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Javier Solórzano

29/04/2013 - 12:01 am

Entre la sinrazón y el enojo

Los conflictos magisteriales han puesto en evidencia, entre otros asuntos, el que gobiernos como el de Michoacán, Oaxaca y Guerrero no tenga servicios de inteligencia que les vayan permitiendo visualizar los escenarios por venir. Pareciera que las reacciones que traería en algunas comunidades de estos estados la aprobación de la reforma educativa los tomó por […]

Los conflictos magisteriales han puesto en evidencia, entre otros asuntos, el que gobiernos como el de Michoacán, Oaxaca y Guerrero no tenga servicios de inteligencia que les vayan permitiendo visualizar los escenarios por venir. Pareciera que las reacciones que traería en algunas comunidades de estos estados la aprobación de la reforma educativa los tomó por sorpresa. Era hasta cierto punto obvio que se venían manifestaciones que no se podían ni debían menospreciar.

En Guerrero, de la protesta contra la reforma educativa se está pasando a un conflicto mayor con tintes sociales y políticos. Los gobiernos no leen lo que viene y cuando ya tienen el problema enfrente optan por moverse lo menos posible para evitar que debido a la aplicación de la ley –o para decirlo claro, la fuerza–, les aparezcan nuevos conflictos. Todo se convierte en un círculo vicioso y hasta cierto punto perverso.

A esto sumemos que los maestros han insistido en cambios a la reforma que en algunos casos son de atender y en otros son miradas cargadas de estereotipos que evidencian que son consignas políticas con otros objetivos, o que de plano no han leído la reforma a detalle.

La insistencia de que se va a privatizar la educación no aparece por ningún lado en el texto. Si bien es cierto que los padres de familia tienen que en ocasiones pagar algunas cuotas son decisiones que se toman al interior de las escuelas y queda a la decisión de las partes cumplir con ello.

Igual pasa con las evaluaciones a los maestros. En ningún lado está escrito que se va a despedir a los profesores en automático, más bien de lo que se trata es de seguir un proceso de revisión sistemática para precisamente evitar llegar a los extremos. La mayoría de los maestros en todo el país saben que deben ser evaluados. De hecho, en más de alguna escuela existen sistemas de evaluación magisterial. De lo que se trata con la reforma es de instituirlo como una obligación y no como un asunto que quede a la buena voluntad de alguien.

En el fondo las críticas a la reforma están aparejadas con enojos históricos y de una manifiesta rebeldía social. Muchas de estas comunidades en estos estados viven bajo condiciones en verdad adversas. Los maestros son una especie de conciencia, lo son de suyo de los estudiantes y de sus padres. La violencia en la que han incurrido es desmedida, pero pensar que sólo son una bola de provocadores es perder de vista lo que también está en el fondo de su protesta: la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades y el uso político que a lo largo de muchos años se ha hecho de ellos y de su entorno.

Los maestros en su protesta contra la reforma saben que por primera vez en mucho tiempo los están volteando a ver. La toma de la carretera los colocó en el centro de la atención del país y al ver que su protesta con todo y los excesos era permitida encontraron el camino para saberse vistos sin importarles llevar las cosas al extremo. Digamos algo obvio, tienen muy poco que perder porque son parte de los olvidados del país.

Las marchas contra la reforma educativa nos están colocando entre la sin razón de la protesta: no se ven argumentos de fondo, y la manifestación violenta que en el fondo manda mensajes desesperados e iracundos que hay que saber leer. Los riegos de la represión son muy altos, la clave está en que el gobierno desarrolle una intensa campaña informativa para mostrar las bondades de la reforma, particularmente entre los maestros de Oaxaca, Guerrero y Michoacán, también, de manera paralela, revisar el porqué existe tanto enojo, molestia y violencia hacía todo lo que los rodea.

Javier Solórzano
Es periodista. Conductor de radio y televisión.

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