Río de Janeiro, 14 Oct (Notimex).- La Presidenta Dilma Rousseff admitió hoy que Brasil debe “apretarse el cinturón” para salir de la crisis económica que atraviesa, pero aseguró que no se realizarán recortes a los programas sociales.
“Brasil es más fuerte y resistente de lo que fue en momentos anteriores. Para hacer frente a la crisis no necesitamos volver atrás”, dijo Rousseff en un discurso durante un encuentro con empresarios en el estado de Sao Paulo.
En la reunión, la presidenta llamó a realizar más exportaciones para la recuperación de la mayor economía de América Latina.
La jefa de Estado, cuyo segundo mandato es afectado por la crisis económica y la amenaza de que el Congreso declare un “impeachment” (inhabilitación), dijo que Brasil “hará su travesía” hacia un nuevo ciclo de crecimiento.
Este ciclo debe incluir un control de la inflación y la “formación de un gran mercado interno a través de la inclusión social”, dijo.
El gobierno brasileño presentó a principios de este mes un plan de austeridad de 17 mil millones de dólares para equilibrar las cuentas públicas por medio de un recorte del gasto y un aumento de los impuestos, sin que el programa haya sido aprobado por el Legislativo.
Rousseff, cuya línea de gobierno se basa en la inclusión social, aseguró este miércoles que los programas para asistir a los más necesitados, como el de vivienda popular “Mi Casa, Mi Vida”, no serán reducidos.
La recesión provocó una caída de 2.6 por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil en el semestre, y los analistas pronostican que la contracción será de 3.0 por ciento en 2015 y de 1.2 por ciento el próximo año.
El gobierno admite que Brasil perdió casi un millón de puestos de trabajo en los últimos 12 meses, como consecuencia de la recesión, mientras instituciones internacionales como el Banco Mundial han rebajado paulatinamente sus pronósticos para el país en los últimos meses.