Marriott, cumple ya: ¡pon fin a las jaulas!

Marriott, cumple ya: ¡pon fin a las jaulas!

29/06/2025 - 6:31 am
Marriott, cumple ya: ¡pon fin a las jaulas!

En el sistema de explotación de animales criados para el consumo humano existe una práctica que, aunque muchas veces pasa desapercibida, representa una de las formas más crueles de violencia sistematizada: el uso de jaulas.

En Igualdad Animal hemos documentado durante años todo tipo de abusos en granjas: golpes, mutilaciones sin anestesia, abandono veterinario y muertes agónicas. Pero entre todas esas formas de maltrato, el uso de jaulas encierra una crueldad singular: es un sufrimiento constante, que se prolonga cada minuto y cada día de la vida de los animales encerrados. Especialmente de las gallinas explotadas por la industria del huevo.

Aproximadamente 9 de cada 10 gallinas en México viven confinadas en jaulas metálicas que no les permiten ni extender las alas. Ahí, sin poder moverse libremente, desarrollan enfermedades pulmonares por la acumulación de heces, deformaciones en las patas por el contacto constante con el metal, heridas abiertas, infecciones y altos niveles de estrés que derivan en agresiones entre ellas. En cada jaula hay al menos cinco gallinas, amontonadas. Y, sin embargo, son animales curiosos, inteligentes, capaces de formar vínculos con otras aves y disfrutar de comportamientos naturales como darse baños de polvo o anidar. Todo eso les es negado.

Ante este innegable sufrimiento, cientos de empresas alrededor del mundo han asumido compromisos para eliminar de su cadena de suministro los huevos provenientes de gallinas enjauladas. Sin embargo, algunas compañías no han cumplido. O peor aún, simulan que avanzan mientras el sufrimiento continúa.

El caso Marriott: sufrimiento detrás del lujo

En 2018, Marriott International —una de las cadenas hoteleras más grandes del mundo— se comprometió públicamente a eliminar los huevos de gallinas enjauladas de toda su cadena de suministro a nivel global, con la meta de concretar esta transición para 2025. A tan solo unos meses de ese plazo, la empresa no ha dado a conocer avances claros ni verificables, lo que pone en entredicho su voluntad de cumplir con ese compromiso y deja en el abandono a millones de gallinas que siguen siendo explotadas en condiciones terribles.

Esta falta de transparencia no solo refleja desinterés por el sufrimiento animal, también traiciona la confianza de miles de personas consumidoras que tienen derecho a saber qué hay detrás de lo que consumen, y a quienes Marriott aseguró que trabajaría para eliminar prácticas especialmente crueles de su cadena de suministro.

La inacción de las grandes empresas frente al sufrimiento animal no puede ni debe ser tolerada. Por eso, desde Igualdad Animal, en alianza con una coalición global, hemos lanzado una campaña internacional para exigir que Marriott Internacional cumpla con lo que prometió. No basta con discursos de vanguardia ni con una imagen de lujo; una marca que sostiene su operación sobre el dolor de millones de animales debe asumir su responsabilidad y ofrecer respuestas.

Desde el 21 de junio, Igualdad Animal ha llevado a cabo protestas e intervenciones informativas frente a hoteles emblemáticos de la cadena en Polanco y Paseo de la Reforma, en Ciudad de México. Estas acciones se suman a movilizaciones en Estados Unidos, Brasil y España, que continuarán hasta que Marriott brinde información concreta sobre si está cumpliendo —o no— su compromiso libre de jaulas. De forma paralela, la campaña se ha desplegado en medios digitales con el hashtag #MarriottCumplaYA, a través del cual miles de personas exigen acciones reales y visibilizan la crueldad que sigue oculta tras los muros de la industria del huevo.

Sabemos que el camino hacia el fin del sufrimiento de las gallinas es largo y que aún queda mucho por hacer. Pero eliminar el uso de jaulas debe ser el primer gran paso: se trata de una práctica absolutamente incompatible con cualquier estándar mínimo de bienestar, y no tiene cabida en un mundo que aspira a ser más justo y compasivo.

Como activistas por los derechos de los animales, tenemos la responsabilidad de confrontar los sistemas que perpetúan su sufrimiento y de actuar frente a quienes se benefician económicamente de su explotación. Combatir a las grandes empresas que lucran con la crueldad no es solo necesario, es estratégico y urgente. Señalar su responsabilidad y exigirles rendición de cuentas no busca únicamente frenar el sufrimiento inmediato: también impulsa un cambio cultural profundo al visibilizar la violencia estructural que sostiene sus negocios y al activar la conciencia crítica de la sociedad.

En Igualdad Animal estamos ahí para defender a los animales, para representar sus intereses en espacios donde no tienen voz, y para construir un futuro donde su bienestar importe tanto como el de cualquier otro ser que siente.

No se puede hablar de bienestar ni de progreso mientras se construyen negocios y experiencias de lujo sobre una base de sufrimiento.

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