Ante “la incapacidad de superar esa inercia de crecimiento insuficiente” (2.5 por ciento en 2015), el sector empresarial exige un mayor impulso al mercado interno, ajustes adicionales al gasto público, así como transparencia y rendición de cuentas en los gastos.
Ciudad de México, 29 de febrero (SinEmbargo).– México cerró el 2015 con un crecimiento económico del 2.5 por ciento. Si bien hubo regiones en el país que se expandieron al 5, al 7 o al 10 por ciento, hay otras zonas que están decreciendo, destaca el Consejo de Coordinación Empresarial (CCE).
“Esto ahonda más en el fenómeno de los distintos Méxicos que tenemos y que estamos construyendo: mientras unos crecen, generan empleos, incluso están cercanos al pleno empleo, hay otros que todavía tienen problemas estructurales muy profundos”, contrasta.
El sector empresarial recuerda que la promesa de un crecimiento sostenido del 5 por ciento anual o más sigue siendo el gran pendiente ante “la incapacidad de superar esa inercia de crecimiento insuficiente”, expone.
Por ello exige un mayor impulso al mercado interno, ajustes adicionales al gasto público, así como transparencia y rendición de cuentas de los gastos.
“No hay mejor manera para reactivar el mercado interno que las políticas que ayuden al crecimiento de lo que venden, de lo que producen, de lo que intercambian las pequeñas, medianas y grandes empresas”, expone.
El CCE destaca que el sector terciario, comercio y servicios fue el de mayor empuje en el 2015. “Casi el 80 por ciento del crecimiento del PIB provino del mejor desempeño en este rubro”, documentó.
Al igual que la semana pasada, el sector empresarial asegura que es muy posible que se requieran ajustes adicionales al recorte por 132 mil 300 millones de pesos, por las presiones en aumento como pasivos laborales y mayor costo para pago de intereses y deuda, así como a fin de financiar el déficit primario.
“Sigue pendiente una reingeniería a fondo del gasto público y debe iniciar ya, para que tengamos un mejor escenario de cara al 2017”, justifica.
Por otra parte, hace falta un ejercicio del gasto “mucho más transparente y eficiente”, con rendición de cuentas sobre resultados y mayor empuje enfoque hacia la inversión.
