias a que “corrimos” al candidato del PRI de nuestra escuela, la Ibero, y de alguna forma esa fue la chispa que desencadenó todo. Pero los jóvenes ya estábamos con ansias de despertar, cualquier oportunidad iba a ser buena para demostrar nuestro descontento. Simplemente, Peña Nieto y la cargada priista y de seguridad, que llevó al auditorio Sánchez Villaseñor ayudaron a detonar este proceso.

A los alumnos de la Ibero nos llaman “los 131” debido a que grabamos un video para desmentir las acusaciones hacia nosotros, de varios líderes priistas que subestimaron nuestra inteligencia, diciendo que éramos “unos cuantos, ya mayorcitos, porros y acarreados, y que no estudiábamos ahí”. Fuimos 131 alumnos los que lo desmentimos en un video en el que dimos la cara, pero en realidad somos muchos más.

A esto se nos han unido otras universidades,  asumiéndose, solidarias, como “132”. Pero no sólo estudiantes lo han hecho, también madres y padres de familia, obreros, trabajadores, ciudadanos.

Más allá de si somos 131 o 132, todos somos una misma esencia. Todos somos un mismo movimiento. La historia es nuestra más grande arma. Y tenemos mucha información. La lógica y la congruencia nos hacen rechazar todo lo proveniente de cierto partido político. El amor a México nos ha hecho querer cambiarlo. Y no sólo se trata de rechazar. Estamos a favor de que los medios tomen su papel de medios y nos den la información veraz, oportuna y sobre todo sin favorecer a nadie.

Se han hecho marchas, manifestaciones, protestas, y no sólo en el DF, sino en muchas estados. Seamos 131 o 132, puedo asegurar que hemos despertado. Nuestra voz ha sido escuchada. Las televisoras, en defensa, han comenzado a ser “objetivas”.

Pero, esto no se quedará solamente en marchas y protestas. Esto es sólo el comienzo, de un gran porvenir. Compañeros, México ha despertado. Ahora, vamos a proponer, a construir. Todos.


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